Beyoncé pedía en 'Single Ladies' a los cuatro vientos que le regalaran un anillo (de compromiso, se entiende), pero las joyas favoritas del momento no son las que anuncian el abandono de la soltería, sino las que precisamente la subrayan, las que monitorizan la salud e incluso las que funcionan como tarjetas de crédito.
Como ocurre con las parejas, no todos los anillos 'it' son necesariamente "inteligentes" (uno de ellos es en realidad tan analógico y sencillo, que remite por estética a la más tierna infancia) y sus precios oscilan entre lo que puede costar una comida de Glovo y un bolso de gama media.
Anillo de pago
Elena Yorda y Elena Fuenmayor son las fundadoras de Rikki, un anillo inteligente 'made in Spain' que ya está a la venta desde 110 euros. Este accesorio combina estilo y funcionalidad para ofrecer el método de pago sin tarjeta más disruptivo y elegante del mercado. Como explican sus creadoras, cada vez son más las mujeres que se están empoderando a la hora de iniciar nuevos proyectos tecnológicos, a la par que las redes de mujeres emprendedoras están creciendo y realizando un labor de apoyo y difusión importantísima.
Muchas mujeres que han perdido el miedo y están desarrollando proyectos interesantísimos
"No cabe duda de que aún hay mucho trabajo por hacer, porque la situación está muy descompensada en todos los niveles, desde la educación hasta la dirección de proyectos. Sin embargo, nos sentimos optimistas, hemos notado un cambio muy significativo y nos sentimos más apoyadas y escuchadas, tanto por hombres como por mujeres. Además, estamos conociendo a muchas mujeres que han perdido el miedo y están desarrollando proyectos interesantísimos", explican a Mujer.es.
"Ese es el mensaje que queremos lanzar. Experimentar este crecimiento de la mujer en el ámbito tecnológico es lo que más nos alienta, por mucho que sea el recorrido que tengamos por delante. Además, las mujeres solemos trabajar en proyectos con mayor impacto social y ecológico positivo, y esto también es algo que debe animarnos a participar porque, tal y como están las cosas, o hacemos algo por forzar un giro más humanizante de la tecnología, o perderemos la partida", advierten.
Mientras que el anillo ya está funcionando para pagos, están trabajando en dos líneas más: la apertura de puertas y la localización de menores y ancianos.
Contra las 'dating apps'
Mucho menos avanzado, pero realmente sorprendente, es Pear Ring, un anillo que sirve para que quien lo lleva anuncie con tan solo lucirlo su soltería. "Si todos los solteros que hay en el mundo llevaran este anillo turquesa (o morado, en el caso de que formes parte de la comunidad LGTBIQA+) para indicar su estado civil, no necesitaríamos las aplicaciones para ligar", señalan desde la web. Por 30,95 euros, recibirás en casa tres anillos (en tallas S, M y L) y el resto... Tendría que ir solo, como decía Paquita Salas, un referente que quizás no te esperabas...
El problema, por supuesto, radica en que la gente tiene que saber de la existencia de este anillo y conocer su significado para así poder identificarlo. Ante el hastío en el que la asfixiante concatenación de citas (y fracasos, para qué negarlo) nos puede sumir, este anillo espera que abandonemos el universo virtual y recuperemos la magia del cara a cara.
De la fase REM al gym
Pero que el amor no te quite el sueño, y si lo hace, asegúrate de saber en qué medida con un anillo con el que tomar nota de la calidad de tus cabezadas. Hablamos de Oura, el anillo con el que Gwyneth Paltrow y Kim Kardashian monitorizan cada noche sus saludables rutinas de sueño, que son tan envidiables que en ocasiones, comparten sus resultados en las redes sociales.
Sí: en tiempos de ansiedad sostenida, ¿acaso no es el sueño perfecto el último símbolo de estatus? En realidad, este anillo, a la venta desde 329 euros, hace un seguimiento de todo tipo de variables: tendencias de temperatura, frecuencia cardíaca, actividad diaria y recuperación, calidad del sueño, ciclos menstruales e incluso estrés.
El MWC Barcelona 2024 fue la cita elegida por Samsung para presentar Samsung Galaxy Ring, un gadget perfecto para monitorizar la salud. Detectará apneas del sueño y medirá el ritmo cardiaco, así como un sinfín de variables que aseguran que este lanzamiento, que se espera llegue a mediados de año, rivalice con Oura y sea sonado.
Otro de los preferidos del mercado es Ultrahuman Ring Air, que armado con un sensor de movimiento de 6 ejes, captura las complejidades de los movimientos del cuerpo con precisión. El seguimiento avanzado del sueño y el monitoreo de frecuencia cardíaca son algunas de sus funciones, y una de las que enamora a los adictos a la cafeína es la función con la que tomar decisiones inteligentes sobre su consumo, pues divide el día acorde a los momentos más favorables del usuario para que así pueda mejorar su productividad al saber cuándo es mejor tomarse un café. A la venta desde 379 euros.
Los grises de la tecnología
El problema de muchos de estos anillos inteligentes es que pueden desembocar en cierta obsesión por monitorizar cada aspecto de nuestra vida, algo que es especialmente doloroso en el caso de las mujeres, pues supondría una carga más que añadir al ya interminable listado de preocupaciones. El periodista Gary Wolf habló de "quantified self" (QS), un término que hace alusión a quienes miden cada aspecto de su vida para lograr diferentes resultados. "Se trata del auto conocimiento a través del auto control", asegura.
Por eso, aunque los anillos inteligentes nacen con la finalidad de facilitarnos la vida, hemos de tener cuidado de no caer en una hipervigilancia capaz de transformar a los supuestos aliados en grilletes.
Otro asunto delicado a tener en mente al hablar de la tecnología invisible es que aunque como no es intrusiva, es capaz de romper la tendencia a crearnos un cascarón envolvente y limitante, a su vez el silencio tecnológico puede ser comprometido.
"Es el caso de las cámaras que nos observan, los micrófonos que nos escuchan o los sensores que saben más de nosotros que nosotros mismos. Si a esto le añadimos la acumulación de datos y su procesamiento masivo… Aunque no hemos de ponernos paranoicos, tampoco hemos de pecar de ingenuos. En este sentido, en Rikki también estamos comprometidos con el respeto a la vida privada de las personas, por tanto, una de nuestras máximas es no acumular datos personales”, dicen Elena Yorda y Elena Fuenmayor.
"La tecnología invisible no ha de reclamar nuestra atención si realmente no la necesitamos y nos tiene que permitir prestar atención a nuestro entorno más humano y natural, como las personas cercanas o el ambiente que nos rodea", explican para finalizar.
Es decir, como cantaba Beyoncé, "put a ring on it" pero... Con cuidado, añadimos.
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