Francesco Hayez. El beso (1859).

Francesco Hayez.

Cuadros Fundamentales para entender la historia de la Pintura.

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El beso (1859). Francesco Hayez.
Óleo sobre tela. 112 cm x 82 cm.
Pinacoteca di Brera. Milán, Italia.

Esta pintura de Hayez es considerada como “el manifiesto del romanticismo italiano”. Una apreciación que no se debe a que es simplemente uno de los “cuadros de besos” más admirados que existen. El motivo es otro: se trata de un beso simbólico.

El arte del romanticismo es un arte en el que encontramos pasiones intensas e idealización (en un retrato romántico se idealizan las facciones y el carácter del retratado, en un paisaje romántico se exagera la belleza del paisaje y del momento -un atadecer “poético”, por ejemplo.

Por eso mismo, es muy común encontrar en el romanticismo pasión intensa e idealización en un sentido nacionalista: se exaltan las virtudes del espíritu de la nación a la que pertenece el artista, se idealizan héroes y hazañas. Es un arte en general “patriótico”.

La época en que Hayez pinta esta obra es una época de ideales de libertad, de nacionalismo, de lucha por la independencia. Estamos en la llamada Segunda Guerra de la Independencia Italiana, cuando la alianza entre el Reino de Cerdeña y Francia derrota a Austria.

Es el momento en que empieza la Reunificación de Italia (lo que también se llama Risorgimento). Y es por ello que en este cuadro, realizado y expuesto el mismo año de dicha victoria en el campo de batalla, los jóvenes que se besan usan ropas con colores que en un toque sutil y alegórico (simbólico) representan las banderas de Italia y Francia (las calzas rojas, la blusa verde y vestido azul y blanco).

El cuadro es tan exitoso que Hayez pinta otras versiones. Y como la historia va avanzando y la realidad cambia, en su última versión (1861, cuando nace el Reino de Italia), el vestido de la muchacha pasa a ser sólo blanco: sólo quedan los colores de Italia.