'La reina Carlota' y el 'gran experimento': ¿realidad o ficción?"

'La reina Carlota' y el 'gran experimento': ¿realidad o ficción?

Shonda Rhimes sorprendía al introducir este concepto en el spin-off de 'Los Bridgerton'.
'La reina Carlota', el spin-off de 'Los Bridgerton'
'La reina Carlota', el spin-off de 'Los Bridgerton'
Cinemanía
'La reina Carlota', el spin-off de 'Los Bridgerton'

El 'gran experimento' se presentaba en La reina Carlota, el spin-off de Los Bridgerton, como uno de los conceptos más innovadores y valientes introducidos por la princesa Augusta (Michelle Fairley), en el primer episodio. Por ello, la delgada línea que difumina la realidad de la ficción en la serie ha causado numerosos interrogantes sobre la existencia de algunos de los eventos presentes, en especial hacia la posibilidad de un amor birracial en pleno siglo XVIII.

El 'gran experimento' comienza cuando la Reina Carlota (India Amarteifio) llega a Inglaterra para casarse con el rey Jorge (Corey Mylchreest). Un hecho que provoca que la vida de los miembros de raza negra de la alta sociedad cambie sustancialmente, debido a la controversia que causa su aterrizaje en la Corte. 

Así, el 'gran experimento' se trata de un plan para salvar las apariencias de la monarquía británica, después de que Augusta quede sorprendida con el color de piel de Carlota, la futura mujer de su hijo, que esperaba que fuera muy diferente como princesa de Alemania. No "tan morena", según sus propias palabras.

En ese momento, la Cámara de los Lores inventa un proyecto para eliminar la segregación y otorgar títulos a miembros de otras razas de la aristocracia, como es es el caso de personajes como Agatha Danbury (Adjoa Andoh). Una manera de ocultar el mayúsculo error de una monarquía ignorante, que engañaba a la sociedad haciéndola creer que buscaba abrazar nuevos lazos entre diferentes razas. 

¿Está basado en hechos reales el 'gran experimento'?

"Esta no es una lección sobre historia. Esto es una ficción inspirada en hechos reales. Es muy importante para mí que la gente lo comprenda", ha señalado la showrunner Shonda Rhimes sobre el 'gran experimento'. "Estoy contando la historia de la reina Carlota de Los Bridgerton, no la de la Reina Carlota de Inglaterra".

Si bien esto no ocurrió realmente, sí que hay documentos que recogen pruebas sobre el color de piel de Carlota. "Muchos historiadores creen que la Reina Carlota era de herencia cultural mixta. Queríamos tomarlo en una dirección diferente a la que los libros de historia habían recogido, que fue básicamente enterrarlo y no hablar sobre ello", añade el director de la serie, Tom Verica. Unas palabras apoyadas por Rhimes. 

"Nos preguntamos, ¿qué pasaría si la sociedad aceptara esas diferencias en diversidad y elevara a la gente de color a posiciones y rangos destacados?", añade Verica. "El 'gran experimento' nos permite volver a imaginar cómo podría haber sido ese mundo si se hubiera aceptado esa parte de la identidad de Carlota".

"La política de Inglaterra en este período de tiempo en particular, y la política de la mayor parte del mundo, eran complicadas. Una de las cosas que Shonda ha entrelazado en esta historia de forma brillante es la idea de que la llegada de esta mujer hizo posible que otras personas de color ascendieran en las filas de la sociedad inglesa", señalaba por su parte la actriz India Amarteifio.

'La sirenita' o 'La reina Cleopatra', otros grandes experimentos

Resulta curioso descubrir que este 'gran experimento' de La reina Carlota se produce en un momento en el que algunos personajes, ya sean de la ficción o históricos, han sufrido cambios de imagen en sus adaptaciones recientes. Una serie de transformaciones por la que las actrices de raza negra Halle Bailey y Adele James han protagonizado La sirenita La reina Cleopatra, causando una enorme controversia ante su elección y un renacer del racismo más rancio.

Este mismo azote ya lo habían sufrido anteriormente otras producciones como Ana Bolena, El señor de los anillos: Los anillos de poder o incluso la propia Los Bridgerton. Una división patente entre el público que abraza la diversidad y aquel que aún es reacio a estas representaciones diferentes a las que están acostumbrados. 

El gran experimento de las compañías audiovisuales, que históricamente han invisibilizado la diversidad racial y sexual, y que continuará dando de qué hablar en el avance de la igualdad y la visibilidad de personajes racializados en un futuro.

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