'Juegos de Guerra', 'El día después'... 10 películas que anticiparon el temor nuclear que ahora sobrevuela Ucrania

'Juegos de Guerra', 'El día después'... 10 películas que anticiparon el temor nuclear que ahora sobrevuela Ucrania

La invasión a Ucrania por parte de Rusia ha vuelto a poner sobre la mesa todos nuestros temores atómicos.
'Cuando el viento sopla' es uno de los títulos más demoledores
'Cuando el viento sopla' es uno de los títulos más demoledores.
Cinemanía
'Cuando el viento sopla' es uno de los títulos más demoledores
'Cuando el viento sopla' es uno de los títulos más demoledores sobre un ataque nuclear.
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La escalada de tensiones internacionales a la que ha conducido la invasión de Ucrania por parte de Rusia está creando una gran agitación. Dentro de la industria de Hollywood, las grandes majors han resuelto descartar el mercado ruso de sus próximos estrenos, mientras la administración de Vladimir Putin se granjea un rechazo unánime... paralelamente al temor de en qué podría derivar todo esto. El ansia imperialista de Rusia vuelve la conversación pública a tiempos reminiscentes a la Guerra Fría, donde el arsenal nuclear de cada facción pasa a ser determinante en una pesadilla geopolítica. Ya hemos vivido cosas parecidas antes y, por supuesto, el cine lo ha registrado en consecuencia. 

'La hora final' (Stanley Kramer, 1959)

Fotograma de 'La hora final'
Fotograma de 'La hora final'

A finales de los 50 Stanley Kramer (uno de los grandes directores de estudio de la época, responsable de ¿Vencedores o vencidos?, El mundo está loco, loco, loco y Adivina quién viene esta noche) se puso en lo peor para imaginar un futuro postapocalíptico donde la Guerra Fría y el holocausto nuclear correspondiente habían se habían quedado cerca de extinguir a la humanidad. Un reparto de campanillas formado por Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire y Anthony Perkins (justo antes de triunfar con Psicosis) se abría paso en un escenario deprimente donde seguían buscando supervivientes mientras una nube radioactiva se acercaba a su último asentamiento, en una historia que buscaba criticar ferozmente la situación mundial. 

Disponible en Filmin.

'Hiroshima, mon amour' (Alain Resnais, 1959)

Fotograma de 'Hiroshima, mon amour'
Fotograma de 'Hiroshima, mon amour'

Ese mismo año la Nouvelle Vague comenzó a despuntar con el primer filme de ficción de Alain Resnais, aliándose con Marguerite Duras para desarrollar un poderoso y vanguardista poema donde se cruzaba el romance con el trauma del terror atómico. Una actriz francesa (Emmanuelle Riva) pasaba la noche en compañía de un hombre japonés (Eiji Okada) mientras rodaba una película en Hiroshima, dando comienzo un monólogo en off que pasaba revista tanto de las heridas personales de la mujer como de las duras condiciones de vida de la ciudad que, junto a Nagasaki, quedara arrasada por la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial.

Disponible en Filmin.

'Punto límite' (Sidney Lumet, 1964)

Fotograma de 'Punto límite'
Fotograma de 'Punto límite'

En 1964 vieron la luz dos grandes alegatos contra el devenir de la Guerra Fría, y ambos estaba involucrado el guionista Peter George. Uno fue ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú a cargo de Stanley Kubrick, buscando la comedia negra, y otro Punto límite, jugando con la política-ficción para desarrollar un thriller modélico dirigido con pulso firme por Sidney Lumet (que recientemente triunfara con Doce hombres sin piedad). Dan O'Herlihy, Henry Fonda y Walter Matthau protagonizaban una tensa trama que nunca abandonaba los despachos a la hora de radiografiar la crisis internacional que seguía a que una escuadra estadounidense de bombarderos recibiera por accidente la orden de atacar Moscú. 

'Estado de alarma' (James B. Harris, 1965)

Fotograma de 'Estado de alarma'
Fotograma de 'Estado de alarma'

La Guerra Fría arrojó al mundo a una situación de inestabilidad extrema, donde la impulsividad de unos cuantos hombres con poder podía tener consecuencias desastrosas. Estado de alarma, obra cumbre de las películas claustrofóbicas ambientadas en submarinos, se levantaba precisamente sobre esta idea: el capitán del destructor estadounidense USS Bedford (Richard Widmark), llevado por su delirio y su rencor, obligaba a su tripulación (y a un periodista al que le pillaba la crisis a bordo, interpretado por Sidney Poitier) a someterse a la persecución suicida de una nave soviética, desencadenando un conflicto internacional.

Disponible en Filmin.

'El día después' (Nicholas Meyer, 1983)

Fotograma de 'El día después'
Fotograma de 'El día después'

Los años 70 no fueron tan prolíficos como la década anterior a la hora de especular con las peores previsiones de la Guerra Fría, pero según esta se acercaba a su fin, en los años 80, volvió a divisarse un gran interés por parte del audiovisual en el conflicto. El día después fue un telefilm de ABC con Jason Robards muy popular en la época gracias a su visceralidad: nuevamente la escalada nuclear se había consumado, y todo era visto según la perspectiva de un pequeño pueblo de Lawrence, Kansas.

'Juegos de guerra' (John Badham, 1983)

Fotograma de 'Juegos de guerra'
Fotograma de 'Juegos de guerra'

El mismo año nos topamos con una forma lúdica de abordar el conflicto, en tanto a las disparatadas aventuras de un joven hacker (Matthew Broderick en el papel que le llevó a la fama poco antes de Todo en un día) que accidentalmente llevaba al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial. Todo por creer que estaba jugando a un videojuego mientras llevaba al Departamento de Defensa estadounidense a la conclusión de que estaba a punto de sufrir un ataque nuclear de la Unión Soviética, dentro de una comedia de aventuras muy querida por el público que, de hecho, llegaba a ser clave en el argumento de la novela Ready Player One de Ernest Cline (en la adaptación de Spielberg no tanto).

Disponible en Filmin

'Threads' (Mick Jackson, 1984)

Fotograma de 'Threads'
Fotograma de 'Threads'

Threads fue la respuesta británica a El día después, tratándose de otro telefilm (esta vez producido por la BBC) que ha pasado a la historia como una de las visiones más realistas del invierno nuclear. Centrándose en la ciudad inglesa de Sheffield, Threads indagaba en el giro más dramático posible de la Guerra Fría entre la OTAN y la Unión Soviética, utilizando el falso documental (con la aterradora cercanía correspondiente) para explorar qué había sucedido con la población británica trece años después de un apocalipsis atómico.

'Cuando el viento sopla' (Jimmy T. Murakami, 1986)

Fotograma de 'Cuando el viento sopla'
Fotograma de 'Cuando el viento sopla'

Sin salir de Gran Bretaña, y abordando la animación, hay que detenerse en este clásico basado en la novela gráfica de Raymond Briggs. Cuando el viento sopla contaba con la música de Roger Waters (Pink Floyd) para intensificar el carácter pesadillesco de la trama, aunque esta en sí misma ya era bastante perturbadora: la acción era sostenida por completo por un matrimonio de ancianos  (Jim y Hilda), que desde un pueblo de la campiña inglesa asistían por las noticias al devenir de la Guerra Fría. Su confianza ciega en el gobierno se veía comprometida poco a poco por las consecuencias del bombardeo nuclear, a través de unos memorables (por lo trágico) compases finales.

'Rapsodia en agosto' (Akira Kurosawa, 1991)

Fotograma de 'Rapsodia en agosto'
Fotograma de 'Rapsodia en agosto'

Luego de veinte años recorriendo varias partes del mundo para financiar sus películas, Akira Kurosawa volvió a Japón para rodar el que sería su penúltimo largometraje, Rapsodia en agosto. Durante años previos ya había dejado clara su preocupación por el ecologismo y el peligro nuclear (uno de los segmentos de Los sueños de Akira Kurosawa ahondaba en esto último), pero Rapsodia en agosto supuso su estudio definitivo del trauma de Nagasaki. Lo logró a través de la historia de una familia japonesa donde encontrábamos a Clark (Richard Gere), joven criado en EE.UU. que volvía para asistir al cumpleaños de su abuela.

'Pánico nuclear' (Phil Alden Robinson, 2002)

Morgan Freeman y Ben Affleck en 'Pánico nuclear'
Morgan Freeman y Ben Affleck en 'Pánico nuclear'
Paramount

El título original de Pánico nuclear es The Sum of All Fears. "La suma de todos los miedos", que bien podría referirse a todas las películas de esta lista y a las peores previsiones con respecto al conflicto Rusia-Ucrania. Se trata de la cuarta película protagonizada por Jack Ryan, el analista de la CIA creado por Tom Clancy, donde tras ser interpretado por Alec Baldwin y Harrison Ford pasaba a tener los rasgos de Ben Affleck. El rodaje de Pánico nuclear fue sorprendido por los atentados del 11 de septiembre, como ominoso precedente de la escena más célebre de la película: aquella donde una bomba nuclear, colocada por terroristas neonazis, hacía explosión en Baltimore. 

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