'El ángel de la muerte': historia real del enfermero asesino Charles Cullen ('The Good Nurse')

'El ángel de la muerte': la historia real del enfermero asesino Charles Cullen

Eddie Redmayne interpreta a uno de los asesinos en serie más peligrosos de EE UU. Esta es su historia real.
Así es el tráiler 'El ángel de la muerte'
Así es el tráiler 'El ángel de la muerte'
Así es el tráiler 'El ángel de la muerte'
Así es el tráiler 'El ángel de la muerte'

A finales de los ochenta, Charles Cullen era percibido por sus conocidos como un tímido y discreto enfermero que cuidaba a los pacientes de la unidad de quemados. Nadie imaginaba que en ese pabellón actuaba un asesino en serie. Por eso mismo, sus allegados se estremecieron cuando, en 2003, descubrieron lo que Cullen había estado haciendo durante los tres lustros anteriores en los nueve hospitales de Nueva Jersey y Pensilvania por los que había pasado. 

Estaba implicado en la muerte de más de 400 pacientes. Tras su detención, el estadounidense fue enseguida apodado por los medios como ‘El ángel de la muerte’. Sin embargo, no era en apariencia un monstruo, sino un marido y un padre querido, y un profesional respetado por sus compañeros del hospital. Hijo de un matrimonio de católicos irlandeses de clase trabajadora, Cullen era un veterano de la Marina, además de un enfermero registrado con una licenciatura en Ciencias de la Enfermería. 

“En el transcurso de dieciséis años, Charles Cullen había recibido docenas de reclamaciones y sanciones disciplinarias, y había sido el blanco de cuatro investigaciones policiacas, dos pruebas con detector de mentiras, tal vez unos veinte intentos de suicidio y un encarcelamiento breve, nada de lo cual manchó su expediente profesional”, cuenta el periodista Charles Graeber en su libro El ángel de la muerte (Península), producto de años de investigación y entrevistas inéditas, donde analiza la figura de uno de los asesinos en serie más peligrosos de la historia de Estados Unidos.

'El ángel de la muerte': asesinatos y ocultación

El libro de Graeber por momentos recuerda a la novela A sangre fría, de Truman Capote. Es el retrato periodístico de un joven que sufrió abusos en la infancia, protagonizó varios intentos de suicidio, cumplió dieciocho años tres meses después de la muerte de su madre, y terminó entregándose a su compulsión por matar (algo que solía hacer inyectando intencionalmente dosis letales de fármacos a sus pacientes).

Pero aquel tinglado empezó a caerse el día de 2002 en el que un compañero descubrió varios frascos de medicamentos sin usar en un contenedor de basura. Cuando quedó probado que fue Cullen el que los había robado, el de Nueva Jersey fue despedido.

Lo alucinante del asunto es que los hospitales en los que trabajó Cullen intentaron no enterarse mucho de sus fechorías. O bien las conocían pero, aun a riesgo de la vida de sus pacientes, hacían normalmente la vista gorda porque no querían que se dañara su reputación institucional. 

La cosa se puso seria después de que Cullen empezara a trabajar en el Somerset Medical Center, en Somerville, y una pareja de policías (el sargento detective Tim Braun y el detective Danny Baldwin) se hicieran cargo de la investigación. A los dos les llamó la atención la escasez de registros de Cullen y el empeño de los abogados del hospital en evadirlos (el centro médico tardó cinco meses en reconocer que tenía entre manos cinco "incidentes inexplicables de pacientes").

Cuando finalmente fue detenido, Cullen confesó todo. En marzo de 2006, el enfermero fue sentenciado a once cadenas perpetuas consecutivas en Nueva Jersey, y además se le consideró como inelegible para el beneficio de la libertad condicional durante 397 años, por lo que hasta el día de hoy permanece cumpliendo la sentencia en la prisión estatal de Nueva Jersey, en Trenton.

Cómo convertirte en un asesino

A finales de 2005, Cullen (que eludió la pena de muerte al confesarse culpable e identificar a todas sus víctimas) recibió permiso del fiscal general de Nueva York, Peter C. Harvey, para que donara un riñón. Esta noticia causó cierto revuelo y fue lo que motivó a Graeber a empezar a investigar su historia y a escribir el libro de true crime en el que se basa la película El ángel de la muerte (The Good Nurse), dirigida por el danés Tobias Lindholm y con un guion adaptado por Krysty Wilson-Cairns, nominada al Oscar por 1917.

“Al leer el libro me di cuenta de que no sería una película más sobre un asesino en serie, sino un retrato de un sistema que no consiguió detener al asesino en serie y de la enfermera que sí pudo hacerlo”, comentó Lindholm sobre este filme de Netflix protagonizado por Eddie Redmayne, ganador del Oscar al mejor actor protagonista por La teoría del todo.

Por lo visto, el actor no ha tenido contacto alguno con Cullen, pero sí quiso leerse el libro de Graeber y se reunió con una coach experta en movimiento para aprender a moverse como su personaje. “Ella se percató de que, en realidad, era casi como si le sostuviese la etiqueta de la parte posterior de su camisa”, ha señalado a Vanity Fair. “Es ahí donde se sitúa toda la tensión, y aquello resultó interesante de examinar desde el ámbito de lo físico”.

También se ha leído el libro El ángel de la muerte la actriz Jessica Chastain, quien dará vida en la película a Amy Loughren, una compañera de Cullen que renunció a la enfermería poco después del arresto del asesino. Hoy día trabaja como hipnotizadora y terapeuta de regresión a vidas pasadas. 

“Su participación en el arresto y condena de Cullen nunca se hizo pública”, señala Graeber. “Este libro marca el primer reconocimiento de su existencia como informante en este caso. Ni siquiera se le dijo a Charlie lo que Amy había hecho. En octubre de 2012, Amy viajó a la prisión estatal de Nueva Jersey en Trenton para ver a Charlie por primera vez desde su confesión. Amy le pidió perdón; Charlie le dijo que no era culpa suya”. Amy aún no le ha confesado a Charlie que ella era la informante secreta.

Mostrar comentarios