Los orígenes de Garfield en la animación: te lleva décadas de ventaja odiando los lunes

Los orígenes de Garfield en la animación: te lleva décadas de ventaja odiando los lunes

El gato más gordo del cómic se ha atiborrado de lasaña en especiales y series de TV que te animamos a revisar.
Imagen de 'Aquí viene Garfield' (1982).
Imagen de 'Aquí viene Garfield' (1982).
Cinemanía
Imagen de 'Aquí viene Garfield' (1982).

Parece mentira, con lo poco que se cuida, pero el caso es que la salud de Garfield parece inextinguible. Y no solo porque la creación de Jim Davis esté a punto de cumplir cinco décadas como el gato más gordo y sarcástico del cómic, sino también por una carrera audiovisual que viene desde mucho antes de lo que imaginas. 

Tras el estreno de Garfield: La película, algunos pensarán que esta es la primera aventura animada del personaje. O, en todo caso, que este debutó con aquellos dos filmes (2004 y 2006) en los que contó con la voz en VO de Bill Murray. Nada más lejos de la realidad: Garfield lleva paseándose por la pantalla desde 1980, cuando él ya era una celebridad mundial y Chris Pratt tenía un añito de edad.

De secundario a estrella sin perder un kilo

En su carrera televisiva, Garfield experimentó un ascenso igual de meteórico que en papel: nacido en 1976 como secundario en la tira cómica Jon, el gato acabó birlándole el protagonismo a su vasallo humano, iniciando un camino hasta la fama que le llevaría a aparecer en el libro Guinness como el personaje de cómic más sindicado del mundo.

Semejante popularidad no podía quedar al margen de la pantalla. En 1980, el mismo año en el que llegaba por primera vez a las listas de bestsellers del New York Times, Garfield apareció en The Fantastic Funnies, programa que rendía homenaje a iconos tales que los mismísimos Peanuts, Miss Peach, Olafo el Terrible, Blondie y otros personajes míticos. Comparados con los cuales, hay que señalar, nuestro felino adicto a la lasaña era solo un recién llegado. 

Pero el volumen de Garfield (en todos los sentidos) no podía quedarse solo en unos sketches anecdóticos. Dos años más tarde, en 1982, nuestro héroe tuvo su primer especial televisivo. 

Además de contar por primera vez con el trío protagonista de los tebeos (es decir, Garfield, Jon y el siempre babeante Odie), Aquí viene Garfield se benefició de una animación muy cuidada y de un reparto que incluía a Lorenzo Music como voz del protagonista, además de con canciones interpretadas por el grande del jazz Lou Rawls. Para colmo, nada menos que Charles M. Schulz (el creador de Snoopy) le echó una mano a Jim Davis rediseñando a sus personajes para el nuevo formato. 

En su primera emisión en EE UU, el especial tuvo una audiencia de 50 millones de personas. Además, fue nominado a dos premios Emmy, uno para el director Phil Roman y otro como mejor programa animado. Así pues, quedaba claro que aquello era solo el principio. 

Y vaya que si lo fue: en 1983, el equipo de Garfield en la ciudad se llevaba por fin el codiciado Emmy. Algo que animó a CBS a levantar la mano con los experimentos en siguientes especiales, como ese Garfield de acampada (1984) cuyos primeros minutos transcurrían en blanco y negro (con el pertinente mensaje de "No le ocurre nada a su televisor"). Tanto este nuevo programa como La aventura de Garfield en Halloween (1985) volvieron a casa con sendas estatuillas.   

Hasta 1991, cuando se despidió del formato con Garfield: El amo que quería vivir, Garfield acudió puntualmente a su cita televisiva anual. Y se permitió sorprender a los espectadores con títulos como Las nueve vidas de Garfield (1988), un trabajo episódico cuyos capítulos iban desde homenajes al clásico del cómic Krazy Kat hasta un momento de llorar mucho (El piano de Diana) y una denuncia sin ambages (ni risas) de la experimentación con animales.  

Asimismo, el gato y su familia se llevaron su tercer Emmy (y último hasta la fecha) con Garfield's Babes and Bullets, trabajo de 1989 que volvía al blanco y negro para convertir al personaje en un detective de película noir, con gabardina y todo. 

El gato y el cerdo: tal para cual

Estos aclamados especiales no fueron los únicos títulos de animación tradicional protagonizados por Garfield. En 1988, el gato tuvo por fin una serie titulada Garfield y sus amigos. La cual, además de ampliar el reparto con personajes del cómic como Nermal (el gatito más mono del mundo) y la veterinaria Liz (amor imposible de Jon, odio inextinguible de su mascota), obligaba al egocéntrico felino a compartir protagonismo. 

Porque, entre 1986 y 1989, Jim Davis trató de salir de la oronda sombra de su creación más famosa mediante otra tira cómica titulada La granja de Orson, protagonizada por un sufrido cerdito y sus compañeros. Así, Garfield y sus amigos incluyó sketches protagonizados por estos personajes, y no se cortó en implicarles a ellos y a Garfield en una feroz guerra de egos. 

En 1992, Garfield y sus amigos se despidió de la TV con su séptima y última temporada, que supuso también su canto de cisne en la animación tradicional. La muerte de Lorenzo Music en 2002 privó al gato de la que había sido su voz durante diez años, y las siguientes incursiones del personaje en TV (empezando por la serie El show de Garfield, 2009, y varias películas directas a dvd) han sido producciones en formato digital cuya calidad resulta, siendo generosos, muy cuestionable.  

Pese a esta bajada de revoluciones, y aunque la popularidad ochentera de Garfield sea hoy cosa del pasado, nadie puede discutirle al gato más gordo de Muncie (Indiana) su condición de icono. En sus trece especiales de TV y en Garfield y sus amigos seguimos encontrándole en su mejor momento: pateando a Odie, trasegando lasaña por kilos y, sobre todo, exclamando "¡Odio los lunes!". Como nosotros, Garfield, como nosotros.

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