“Fue una sorpresa para mí”: así fue el primer encuentro entre ‘El Chapo’ Guzmán y Lucero Sánchez López

A lo largo de la trayectoria criminal de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, otrora líder del Cártel de Sinaloa, varías mujeres fueron vinculadas a él. Entre ellas destacan sus tres esposas ―con quienes procreó un total de 10 hijas e hijos―, pero también Lucero Guadalupe Sánchez López, ex legisladora local de Sinaloa con la que sostuvo una relación sentimental durante sus últimos años en libertad.

De la relación entre Sánchez López y Guzmán Loera se sabe poco.

Su vínculo amoroso se hizo público en abril de 2015, luego de que fuera captada ingresando al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1, ‘El Altiplano’, con una identificación falsa. Sólo bastó una reunión de 15 minutos con el entonces líder del Cártel de Sinaloa para que su vida cambiara drásticamente.

En aquel año, Sánchez López se desempeñaba como diputada local del Partido Acción Nacional (PAN) por su natal municipio, Cosalá ―cargó que asumió el 1 de diciembre de 2013―, por lo que la noticia ocasionó que su recién iniciada carrera política llegara a su fin súbitamente.

El 13 de junio de 2016, la Cámara de Diputados aprobó con 414 votos a favor y 37 abstenciones quitarle el fuero para ser investigada por su relación con narcotraficante y, un año más tarde ―21 de junio de 2017―, la ex legisladora fue detenida en el Cross Border Xpress (CBX), en San Diego, Estados Unidos.

Tras declararse culpable del delito de conspiración para importar y distribuir más de cinco kilogramos de cocaína, fue ingresada al Centro Metropolitano Correccional (MCC) de San Diego. Sin embargo, al igual que otros personajes vinculados al Cártel de Sinaloa, Sánchez López consiguió su libertad tras testificar en contra de su ex amante y cooperar con las autoridades estadounidenses.

A mediados de 2023, ya en libertad, decidió romper el silencio y hablar sobre su relación con ‘El Chapo’. Esto fue lo que dijo.

En un restaurante de California, EEUU, Sánchez López reveló al periodista José Luis Montenegro que su primer encuentro con Guzmán Loera ocurrió en 2010, cuando ella tenía sólo 21 años.

Según el relato, incluido en el más reciente libro del comunicador ―Los Chapitos. Radiografía criminal de los herederos del Cártel De Sinaloa―, la joven vivía tranquilamente en Cosalá. Aunque estaba casada y con un hijo, Sánchez López se dedicaba a la cosmiatría y peluquería.

De acuerdo con Montenegro. su habilidad con las tijeras era tan buena, que llamó la atención de los líderes criminales.

En marzo de 2010, Juan Carlos Landeros, también conocido como ‘El Güero 90′, arribó a la ciudad sinaloense e informó a Sánchez López que sus servicios eran requeridos en la sierra, por lo que fue trasladada a la comunidad de Los Remedios, Tamazula, Durango, y posteriormente al Rancho San Juan.

A su llegada, la ‘Chapodiputada’ fue recibida por Liliana y Celia, cocineras de Guzmán Loera. Poco después, sin saber que era él, conoció al notorio narcotraficante.

Según recuerda la ex legisladora, el mismo día que se instaló en la sierra de Durango, un hombre de 1.68 metros de altura arribó a la zona a bordo de una cuatrimoto, se presentó como ‘Juan’, preguntó por su viaje y se retiró.

“¡Era El Chapo! Yo no lo reconocí (...). Fue una sorpresa para mí”, declaró a Montenegro.

Ese fue el inicio de una relación que ella misma señaló como abusiva en ocasiones.

Lucero permaneció una semana en la Sierra Madre Occidental sin que sus servicios fueran requeridos. Durante este tiempo, según informó Montenegro, fue cortejada por ‘El Chapo’.

“Cuando Lucero quiso conocer más acerca de ese personaje enigmático Lilia y Cecilia se limitaban a decir que era ‘El Tío’. Así firmaba las notas que, días después de su llegada, comenzó a recibir. El encargado de hacerle llegar recados románticos a Sánchez López, era, precisamente, El Güero 90″, se lee en su obra.

Acorde con lo revelado por la mujer, Guzmán Loera solía enviarle mensajes para decirle lo bella que era o recitarle algún poema. Así fue hasta que, finalmente, se le pidió que hiciera el trabajo por el cual fue buscada.

Luego de cortarle el cabello a notorios narcotraficantes como Dámaso López Núñez y Aureliano Guzmán Loera, Sánchez López comprendió que con quien había estado tratando era ni más ni menos que el líder del Cártel de Sinaloa.

Desde aquel día, Sánchez López se vio obligada a permanecer en el Rancho San Juan y responder para el líder criminal y, en 2011, según confesó, su relación sentimental dio inicio formalmente.