Wijnaldum se arrepiente de haber fichado por el PSG y, viendo que juega tan poco, buscará irse con su música a otra parte. Vaya, igual que le pasó a Neymar, tras seis meses en París se dan cuenta que el dinero no lo es todo. Recordemos que el neerlandés Wijnaldum lo tenía apalabrado con el Barça y se fue al PSG, en la penúltima curva, por casi el doble de pasta de lo que hubiera ganado en el Camp Nou. Otra jugarreta de Nasser Al-Khelaïfi con el Barça. Las de Gini Wijnaldum iban a ser las piernas que Koeman quería para rascar en su centro del campo pero, cuando todo cuadraba, el PSG se entrometió y el centrocampista resquebrajó el acuerdo. Terminaba contrato en el Liverpool el pasado 30 de junio, podía escoger destino y ahora ya sabe que se equivocó.
En la Ligue 1, Pochettino apenas le ha dado 13 titularidades, cuando en el Liverpool de Klopp venía de disputar las 38 jornadas sin perderse ni una. A sus 31 años, se ha dado cuenta de que lo que quiere es jugar y sentirse importante. Quizás en el Atlético de Simeone lo logrará. De haber venido al Barça, no sabemos cómo le habría ido a él, a Koeman y al equipo. Lo que es seguro es que se habría zampado algunos minutos de Gavi, muchos de Nico, y por lo tanto hubiera frenado su eclosión. Wijnaldum, en la historia del Barça, sólo aparecerá como verdugo del mejor ciclo nunca visto. Con sus dos goles en el 4-0 de Anfield impidió que Messi consiguiera un tercer triplete. Tras el de Guardiola y el de Luis Enrique, Valverde se quedó a las puertas.
Lee también
