Westminster, la joya gótica donde se coronan los reyes de Inglaterra

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La capilla del Pyx

A mediados del siglo XI, el rey Eduardo estableció su palacio a orillas del Támesis, cerca de un pequeño monasterio benedictino fundado un siglo antes. Eduardo reformó y amplió este monasterio y construyendo una gran iglesia de piedra en honor a San Pedro Apóstol. Los únicos rastros de esa abadía son los arcos de medio punto y las enormes columnas de soporte de la cripta y la capilla Pyx en los claustros. La cripta era originalmente parte de los aposentos domésticos de los monjes. La capilla toma su nombre de las cajas de madera en las que se guardaban las monedas de oro y plata a la espera del "Juicio del Pyx", que valoraba la pureza de las piezas acuñadas celebrado anualmente dese 1281.

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La sala capitular

Un ejemplo de este magnífico estilo gótico es la sala capitular, la habitación donde se reunían los monjes para escuchar un capítulo de la Regla de San Benito y recibían del abad las instrucciones para el día. Fue levantada entre 1246 y 1255. Es considerada el origen del parlamento inglés por ser el lugar donde se reunió el Gran Consejo del Rey en 1257. Su aspecto actual se debe a la restauración de 1872.

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Majestuosidad continental

El arquitecto encargado de la construcción de este nuevo templo estuvo muy influenciado por el estilo gótico framcéslas nuevas catedrales de Reims, Amiens y Chartres, utilizando los característicos elementos góticos de arcos ojivales, bóvedas de crucería, enormes rosetones y ventanas y arbotantes.

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Altura inabarcable

El diseño interior incluye naves laterales sencillas. La Abadía tiene la bóveda gótica más alta de Inglaterra (31 metros) y se hizo que pareciera más alta al estrechar los pasillos.

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Un gran espacio ceremonial

El centro neurálgico de la construcción debía ser un espacio grandioso frente al altar acorde con las ceremonias que debían llevarse a cabo en el lugar: coronaciones, funerales reales o matrimonios, como el que muestra la imagen tomada en 2011 entre Guillermo, actual príncipe de Gales, y Catherine Middelton.

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Cristal medieval

Este dragón es un ejemplo de la cristalería medieval que se conserva. Tan solo seis paneles de vidrio del siglo XIII y fragmentos de grisalla, que se exhiben en las Galerías del Jubileo de Diamante de la Reina, un espacio museístico nuevo, situado en el triforio (galería que rodea el interior del templo en el primer piso).

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La Capilla de Enrique VII

A inicios del siglo XVI, Enrique VII hizo una de las grandes aportaciones al edificio, la llamada Lady Chapel, dedicada a la virgen María: "uno de los edificios más perfectos jamás construidos en Inglaterra", según se dice. Lo más destacado es un techo abovedado tallado con decoraciones colgantes.

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Un remate de altura

La tal vez adición más espectacular, las magníficas torres que flanquean la entrada del templo y que le dan su característica silueta, se hizo en el siglo XVIII. Construidas con piedra de Portland son un modelo de diseño neogótico

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El Trono de la coronación

Eduardo I mandó realizar el Trono de la Coronación en la que desde finales del siglo XIII se entroniza a todos los reyes ingleses. Esta magnífica silla de roble estaba decorada con motivos de pájaros, plantas y animales sobre un fondo dorado. En la parte posterior había un rey con los pies apoyados en un león. Los cuatro leones doradosde su base se hicieron en 1727 para reemplazar los originales, datados de principios del siglo XVI.

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Vandalismo

El trono ha sufrido los avatares del paso del tiempo y del vandalismo. Centenares de grafittis surcan su centenaria madera. Son obra, en su mayoría, de la acción de los escolares y visitantes de Westminster en los siglos XVIII y XIX. Uno de los turistas grabó "P. Abbott durmió en esta silla del 5 al 6 de julio de 1800".

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La tumba del "primer rey"

A parte de la coronación, la abadía es también el lugar de reposo eterno de la mayoría de monarcas ingleses. Treinta reyes y reinas tienen su sepulcro en el templo, comenzando por Eduardo el Confesor, el promotor del templo primitivo. Su espléndido santuario se encuentra fue trasladado detrás del Altar Mayor tras la remodelación gótica de Enrique III, gran admirador de su predecesor. En los huecos de los laterales se arremolinaban cantidad de peregrinos que oraban junto a la tumba y pedían al rey santo que los curase de sus males.

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Las reinas hermanas

La tumba de la reina Isabel I es especial, en el pasillo norte de la Capilla de Enrique VII. La reina protestante está enterrada con su hermanastra, la católica María I, en una tumba imponente. En 1606, el ataúd de la reina fue trasladado a una bóveda debajo del monumento y colocado encima del ataúd de María I.

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Panteón de personajes ilustres

Pero la abadía ha servido también como lugar de descanso eterno para las personalidades más ilustres de Gran Bretaña, un panteón que alberga la tumba de más de 3.000 hombres y mujeres ilustres de los últimos siglos. La lápida sobre estas líneas pertenece a David Livingstone y en ella puede leerse: "Durante 30 años dedicó su vida en un esfuerzo incansable por evangelizar a las razas nativas, por explorar los secretos no descubiertos, por abolir la trata de esclavos que asolaba el África central".

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El rincón de los poetas

La lápida del mayor novelista inglés contemporáneo es muy simple: "Charles Dickens, nacido el 7 de febrero de 1812 y fallecido el 9 de junio de 1870". Su tumba está está situada en el llamado rincón de los poetas junto a, entre otras, las del compositor George Frederick Handel, el dramaturgo Richard Cumberland o el escritor Rudyard Kipling.

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Científicos eminentes

También hay lugar para el recuerdo de los mayores científicos del país, desde Isaac Newton a Stephen Hawking. La imagen muestra las lápidas de Charles Darwin, padre de la teoría de la Evolución y de John Herschel, matemático y astrónomo inglés, hijo del también astrónomo (y descubridor de Urano, William Herschel.