Todas las películas de Wes Anderson, ordenadas de peor a mejor: 'Asteroid City' revoluciona el ranking

Cuando hablamos de por qué nos gustan las extravagantes películas de Wes Anderson, nos referimos a las preciosas paletas de colores, los planos bien pensados, los personajes idiosincrásicos, la perfecta sincronización cómica, la química entre sus actores... y la lista es interminable. Su última película, La crónica francesa (del Liberty, Kansas Evening Sun), tiene todo eso. Lo que nos lleva a pensar que, después de todo, no son todas esas las razones por las que nos gustan las películas de Anderson. Resulta que nos gustan por sus deliciosas y apasionantes historias, lo único de lo que carece La crónica francesa. El formato de revista antológica quizá demuestre que Anderson puede conseguir que casi cualquier actor querido se preste incluso para los papeles más pequeños, pero eso no hace que la película sea coherente y atractiva.

Hay algo que decir sobre la primera película de un autor. Aunque esta película de atracos es la que menos se parece estilísticamente a Anderson de todas sus siguientes películas, es un debut impresionante, con indicios del director en el que se convertiría.

Con su segundo largometraje de animación, Anderson amplía su alcance con su propio guión original sobre un joven héroe que intenta encontrar a su perro exiliado en una isla a las afueras de la ciudad de Megasaki. Al igual que Fantástico Sr. Fox, Isla de perros es mucho más que una película infantil de animación. De hecho, los niños podrían tener dificultades con los tonos oscuros y la compleja narración. Pero los niños -y todos los demás- deberían ver una película que plantea la pregunta esencial: "¿Quiénes somos y quiénes queremos ser?". Los temas de un gobierno corrupto y de un gobernante tiránico obsesionado con la deportación resultan premonitorios, y además se incluyen probablemente las mejores representaciones animadas de una operación de riñón y de la preparación de sushi jamás filmadas.

Una película realmente hilarante sobre tres hermanos separados que se reúnen tras la muerte de su padre en un viaje en tren a través de la India. No es la más conocida de Anderson, pero es encantadora y sincera.

Life Aquatic fue un fracaso en taquilla, pero la película sobre una figura envejecida a lo Jacque Cousteau interpretada por Bill Murray ha cosechado seguidores de culto en los años transcurridos desde su estreno (e inspirado una década de disfraces de Halloween del escuadrón hipster). La colorida comedia sigue al Equipo Zissou en su búsqueda del "tiburón jaguar" que se comió a Esteban, el antiguo compañero de Zissou.

Quizá no haya emoción más fuerte que el enamoramiento preadolescente, y Moonrise Kingdom se propone demostrarlo, de forma juguetona pero no burlona. Anderson se vuelca por completo en su estilo visual en esta película, en la que dos preadolescentes amigos por correspondencia huyen juntos para vivir en la naturaleza en una isla de Nueva Inglaterra, para consternación de sus tutores adultos. Dulce, ingeniosa y entrañable, Moonrise Kingdom es otra de las películas que ha inspirado innumerables disfraces de Halloween a lo largo de los años.

Una película realmente fantástica. Fantástico Sr. Fox, basada en el libro infantil de Roald Dahl, merece figurar entre sus clásicos. La técnica stop-motion es el formato perfecto para el estilo de casa de muñecas de Anderson, y uno que incluso puedes enseñar a tus hijos para forzarles el buen gusto a una edad temprana. No hay que avergonzarse de que una familia animada de zorros te haga emocionar. Por cierto, qué malos esos granjeros...

Esta película sobre un acaudalado patriarca que se encuentra irremediablemente arruinado y solo tras una vida de fracasos y abandono parece aún más premonitoria hoy en día. Cuando se estrenó en 2001, Los Tenenbaums. Una familia de genios -que cuenta la historia de la familia Tenenbaum y a la gente que orbita a su alrededor en una versión cutre pero mágica de la ciudad de Nueva York- puso a Anderson en el mapa. Fue el momento en que pasó de ser un director estrafalario y relativamente desconocido a un autor que inspiraría a una generación de cineastas.

El Gran Hotel Budapest supuso la primera nominación de Anderson a los Oscar como Mejor Director y Mejor Película, y con razón. La magnífica e hilarante película sobre las desventuras de un conserje de hotel y su joven protegido en un país europeo ficticio de entreguerras es una clase magistral de construcción del mundo, diseño de vestuario, banda sonora y fotografía.

La segunda película de Anderson narra la mayoría de edad de Max Fischer, un sabio sensible y obsesivo. También marca la mayoría de edad de Wes Anderson. Visualmente, esta película definió las herramientas que perfeccionaría en las dos décadas siguientes, incluido su don para crear bandas sonoras. Con Academia Rushmore, Anderson recopiló una genial lista de canciones de la invasión británica de los 60, y también presentó a su muso Bill Murray. Academia Rushmore es la película en la que Wes Anderson se convirtió en Wes Anderson

Los detractores dirán que Asteroid City es más de lo mismo de Wes Anderson, un autor singular que vuelve sobre sus caballos de batalla estilísticos y temáticos, con la ayuda de un elenco de personajes en gran medida familiar. En muchos aspectos, tendrán razón. Desde sus ingeniosos niños prodigio hasta su paleta perfecta, la película está llena de firmas de Anderson. Pero más que una mera repetición, lo último de Anderson es una culminación, una reunión de las estrellas para producir la rara obra de arte que es a la vez magistral e inconsciente, segura y curiosa. Es una película sobre la búsqueda de sentido -en el arte, en la vida, en las estrellas- y una película que se contenta con no esforzarse demasiado por encontrar ningún sentido.