El Bayern de Múnich y el Real Madrid darán este martes, en el Allianz Arena, el pistoletazo de salida a las semifinales de la Champions League. Tras eliminar al Arsenal y al Manchester City de los cuartos de la máxima competición continental, bávaros y madridistas pelearán por un puesto en la gran final de Wembley, que se jugará el próximo 1 de junio en el mítico estadio inglés. Por su parte, la vuelta se jugará en el Santiago Bernabéu el 8 de mayo.
El Real Madrid volverá a enfrentarse al equipo alemán en el partido más repetido de la Copa de Europa (26 precedentes), siendo de veras el Clásico europeo por excelencia. La última eliminatoria entre ambos conjuntos fue en el cruce de semifinales de la edición 2017/2018, en el camino hacia la Decimotercera.
Aparte del potencial deportivo y de la gran capacidad financiera del Bayern y del Madrid, los dos clubes tienen en la publicidad otro filón con el que cada temporada aumentan sus ingresos de manera considerable merced al apoyo de la tecnológica HP al Real Madrid, y de Audi, en el club alemán, que reportan en ambos casos contratos de 70 millones de euros y entre 50 y 60, respectivamente, según los datos oficiosos que maneja el sector del márquetin en Europa.
En los 121 años de historia del Real Madrid, esta asociación del logo a la manga nunca antes se había producido. El club la exhibe actualmente tanto en los primeros equipos de fútbol masculino y femenino como en los filiales. Por el lado del Bayern, luce en su hombro desde 2021 en los partidos de Champions League el logo de Audi (cuatro aros entrelazados), uno de sus principales patrocinadores y propietario del 8,33 por ciento de las acciones del club.
En el terreno económico, la partida la gana el Real Madrid, que ingresó el pasado año un total de 831,4 millones de euros, frente a los 744 millones del Bayern, según datos del informe Deloitte Football Money League. La entidad presidida por Florentino Pérez facturó, en el año 2023, 403 millones en derechos comerciales, una cifra algo inferior que la del Bayern de Múnich, que se hizo con 419 millones.
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