El Inter de Milán tiene hecha la Serie A, pero quiere cerrar el capítulo cuanto antes y aprovechó su velocidad de crucero para pasar por encima del Empoli, que no hizo un mal partido pero fue superado por el líder destacado de la competición (2-0).
Si ya partía como favorito el equipo de Simone Inzaghi, las cosas mejoraron tan solo empezar a rodar el balón. El Inter, que en los ataques en transición es un experto en desplegarse y llegar con muchos jugadores, se adelantó con un gran remate de volea de Dimarco en posición de delantero centro y con la misma precisión que si lo fuera de toda la vida (5').
El resto del duelo, a decir verdad, fue un recorrido relajado en el que el Inter quiso encontrar el segundo, pero sin terminar de romperse. Lo pudo lograr en varias ocasiones. La primera seguramente la más clara ya que entre el palo y el meta Caprile se lo sacaron a Bastoni, también en una aventura ofensiva.
El Empoli se dejó guiar por el desequilibrio de Cambiaghi, la nota discordante de un ataque algo previsible y que puso a prueba a Audero, que antes tuvo que sacar una buena mano a Marin tras un desvío en un compañero.
Se hizo de rogar el segundo del Inter. Barella, Pavard y Lautaro tuvieron cada uno una ocasión clara para materializarlo, pero faltó más intención a sus remates. De hecho, llegó ya sin el argentino en el campo. Inzaghi decidió sustituirlo en el 77' y se fue con un cabreo importante pero se le debió pasar rápido porque Alexis Sánchez, quien entró en su lugar, remató con cierta fortuna una gran jugada colectiva para sentenciar el duelo ante el Empoli (77'). Y cuidado, porque si se dan las cosas el Inter podría ser campeón en el derbi ante el Milan.
