Entrevista con un vampiro (real): "Basta una cucharada de sangre a la semana"

Historias

"La extracci�n con mordisco no es segura: usamos cuchillas".

Le gusta el tiro al blanco, la criptograf�a y los viajes al extranjero... podr�a ser mi padre.

Sobre los vampiros: tengo buenas y malas noticias. Las buenas son que existen. Las malas son que se trata de gente como usted y como yo, y por tanto elmisterio se nos ha ido a hacer pu�etas.

Unos d�as atr�s lo que yo sab�a de los vampiros era lo mismo que sabe cualquier hijo de vecino. Quiz�s una miaja m�s, por mi ominoso pasado nerd. Se lo cuento sin googlear: dejando de lado las culturas anta�onas (no acabar�amos nunca), est� la mitolog�a serbio-rumana; la adopci�n decimon�nica de supersticiones transilvanas para darle un nosequ� g�tico a las novelitas de la �poca; Bram Stoker y la reconstrucci�n liberal de Vlad TepesEl empalador (figura hist�rica: gustaba de almorzar ante los cad�veres empalados de sus enemigos, el muy cafre); las representaciones f�lmicas de los expresionistas; el totalitario legado del horror Hammer, Bela Lugosi, etc; y todo eso. Me detengo antes de llegar a Crep�sculo porque ustedes no tienen ninguna culpa de todo esto y yo me noto la tripa un poco revuelta.

Seg�n la tradici�n fant�stica, un vampiro es una suerte de no-muerto (o ente inmortal) que regresa del otro barrio para alimentarse de la sangre de inocentes. Reh�ye la luz, luce incisivos afilados y dermis hepat�tica, duerme durante el d�a -como un farrero que ha cruzado la �ltima frontera del tarar�- y encima de un modo muy poco saludable (auguro problemas cervicales, si insiste en lo del sarc�fago), puede o no mutar a voluntad en murci�lago (dependiendo del trabajo de ficci�n que consulten; en Hotel Transilvania s� pueden) y para acabar con �l urge atravesarle el coraz�n con una estaca de madera. Algo que, por otra parte, acabar�a con cualquiera. Despedir tufo a ajo, seg�n dicen, tambi�n es un repelente eficaz contra ellos. Y contra todo el mundo, caramba.

Mi experiencia personal con vampiros, del mismo modo, es cero. M�s all� de que en EGB unos cuantos miserables me llamaran Dr�cula y de que durante un par de a�os durmiese con la manta aferrada al cuello para evitar sobresaltos nocturnos (por culpa de El baile de los vampiros), nada en particular me capacita para escribir sobre vampiros con autoridad.

Excepto una sola cosa, claro: llevo dos semanas hablando con uno.

BEBEDORES DE HOMOGLOBINA

Que cese el redoble. S� lo que han imaginado, porque es lo mismo que yo imagin�: citas secretas en el submundo, c�digos arcanos de iniciaci�n, �si te cuento esto tendr� que matarte, Kiko�, v�rgenes sangrantes en el matadero, logias crepusculares de bebedores de hemoglobina y mucha, pero que mucha, nocturnidad (esto ya me iba bien, francamente). Y capas de raso, lucidas en plan Count Five. Sin embargo, la realidad vuelve a defecar en mis sue�os, como es su costumbre.

Mi vampiro se llama Merticus-solo una palabra, como Morrissey-, y le he conocido a trav�s de internet. Por esa misma raz�n no deber�a creer una sola palabra de lo que me cont�, si no fuese porque todo era tan... �Cre�ble?

Demasiado cre�ble para mi gusto, si entienden lo que quiero decir.

Se lo explico con palabras de Merticus: los Vampiros Reales (VR) son �personas que no pueden mantener adecuadamente su bienestar f�sico, mental o espiritual, sin la toma de sangre o energ�a vital de otras fuentes. Sin alimentarse, un vampiro se volver� let�rgico, enfermizo o deprimido�. Existen dos tipos de VR: los Sangu�neos y los Ps�quicos. Los Ps�quicos se alimentan de la energ�a �pr�nica� de otra gente, mientras que los Sangu�neos necesitan ingerir sangre; tal cual.

No se alarmen, ni visualicen el cortinaje zarandeado por el viento y un adefesio con piel de alabastro hincando los incisivos en su aorta. Seg�n Merticus, �los Sangu�neos consumen sangre de donantes voluntarios, y los acuerdos se pactan en un contrato verbal o escrito. Un vampiro Sangu�neo est� muy preocupado por la salud de su donante (...). Se utilizan lancetas m�dicas y cuchillas esterilizadas para extraer la sangre; la extracci�n a trav�s del mordisco no es una pr�ctica sanitaria o segura. La frecuencia de la alimentaci�n var�a, pero una o dos cucharadas una vez por semana suelen bastar�.

ASESOR DEL FBI

Merticus es un anticuario de 37 a�os de Atlanta (EEUU), y se define como vampiro desde 1997. Es el fundador de la AVA (Atlanta Vampire Alliance), y referencia nacional para cualquier jaleo relacionado con filo-vampirismo. Cuando alg�n nuevo serial killer tarado alardea de pulsiones vamp�ricas (o antrop�fagas), el FBI siempre llama a Merticus para que aclare qu� es qu� (los asesinos chiflados nunca son VR).

Seg�n �l, los Vampiros Reales llevan existiendo en forma individual desde los 70, y hace unos treinta a�os en cuanto a comunidad organizada. Vamos a asumir que se refiere a autoidentificarse como VR, separados del clich�, no a que su condici�n exista s�lo desde 1970. Porque entonces esta comunidad es m�s nueva que el dubstep, y otro mito -lo de su existencia desde los albores de la civilizaci�n- se ha ido por la alcantarilla. En todo caso no se trata de hematoman�a, fetichismo por la sangre ni porfiria. Es Vampirismo Real, nada m�s.

Y antes de que lo pregunten: en Espa�a tambi�n existen, pero no son muy amigos de hacer declaraciones. Su web se llama Noctalium, y su administrador (Mistwolf) respondi� a mis correos, pero no parec�a el tipo de web que bulle de actividad febril (�ltimos posts del 2013, y ese tipo de se�ales). House of Byron, la otra web que me hab�an recomendado, ni siquiera cargaba la p�gina. Una pena, la verdad, porque me hubiese interesado charlar con vampiros espa�oles. Gaditanos, por ejemplo.

Merticus s� es activo: est� casado, y se alimenta de su mujer (con el consentimiento de ella). De sus palabras deduje que el resto de su familia no ten�a conocimiento del tema. A lo largo de su vida Merticus ha conocido a 300 VR en persona. La vida diaria de estos vampiros reales no difiere del mainstream, si quitamos el inter�s de algunos de ellos por el BDSM (�el 39% de los casi 1.000 vampiros autoidentificados que participaron en el Estudio de Investigaci�n sobre Vampirismo y Energ�a (2006) profesaba que participan en actividades sadomasoquistas�).

Merticus no niega el car�cter depredador de su dieta: �Soy lo que se conoce como un vampiro h�brido o alimentador ecl�ctico. Mi preferencia de alimentaci�n primaria es la energ�a pr�nica de los dem�s a trav�s del tacto o la respiraci�n, a menudo junto con contacto t�ntrico o sexual�. Si suena parasitario es porque quiz�s lo sea. Merticus confiesa que posee �un instinto natural para sacar fuerzas de situaciones cargadas, o alimentarme ps�quicamente de un conflicto provocado por otros�. El estado del donante tras la transacci�n puede ser de euforia o fatiga extrema. Por esa misma raz�n Merticus insiste en que conviene extremar los cuidados postratamiento. Los VR que agarran sin permiso energ�a de un solo fulano existen, pero se trata de una pr�ctica condenada por la colectividad (lo llaman �violaci�n ps�quica�).

Los detalles pop son pocos, para aquellos de ustedes que vivan para ello (mi caso). Merticus viste de negro, pero sus razones tienen m�s que ver �con los cl�rigos o Johnny Cash que un supuesto amor por lo macabro o no conformidad�. En el apartado creencias, Merticus se define a favor del �cristianismo esot�rico, los fil�sofos apolog�ticos y el control de la voluntad personal�. No a�adi� demasiados detalles personales m�s, excepto esto: �Soy un enigma privado y misterioso, pero voy a decirte que tengo dos perros, y que disfruto del tiro al blanco, la criptograf�a, los viajes internacionales y la compa��a de gente interesante�. Dicho as� podr�a ser mi padre.

POCO MIEDO

Para los fan�ticos de la �pica y el enigma estas afirmaciones son un mazazo en el menisco, sin duda. Porque lo de los VR da menos miedo que un cat�logo de Media Markt.

El Vampirismo Real es una subcultura edificada a partir de un determinado paquete de particularidades innatas: Merticus habla de alg�n tipo de deficiencia org�nico-ps�quica determinable cient�ficamente; y aporta como prueba la tendencia de los VR a haber sufrido disfunciones pituitarias o alteraciones del sistema endocrino en la infancia. Todo ello es asaz terrenal, y por tanto buena noticia para aquellos que deseen su asimilaci�n en sociedad. Merticus es ambivalente al respecto. Desprecia la �superficialidad y la predictibilidad� del ser humano, pero no debe apetecerle que aparezcan en su portal varias decenas de rednecks blandiendo estacas y crucifijos, apestando a alioli. Que la gente es muy burra, y ya sabemos c�mo funcionan las masas.

Lo que han hecho los Vampiros Reales, seg�n deduzco, ha sido la estandarizaci�n de su peculiar modalidad de sed, por razones �ticas y (quiz�s tambi�n) por pura supervivencia. Han creado una asociaci�n que hace 200 a�os se habr�a constituido mediante ritos teatrales, estatutos cuestionables y ropajes molones, y -previendo los linchamientos y un futuro de fachadas tiznadas con grafiti falt�n- la han transformado en algo tan amenazante como un campamento depaintball. De cara a los normales, quiero decir. Es un club que, ya se ve, ha adoptado t�cticas casi fordistas de funcionamiento. Una cadena de montaje de chupadores de sangre. Ni una parafilia, ni un culto, ni una religi�n ni, desde luego, una jaur�a de g�ticos aburridos con veleidades trolleras.

Hablamos de gente en posesi�n de un secreto notable, inoculados por un talante que ser�a demonizado por el p�blico de a pie, pero que logra andar entre nosotros sin despertar sospechas. Las mejores subculturas -o, cuanto menos, las que alcanzan una longevidad digna de menci�n- siempre son las que adoptan el anonimato urbano como caracter�stica fundamental, no las que se enfrentan a la autoridad con gestos vac�os, cuero negro y escupitajos a ancianitas. Los vampiros reales se antojan, as�, pulcros, decentes, normales de cara al exterior. Les va la vida en ello.

Por supuesto, el tema clave aqu� es la normalidad. �Qu� constituye un comportamiento normal? Seg�n lo veo yo, solo la fuerza num�rica y la homogeneidad (y elzeitgeist) son decisivos a la hora de normalizar un acto o un v�nculo de afinidad. Lo que hacen los forofos del f�tbol en mi patio de vecinos -lanzar pirotecnia a lo loco, pegar berridos a horas intempestivas, disfrazarse de fantoches pintarrajeados, etc- ser�a altamente punible por la ley, o cuanto menos motivo de mofa callejera, si no fuesen mayor�a. La diferencia reside en la cifra. Millones de personas provocan que un comportamiento sea aceptable, ampl�a la ventana Overton de lo que es tolerable por la opini�n p�blica, y lo que, por el contrario, se desde�a como una frikada de marginados sociales.

Ahora que conozco su existencia, no tengo m�s que cari�o por estos nuevos vampiros, como lo tengo por cualquiera que viva de un modo distinto al del mainstream y cuya conversaci�n no incluya �l�neas educativas�, �queda mucha liga� y �estoy de lunes�. Y sin embargo, una parte de m� a�n desea que llevasen capotes y colmillaje, que fuesen eternos y se transformaran en mam�feros alados a voluntad. Fan del mito que es uno; qu� puedo decirles.