Instinto (1999), de Jon Turteltaub

Deben ser fotogénicos, porque los gorilas están presentes en bastantes películas. Enseguida vienen a la memoria Mi gran amigo Joe, la historia de un simpático gorila que es trasladado a un zoo americano; Gorilas en la niebla, basada en la vida de la estudiosa de los gorilas Diane Fossey; y King Kong, uno de los monstruos más célebres de la historia del cine.

Cuba Gooding Jr.

“[Me reuní con el director]. Empezamos hablando primero de animales... y enseguida nos pusimos a hablar de la familia, y le conté cosas de mis hijos, y de las cosas que pasan entre padres e hijos, y mi relación personal con mi padre, que no existió realmente hasta que me hice mayor... Y estaba como a punto de llorar en aquel bar, hasta que cambiamos de conversación. Al final, cuando me iba, sabía que ese tipo iba a pelear para que me dieran el papel.”

Anthony Hopkins

“Muchas veces me preguntan por qué hago determinados films. He hecho algunas películas malas. Y algunas medianas. Otras veces no tenía una idea clara de la película, y he saltado al vacío y después me he ido con mi sueldo. Necesito trabajar desesperadamente. (...) Cuando me llegó este guión, tenía una actitud abierta realmente extraña acerca de las cosas. Me llega el guión, y mi agente llama, y empieza a contar maravillas, mientras yo permanezco neutral. No quiero luego decepcionarme. Es una respuesta automática. Pero era un guión poderoso.”

La película ha contado con la intervención de Stan Winston, uno de los más afamados magos de los efectos especiales en el campo de los animatronics. Suyos son los gorilas con los que convive Anthony Hopkins, que parecen realmente vivos.