El secreto mejor guardado del Manchester City de Guardiola es el café: "El mejor fichaje de Txiki; la culpa es de Estiarte" | Relevo
MANCHESTER CITY - REAL MADRID

El secreto mejor guardado del Manchester City de Guardiola es el café: "El mejor fichaje de Txiki; la culpa es de Estiarte"

Enzo y Euggenio llegaron desde Italia para dos meses, llevan casi dos años y son de los más queridos en el vestuario.

Guardiola, en un entrenamiento del City. /GETTY
Guardiola, en un entrenamiento del City. GETTY
Lu Martin

Lu Martin

Josep Guardiola i Sala salió del Selhurst Park, el campo del Crystal Palace, el sábado 6 de abril, tres días antes de que el City jugara en el Bernabéu la ida de los cuartos de final de la Champions League contra el Real Madrid. Si eso era un marrón –"nadie gana al Madrid dos veces seguidas en su competición", dijo Pep– el de Santpedor volvió a Mánchester desde el culo de Londres consciente de que Aké había caído en combate. La idea optimista era que, metidos en un calendario infernal, no se lesionara nadie, que bastante tenían con Ederson y Walker fuera y a Stones volviendo de una lesión. Pues no, el holandés fuera contra el Madrid. Al menos sumaron tres puntos que le permitían seguir en la pomada de la Premier.

En consecuencia, Pep le dio vueltas al tarro y buscó solución. No tenía muchas, así que al día siguiente, cuando llegó al entrenamiento, había encontrado el camino. No le bastó. Lo peor estaba por llegar.

El sábado pasado, el City le metió cinco al Lutton. La pelea en la Premier seguía cruel. Un resbalón y pasabas de depender de ti a ser outsider, a esperar lo que haga el otro. Ganó Pep, perdieron Arteta y Klopp y el City, llegada la hora de la cena el domingo, es líder otra vez. La espalda le dolía menos al catalán después de haberse pasado la tarde viendo fútbol en la tele, partidos del Madrid y análisis con su equipo de trabajo y el ordenador. Por la mañana hubo trabajo de recuperación en la CFA para los que jugaron, y sesión más intensiva con los que fueron suplentes, en la que como siempre participó Guardiola. Por la tarde, fiesta. Y el lunes por la mañana también. La cita era el lunes a las tres de la tarde, listos para centrarse ya obsesivamente en el Madrid. Guardiola llegó antes de la una, más o menos. Pidió un par de cosas a sus colaboradores, que obviamente ya estaban currando, y un café. Ese, el café, es una de las armas secretas del centro de operaciones del Manchester City.

Tres cambios de alineación antes de la ida

En esta eliminatoria del City contra el Madrid, la 25ª vez que Pep le echa un pulso a la leyenda blanca, el de Santpedor ha pasado de elaborar cuatro alineaciones para afrontar el partido al Bernabéu a pedirle un café a Enzo Perreti y Euggenio Santoro. Son probablemente el mejor fichaje de Txiki desde que aterrizó en la capital de la revolución industrial, la ciudad que primero le robó el puerto a Liverpool después la música y finalmente, el fútbol, según solía decir Michael Robinson.

Antes de afrontar la ida en el Bernabéu, Pep cambió tres veces la alineación. Primero por la lesión de Aké, que obligó a reconstruir la línea defensiva. Pero el domingo por la mañana fue Josko Gvardiol quien levantó la mano. Las pruebas descartaban lesión pero le dolían los adductores. Aun así voló a Madrid. El panorama era algo dramático y cuando dio la charla, después de cenar el lunes con su amigo David Trueba en un hotelazo de la Castellana, Rodri era central, Akanji jugaba por la izquierda y Stones por la derecha.

Pep estaba tranquilo. "Desde Estambul está irreconocible", dicen. "No para, su cabeza no para, pero tiene más momentos de relax", aseguran quienes trabajan a su lado. También depende de cómo tenga la espalda, claro. Aunque le operaron de una hernia discal hace poco más de un año y ha mejorado, le sigue doliendo de vez en cuando. Pero el lunes, antes del primer asalto al nuevo Bernabéu, estaba tranquilo. La suerte parecía echada. Pero no.

El martes por la mañana Gvardiol se probó, le tocaron los fisios y desaparecieron las molestias. Pep volvió a cambiar la alineación. A jugar el croata y Rodri, a su sitio. En la charla de la mañana se lo dijo al equipo. En el fondo, la manera de jugar no cambiaba, la idea es intocable, pero algunos volvían a zona de confort. A Pep se le vio muy poco el día del partido por el hotel. En eso mantiene hábitos. Y cábalas. Una llamadita aquí, un mensajito por allí... Lo típico.

Guardiola celebra el gol de Foden.  EFE
Guardiola celebra el gol de Foden. EFE

Camino del Bernabéu, todo en su sitio. Pep puso algún whatsapp, como siempre. Pero nada más llegar al estadio, al vestuario visitante, Kevin De Bruyne, el capitán, desapareció en un lavabo. Salió blanco, con sudores, absolutamente descompuesto. Levantó la mano: en esas condiciones no podía jugar. Tercera vuelta de rosca al equipo y esta vez sí necesitaba algún retoque táctico. Tampoco le salió mal. Por la noche, cenando al lado de Kaldoon, algo más que su jefe, ya parecen amigos, se le vio contento y satisfecho.

Un café nada más llegar: espresso o capuccino

Ayer, cuando la maquinaria se puso en marcha para eliminar al Madrid por segundo año consecutivo –"eso no lo ha hecho nadie, dice Pep- todo había cambiado mucho echando la vista atrás. El técnico llegó a la ciudad deportiva muy pronto, como siempre, y se pidió un café. No hace falta que dé muchos detalles. Enzo, que es de Parma, y su compañero Euggenio, nacido en Martina Franca, en Puglia, saben perfectamente cómo le gusta el espresso y cémo le gusta el capuccino, depende de la hora. O cómo le gusta a Txiki, aunque ellos le llamen capuccio. De hecho, saben cómo le gusta el café a cada uno de los jugadores y técnicos del City porque desde hace casi dos años son una parte imprescindible del grupo, capaces de no decir nada o de hacer la broma oportuna. "Saben estar, son top", dicen de ellos. "Son el mejor fichaje de Txiki, by far", reconoce Pep entre risas. "A mí que no me miren", asegura el vasco cuando le encuentras, tomando un café, en el centro de Mánchester. "La culpa es de Estiarte"."Yo solo di mi opinión, cuando me preguntaron", se disculpa el ángel de la guarda, a veces el poli malo, de la CFA.

Lo cierto es que la maccinetta, una Biepi MC-E última generación impresionante, no da abasto. Los baristas reparten cafés, sonrisas y ristrettos de manera espectacular. "Son muy buenos en lo suyo, pero además son muy majos y se integraron de maravilla. Les dimos cuatro consejos y lo pillaron a la primera", reconoce el que fuera chef del primer equipo, Jorge Gutiérrez, canario que volvió a casa después de ganar la Champions.

"Por rendimiento y calidad/precio, no hay color, Enzo y Euggenio son un gran fichaje"

BEGIRISTAIN

La historia es muy simple. Por todas las oficinas del club hubo siempre repartidas en las zonas de descanso varias cafeteras de cápsulas para empleados y también en el edificio del primer equipo. Vas con tu taza o coges un vaso y te haces un café. En la zona de los jugadores hay una Nespresso, sube el nivel. Así que en la reforma del comedor se instaló una cafetera top, superprofesional y habiendo más de un italiano, muchos españoles y Manel y Pep, que gustan del buen café, se trataba de conseguir hacerlo bien. Y llegaron dos baristas para enseñar cómo se hace un buen café: tenían que estar un par de meses y ahí siguen.

"Por rendimiento, calidad/precio, no hay color, es un gran fichaje", insiste entre risas Txiki, al que Pep no tardó en convencer de que era necesario tener a dos tipos que hicieran ese café. Y como siempre, como de lo que se trata es de tenerle contento pero de que que nadie entre en esa casa para no aportar y que no perturbe el buen ambiente, Txiki, antes de darle el OK a Pep y a los jugadores, que estaban encantados, miró a Manel. Y Manel dijo que sí. Y acertó. Como suele decir Pep, "Estiarte nunca se equivoca con la gente" .

"Son supermajos", dicen los que les han tratado. Enzo, además, estudia para fisioterapeuta, así que se lleva muy bien con los del gremio. Los dos llegan muy pronto, antes que nadie, para calentar la máquina y tenerlo todo preparado. Pero nunca le niegan ayuda a los de la cocina. Son divertidos, nada entrometidos y saludan en euskera a Txiki, a Lillo, y a Xabi Mancisidor, el entrenador de porteros, le reciben con "egun on", les dan las gracias con un "eskerrik asko" y usan el "mesedez". Y en catalán a Pep, Planchi, les dicen "bon dia", "moltes gracies", porque Edu, un cámara del club, de Girona, hijo de vasca, les enseñó algunas palabras.

Guardiola abraza a Ancelotti en el Bernabéu.  EP
Guardiola abraza a Ancelotti en el Bernabéu. EP

Pep volvió contento del Bernabéu. "Sabe de lo difícil que es sacar un resultado como este, que lo deja todo abierto para la vuelta. Así que está muy satisfecho del partido que hizo el equipo", cuentan. Como entrenador ha vivido 24 encuentros ante el Madrid: festejó 13 victorias, lleva siete empates y sufrió cinco derrotas. En las temporadas 2011, 2014, 2022 y 2023 y en los octavos de final de 2020 se cruzó con ellos en la Champions. Les eliminó con el Barça (0-2, goles de Messi, y 1-1 en la vuelta), en las dos posteriores se vio superado por los blancos, en 2014 cayó goleado en el Allianz Arena de Múnich (0-4), y hace dos años dolorosamente eliminado en la prórroga después de que Rodrygo marcara dos goles in extremis y Benzema sentenciara de penalti. El año pasado, ganó el pulso empatando en la ida (1-1) y arrasando en la vuelta (4-0) .

Puede hacer historia al convertirse en el primer entrenador que elimina al Madrid tres veces de la Champions. Todo ha cambiado mucho en una semana. Vuelven Walker y Ederson, seguramente no tendrá que inventarse tres alineaciones en 24 horas y ayer Enzo y Euggenio le hicieron el café. Los baristas son sólo dos más de un grupo que demuestra que el City es mucho más que una plantilla, un genio y un Estado. "Los detalles importan", decían Cruyff y Pep es consciente de ello. Por eso sabe que tienen una oportunidad histórica de tocar el cielo, de eliminar por segundo año consecutivo al Real Madrid. Así se toca el cielo, en el Etihad no hay techo y el césped esta perfecto. Y hay café.