La noche madrileña se reinventa con cada generación y nunca pierde fuelle, a las discotecas y coctelerías de toda la vida, se le suman los bares clandestinos. Que un garito esté escondido le añade emoción, sin prohibición mediante —es todo fachada— lo que cuenta es la experiencia.
La idea ha calado tanto que además bares ocultos y coctelerías speackeasy, se suman karaokes y restaurantes que aúnan un poco de todo.
1. Bad Company 1920
Las coctelerías están viviendo un nuevo apogeo y ambientarlas es clave para su éxito. Bad Company 1920 funciona como un Delorean. Vuelta a plena Ley Seca y bienvenida la oportunidad de conocer los speakeasy (tipo de negocio clandestino que nació en Nueva York y donde se consumía alcohol: por fuera parecía establecimiento anodino y por dentro era un bar). No en vano, los cócteles llegan en recipientes que seducen e invitan a pensar que son cualquier cosa: la boina de los Peaky Blinders o el proyectil de Lancelot son buenos ejemplos.
Necesitarás una contraseña para entrar. Pista: la renuevan cada mes y la anuncian en su Instagram.
📍 Calle de Miguel Moya, 8 (Malasaña)
2. Jack’s Library
Jack’s Library es una librería con una sospechosa luz tenue y cálida, llena de plantas y velas. La realidad es que es una coctelería con referencias speakeasy. Su fundador, Murray MacDonald, un escocés que lleva años preparando combinados en Madrid, también regenta la coctelería contigua, Ficus, de inspiración africana.
MacDonald diseñó esta coctelería intimista desde cero, en la que la privacidad se guarda con recelo y las fotografías no están permitidas.
📍 Calle Santo Tomé, 8 (Salesas)
3. Guru Lab
Un speakeasy debe mantener esa esencia de bar clandestino, de espacio oculto en el que se vende alcohol de manera ilegal; de algo que es pero no debería de ser. Y eso es algo transmite a la perfección Guru Lab, un fascinante espacio escondido tras la puerta de lo que parece un restaurante chino desolado que nace como laboratorio de experimentación para Salmon Guru, una de las mejores coctelerías del mundo. Concretamente, la número 16 según los 50 World’s Best Bars.
Al más puro estilo «omakase», expresión japonesa que significa «confiar en el chef», allí uno va y en función de sus gustos, intolerancias o restricciones alimentarias, y según los alimentos y licores del día, va probando los cócteles y platos que le van sacando. Todos ellos deliciosos. Es un espacio donde la creación y la creatividad no tienen límites, un lugar al que ir para dejarse sorprender. Recomendamos reservar: solo abre de jueves a sábado, al ser un sitio íntimo y exclusivo, no hay espacio para demasiados comensales.
📍 Calle de Echegaray, 14 (barrio de Las Letras)
4. Estupenda café bar
Estupenda Café-Bar quiere que sientas que estás dentro de la serie de David Lynch, Twin Peaks. Y tiene todo el sentido que detrás de uno de los bares más alternativos del barrio de Malasaña esté Silvia Superstar. Uno de los últimos iconos de La Movida, cantante del grupo Killer Barbies, que renovó el antiguo Coconut Bar, convirtiéndolo en Estupenda Café-Bar.
Arriba es un dinner americano con una carta que lo deja claro: tartas caseras, perritos calientes, batidos o cócteles desde el mediodía hasta la madrugada. Mientras que la parte de abajo toma el relevo por la noche y se transforma en un espacio para sesiones de Dj’s, cine y monólogos.
📍 Calle de San Roque, 14 (Malasaña)
5. Medias Puri
Medias Puri no es una mercería normal. Podríamos daros varios motivos por los que no debéis ir en busca de medias, botones o hilos, como, por ejemplo, su horario. Sus puertas abren cuando muchos se van a la cama y la verdad es que a pesar de que habrá mucha lycra, no podréis adquirirla ahí.
Los bajos del Teatro Nuevo Apolo (Tirso de Molina, 1) albergan el local de Puri, una señora de 60 años que, junto a Felipe de Lima (Premio Max 2015 al Mejor Diseño de Vestuario), ha revolucionado la noche madrileña. La trastienda de su mercería es la entrada a un club clandestino capaz de albergar hasta a 1.000 personas.
📍 Plaza de Tirso de Molina, 1 (centro)
6. Hemingway Cocktail Bar
Hemingway Cocktail Bar es el bar clandestino del Hotel NH Madrid Suecia. Situado detrás del Círculo de Bellas Artes, la coctelería toma el nombre del célebre escritor estadounidense que, además de recorrerse gran parte de los bares de Madrid, se hospedó en el hotel antes de volver definitivamente a su país.
El acceso no es intuitivo, ni fácil. A este bar clandestino se accede por una puerta lateral en el baño unisex al que se accede por unas escaleras que bajan desde la primera planta. Pero todo suma puntos para crear la sensación de verdadero speakeasy.
📍 Calle del Marqués de Casa Riera, 4 (centro)
7. El Coleccionista
El Coleccionista es la coctelería que se esconde dentro de BiBo, del prolífico chef Dani García. La innovación es la guía que une cada cóctel que se sirve en este bar oculto, pero cada uno tiene inspiración particular. El Fatum con brezo y palo santo toma referencia de un libro de ocultismo del 1593, y el Lucero del Alba de la licorería en la que Julio Verne desarrolló parte de su obra, dos buenos ejemplos de esta propuesta espirituosa.
📍 Paseo de la Castellana, 52 (Castellana)
8. Medium Club
Medium Club es una coctelería con toques míticos e inspiración victoriana. El mentalista Pablo Raijenstein y el coctelero Hugo Boscovich han creado este club que une el saber de cada uno. Hay sesiones de hipnosis, tarot psicológico y lecturas de carta astral, y a la vez una propuesta coctelera firmada por Javier Caballero, uno de los especialistas más reconocidos del mundo de la coctelería. El local tiene una decoración que mezcla la madera que ocupa casi todo con papeles de William Morris y decoración art decó de una forma tan mística como acogedora.
📍 Calle del Pez, 18 (Malasaña)
9. Lady Bongo
Lady Bongo se define como un tiki raw bar, es decir, un espacio de espíritu hawaiano en cuya carta se despliegan alimentos crudos. Así, en su carta nos encontramos con ostras (cocinadas de diversas formas), nigiris y rolls, cebiches, tiraditos, pokes o ensaladas.
Pero entre plantas, peces y máscaras polinesias, este restaurante del barrio de Salamanca todavía guarda una sorpresa más. En su planta inferior tiene un bar secreto con karaoke incluido. Desde el techo al mosaico del suelo son un trampantojo del fondo marino. Es el lugar para cumplir un sueño infantil digno de Disney: cantar bajo el mar.
📍 Calle de Serrano, 1, (Retiro)
10. Playback
PlayBack es un karaoke con un twist, está en la parte de atrás de una tienda de diseño, así que tienen la parte emocionante, no solo por cantar en público, sino por el secretismo a la speakeasy.
Tiene ocho salas privadas, cada una con una decoración y temática diferente. A los cócteles de autor que pueden acompañar entre canción y canción, se suma la carta de comida fusión en la que hay desde tacos al pastor hasta ceviche de pulpo. Un todo en uno.
📍 Calle Piamonte, 12 (Salesas)
11. Calle 365
Calle 365 es un bar y restaurante clandestino con mucha historia detrás. Para acceder primero tienes que cruzar la botillería de Margarita, y de repente te encontrarás en un mundo onírico y de colores saturados que va cambiando la temática y la carta cada año. Referencias mexicanas, hindúes y hasta de Avatar se mezclan en este bar oculto que abre hasta la madrugada y en el que se entra con la contraseña que publican en su Instagram.
📍 Calle de Echegaray, 18 (barrio de Las Letras)