20 COSAS QUE VER Y HACER EN MARSELLA

Sucia, fea, peligrosa… calificativos como estos se han asociado a Marsella a lo largo de los años. No  te dejes impresionar por estas palabras, porque aún con sus defectos, esta ciudad es colorida, alegre, llena de vida, con una fuerte personalidad y una sabrosa gastronomía… algo así como la Nápoles de Francia. Su importante puerto y la riqueza cultural que han dejado a lo largo de los años todos lo que han pasado por ella, convierten a esta ciudad del sur de Francia en un destino mucho más que interesante. Su mala fama ya es historia y si no me crees solo tienes que seguir leyendo, porque a continuación te vamos a contar las mejores 20 cosas que ver y hacer en Marsella.

1. El auténtico corazón de Marsella es el Puerto Viejo y se mantiene en plena forma, aunque lleve latiendo intensamente desde que hace más de 2.000 años los griegos fundaran la ciudad en este preciso lugar. Mañanas de comercio de pescado, trasiego de barcos, turistas y locales, tiendas de souvenirs, cafés, restaurantes y por supuesto la magia de los atardeceres. Parece que todo empieza y termina aquí. ¡No te pierdas esta importantísima zona de la ciudad!

2. Inseparable compañero del Puerto Viejo es el barrio de Le Panier. Después de décadas de abandono y de ser considerado uno de los sitios más peligrosos de Europa, a Le Panier se le ha hecho un buen lavado de cara convirtiéndolo en uno de los lugares más sugerentes de toda la ciudad. Y lo más importante: sin que haya perdido su esencia. Ropa tendida en las ventanas, viejitos que conversan sentados en las puertas de sus casas, locales alternativos, talleres de artesanía, arte urbano por doquier… Perderse por las calles de este barrio de pescadores e inmigrantes es sin duda una de las mejores cosas que hacer en Marsella.

3. No dejes el barrio de Le Panier sin antes visitar La Vieille Charité. Este bellísimo complejo arquitectónico fue creado en 1640 para acoger a los mendigos y a las personas sin recursos de la ciudad. En la actualidad es un centro multidisciplinar, sede de distintos museos. Consulta su página web para ver más información sobre el lugar y las exposiciones que puedes encontrar allí.

4. Ejerciendo de guardianes del Puerto Viejo, se alzan dos fortalezas en cada uno de sus extremos: el Fort Saint-Jean y el Fort Saint-Nicolas. Más que con una función defensiva, estos dos fuertes se construyeron como respuesta a una revuelta contra el gobernador local. Muestra de ello es que sus cañones apuntaban hacia la ciudad y no hacia el mar. Acércate a conocerlos y así podrás saber un poco más sobre la historia de esta notable zona de la ciudad.

5. Una pasarela de 130 metros conecta el fuerte de Saint-Jean con el MuCEM. Este modernísimo museo abrió sus puertas en el año 2013 a propósito del nombramiento de Marsella como Capital Cultural Europea. Es un museo dedicado al patrimonio antropológico de la zona europea y mediterránea, pero también un lugar de encuentro, creado para el debate e intercambio de opiniones. En su interior además podrás contemplar presentaciones y exposiciones temporales sobre importantes temas sociales. La entrada al museo cuesta 9,50€ (gratis con la tarjeta Marseille City Pass) e incluye el acceso al Fort de Saint-Jean. Toda la información sobre el museo aquí: www.mucem.org

6. Cerca del MuCEM encontrarás la imponente Catedral de Santa María la Mayor o conocida entre los marselleses como La Major. Este impresionante edificio de estilo románico-bizantino es uno de los lugares imprescindibles en una visita a Marsella. Si su exterior sorprende, no puedes perderte los elaborados mosaicos que encontrarás en su interior. Consulta los horarios en los que visitarla aquí.

7. Fundada en el siglo V, la Abadía de San Víctor es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Famosa por las multitudinarias celebraciones del día de la Candelaria, que reúnen entre 60.000 y 80.000 personas todos los años, en ella encontrarás un buen número de interesantes sarcófagos, capillas y epitafios. El lugar merece una visita… ¡no te lo pierdas! Toda la información aquí.

8. Desde la abadía de San Víctor tus pasos (¡o quizás tu olfato!) te llevarán hasta Four des Navettes, la panadería más antigua de la ciudad. Aquí podrás probar el peculiar sabor de las navettes, uno de los dulces más famosos de Marsella. Con forma de barca (no olvides donde estamos y la importancia que el mar tiene en esta ciudad), una textura crujiente y un sutil aroma a flor de naranjo. Algunos las adoran y otros las odian, así que no te quedará más remedio que probarlas para saber a que bando perteneces tú 😉

9. Por si no habías caído en la cuenta hasta ahora, el jabón de Marsella tienen su origen en… tachan, tachan… ¡Marsella! Bromas aparte, el producto estrella de esta zona de Francia empezó a comercializarse hace nada más y nada menos que 600 años. En el barrio de Saint-Victor encontrarás algunos negocios dedicados su  producción y venta. No pierdas la oportunidad y llévate un útil y perfumado recuerdo de la ciudad… Y si te quedas con las ganas de saber algo más sobre sus orígenes, en el Puerto Viejo podrás visitar un museo dedicado a al jabón de Marsella.

10. La Basílica de Notre Dame de la Garde contempla Marsella desde su posición privilegiada. Visita esta basílica, uno de los edificios religiosos más importantes de todo el país, y disfruta de las estupendas vistas de la ciudad que desde allí se tienen. Podrás llegar caminando, pero tranquilo que si lo de mover las piernas no es lo tuyo, desde el Puerto Viejo hay un autobús que sube, o bien monta en el tren turístico (gratis con la tarjeta Marseille City Pass) y tan solo dejarte llevar ;). Si quieres conocer más sobre Notre Dame de la Garde y alrededores, reserva este tour con guía en español

11. Un lugar perfecto para relajarse y respirar aire puro es La Corniche. Este panorámico paseo de 5 kilómetro empezó a construirse en 1848 como respuesta a la alta desocupación de la zona, dando empleo de esta manera a alrededor de 8.000 personas durante el tiempo que duraron las obras.

12. Aprovechando el recorrido de La Corniche, no pierdas la ocasión de conocer el pequeño puerto de pescadores de Vallon des Auffes. En el siglo XVIII un pescador italiano llegó hasta este lugar, construyó un puñado de pequeñas cabañas y lo convirtió en su hogar. El puerto puede albergar alrededor de 50 barcos de pesca tradicionales, que todavía puedes encontrar hoy en día. Una gran oportunidad para ver una parte de la costa que se ha mantenido prácticamente inalterada con el paso de los años.

13. A pesar de encontrarse un poco alejado del centro, merece la pena llegar hasta L’Unité d’Habitation de Marsella, uno de los lugares más sorprendentes de la ciudad. Este edificio conocido como “La Ciudad Radiante” fue construido entre 1947 y 1952 y supone uno de los trabajos más famosos del arquitecto Le Corbusier. Quizás la mole de hormigón no te diga nada al contemplarla desde el exterior, pero en su interior se esconde todo un mundo: 337 apartamentos distribuidos en 12 plantas entre tiendas, áreas deportivas, educativas y sanitarias, y hasta un hotel. Además en la azotea hay una terraza comunitaria con una pista de atletismo y un pequeño estanque. Visitar este singular edificio es una de las mejores cosas que hacer en Marsella. Más info aquí.

14. Deja que tus pasos te lleven de nuevo hasta el vibrante Puerto Viejo. Allí encontrarás algunos de los mejores restaurantes de pescado de la ciudad. Y es que no puedes irte de Marsella sin antes probar sus delicias locales, como por ejemplo la famosa Bouillabaisse, una sopa de pescados cocidos enteros junto a patatas y tomate.

15. El extravagante Palais Longchamp reúne dos de los museos más importantes de Marsella, así como un enorme y bellísimo parque. Inaugurado en 1869, y reformado con motivo del nombramiento de Capital Europea de la Cultura de Marsella, el palacio conmemora la llegada del agua del canal Durance a la ciudad. Ocupando el ala derecha del monumento, el Museo de Historia Natural cuenta con una impresionante colección de animales, plantas, minerales y rocas. En el lado opuesto el Museo de Bellas Artes.  Te guste o no el arte y la historia natural, este lugar merece una visita. Ambos están incluidos en la Marseille City Pass.

16. Si viajas a Marsella en los meses de verano, ponte el bañador, coge la toalla y visita alguna de las playas de la ciudad, que por algo estás en las puertas de la Costa Azul. La más céntrica e importante es la Plage des Catalans, pero quizá no la mejor para relajarte y descansar. Plage du Prado es otra de las playas más populares con fácil acceso en coche o autobús desde cualquier parte del centro de Marsella.

17. ¿Te queda tiempo y te has quedado con ganas de playas de aguas turquesas y paisajes que dejan sin respiración? Entonces tienes que conocer Les Calanques. Este Parque Nacional atrae a miles de turistas cada año, con sus espectaculares 20 kilómetros de costa. Los impresionantes acantilados esconden entre sus fisuras un sinfín de pequeñas y bonitas calas, aunque la mayoría de difícil acceso. Créeme, el esfuerzo merecerá la pena, visitar Les Calanques es sin duda una de las mejores cosas que hacer en Marsella. Una buena idea es disfrutar de estos bellos parajes en una ruta de senderismo con guía en español, puedes reservar aquí.

18. Productos africanos, especias, frutas, verduras… los olores y sabores que experimentarás en el mercado permanente de Noailles te harán transportarte a algún lugar del norte de África. La Rue du Marché-des-Capucins es la calle principal alrededor de la que crece este mercado. Buenos precios y productos de calidad… ¡no te lo pierdas!

19. En una pequeña isla frente a la ciudad de Marsella, se encuentra el Castillo de If. Si has leído la famosa novela de Alejandro Dumas “El conde de Montecristo” sabrás perfectamente de qué lugar estoy hablando. Si no te suena, no encontrarás mejor excusa para visitar esta fortificación, que fue construida entre 1527 y 1529 para vigilar Marsella, o según justificó su construcción Francisco I, para proteger la ciudad de posibles ataques por mar. En el siglo XVII se empezó a utilizar como prisión estatal para opositores y enemigos del poder, siendo hoy en día una importante atracción turística. Precio de la entrada: 6€, los ferrys salen desde el Puerto Viejo. Más información aquí: www.chateau-if.fr

20. Para despedirte de Marsella nada mejor que gozar de sus maravillosos atardeceres llenos de color. La Corniche, la basílica de Notre Dame de la Garde, el Parque Nacional de Les Calanques, la Porte de L’orient… hay un buen número de lugares para disfrutar de este mágico momento, solo tendrás que elegir tu preferido.

Mapa con todo lo que ver y hacer en Marsella

Aquí te dejamos un mapa con todos los lugares que visitar en tu viaje a Marsella:

 Y hasta aquí las mejores 20 cosas que ver y hacer en Marsella, esperamos que te hayan entrado ganas de visitarla y disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer 🙂

* Photocredit: Shutterstock