The Ring, la historia real que inspiró la icónica película de terror
Teorías y Hechos Reales

The Ring, la historia real que inspiró la icónica película de terror

En 1998 el cineasta nipón Hideo Nakata dirigió la adaptación cinematográfica de Ringu, una saga de novelas de terror escritas por el autor japonés Kōji Suzuki. Una adaptación que también tuvo su versión estadounidense, The Ring. Ambas películas siguen los extraños sucesos que tienen lugar en una pequeña localidad, donde circula un vídeo maldito que provoca la muerte a quien lo ve.

Lo que puede que muchos no sepan sobre Ringu y The Ring es que ambos largometrajes se inspiran en un suceso real, concretamente en los experimentos realizados por el Dr. Tomokichi Fukurai a principios del siglo XX. Por aquel entonces este psicólogo, que trabajaba en la Universidad Imperial de Tokio, había desarrollado un enorme interés por el espiritismo, la clarividencia y los médiums.

Bien es cierto que lo que se aborda a continuación se ha suprimido en la adaptación norteamericana. Una aclaración que es importante hacer, ya que es la historia de Samara Morgan en The Ring la que en Ringu se basa en un suceso real.

La historia de Sadako en Ringu

Escena de la película de terror japonesa de 1998, Ringu (The Ring). En la imagen aparecen los actores Daisuke Ban y Masako, que interpretan a Chizuko y al Dr. Heihachiro Ikuma
Foto: IMDb

Para quienes no hayáis visto Ringu, tanto en la novela como en la película nos presentan a la joven Sadako que tiene habilidades psíquicas, y a su madre Chizuko que, al igual que su hija, ella también tiene poderes psíquicos y de clarividencia. Pero empecemos por el principio.

Chizuko conoce al Dr. Heihachiro Ikuma, con quien no tarda en establecer una relación sentimental de la que nace su hija Sadako. Ikuma es conocedor de las habilidades psíquicas de Chizuko, por lo que la anima a exponer sus poderes en público. Llevaron a cabo una demostración pública en la que Chizuko superó con éxito las pruebas que le hicieron.

Pero uno de los periodistas presentes en la sala no solo no creyó lo que estaba viendo, sino que se puso en pie y acusó a la psíquica de ser un fraude. De repente, tras hacer la acusación, el periodista cayó fulminado al suelo. Y aunque todos creyeron que fue obra de Chizuko, fue su hija Sadako quien mató al periodista en un intento de defender a su madre.

Fotograma de la película japonesa Ringu, de 1998. Vemos como el Dr. Heihachiro Ikuma empuja a Sadako al interior del pozo tras el suicidio de su madre.
Foto: Japanese Folklore tales

La niña estaba empezando a desarrollar las habilidades psíquicas de su progenitora, pero estas eran mucho más poderosas. En el libro lo llaman Nensha, la habilidad psíquica de proyectar imágenes en todo tipo de objetos, incluso en la mente de las personas. Pero es que también podía predecir el futuro, ver el pasado, mover objetos sin tocarlos, podía matar y manipular el agua.

Tras lo sucedido, Chizuko fue tomada como un monstruo. No puedo ante tal presión y acabó quitándose la vida al saltar al interior de un volcán, el cuál ella predijo que iba a erupcionar. El Dr. Heihachiro Ikuma finalmente decide acabar con Sadako tirándola dentro de un pozo.

La psíquica Mifune Chizuko

Fotografía de la auténtica Chizuko Mifune que inspiró a uno de los personajes de la saga de novelas japonesas Ringu
Foto: Chizuko Mifune en la vida real

Tanto Chizuko como Sadako, así como sus habilidades psíquicas, existieron en la vida real y en cierto modo estuvieron conectadas. Pero eran dos mujeres diferentes.

Mifune Chizuko nació en el verano de 1886 en una pequeña aldea de Kumatomo, Matsuzai (ahora Shiranaki). A la edad de 22 años y, tras casarse con el coronel Kanji Kami, se manifestaron por primera vez sus habilidades psíquicas. Su suegra la acusó de sustraerle a Kami de la cartera 50 yenes, y tras realizar Chizuko una de sus meditaciones diarias, le reveló a su suegra que los 50 yenes estaban sobre el altar familiar y que ella misma los había depositado allí. No era una acusación hacía su suegra sino un acto de olvido, pero la suegra se lo tomo como un gran agravio que la llevó a quitarse la vida. Y con su muerte también terminó el matrimonio del coronel y Chizuko.

Tras el divorció se mudó con su hermana y el marido de esta, Takeo Kiyohara, que era profesor de educación física experto en técnicas de respiración e hipnosis, y que pronto descubrió las habilidades psíquicas de su cuñada. Tras realizar juntos varias sesiones muy exitosas, no tardaron en llevar a cabo demostraciones públicas en las que Chizuko realizaba numerosas y asombrosas predicciones, entre ellas: la muerte de la sexta división de infantería por el hundimiento del Hitachimaru, uno de los dos buques de guerra japoneses atacados por navíos rusos; así como también señaló que había un enorme depósito de carbón en la mina Manda, cerca de la ciudad de Arao.

Foto: Imamura Shinkichi, Keitaira Iseri ,Mifune Chizuko, Kiyohara Takeo, Yukichi Fukurai
Foto: Imamura Shinkichi, Keitaira Iseri ,Mifune Chizuko, Kiyohara Takeo, Yukichi Fukurai

Su don y sus predicciones se hicieron tan famosas que Shinshiki Imamura y Tomokichi Fukurai, le propusieron realizar una serie de experimentos con los que demostrarían la existencia de los poderes mentales ante la comunidad científica. Ambos eran profesores en la Universidad Imperial de Tokio, Imamura era doctor en anatomía y Fukurai profesor de psicología.

Llevaron acabo varias demostraciones en público de las habilidades psíquicas de Chizuko, en las que la vidente adivinaba de forma certera el contenido que se ocultaba en recipientes y jarrones. Pero el público no terminaba de creer lo que veía. Igualmente, tanto Chizuko como el Dr. Fukurai adquirieron gran fama en Japón, dando lugar a que habitantes de distintos rincones del país acudieron a ellos.

Pero los experimentos que tuvieron lugar el 15 de diciembre, ante numerosos periodistas y el director de la Universidad de Tokio, Yamakawa Kenjiro, dio lugar al declive de ambos. Las demostraciones no resultaron fiables y estuvieron bajo sospecha en todo momento, hasta que el director Yamakawa sentenció que los resultados de las pruebas no eran concluyentes. Los periodistas y los medios los devoraron.

Chizuko no fue capaz de soportar tal condena mediática y social por lo que, el 19 de Enero de 1911, se quitó la vida mediante el consumo de un veneno. Tan solo tenía 24 años.

La habilidad nensha de Sadako

La verdadera Sadako Takahashi que sirvió de inspiración para el personaje de Sadako Yamamura en Ringu
Foto: Wikidata

Llegó el momento de hablar de la otra gran protagonista de Ringu, Sadako Takahashi. Nacida en 1868 en Okayama, tenía una vida acomodada en el centro de Tokio, Shibuya, junto a su marido Miyani Takahashi. Ambos realizaban sesiones de relajación y en una de estas sesiones Sadako entró en trance. Entonces uno de los palillos se elevó, cogió tinta y escribió kiyoshi.

Lo más curioso de este suceso es que tuvo lugar el mismo día y a la misma hora, el 12 de noviembre de 1910, que uno de los experimentos del Dr. Fukurai, en el que una de las palabras a adivinar era kiyoshi. Tras este suceso, el Sr. Takahashi comenzó a hacer sesiones de ouija con su mujer, en las que Sadako parecía funcionar de recipiente para que los espíritus se comunicaran. Uno de los amigos del matrimonio, quedó tan impresionado que los puso en contacto con el Dr. Fukurai para que pudiera realizar algún experimento con Sadako.

A finales de abril de 1913 el Dr. Fukurai llevó a cabo un experimento con Sadako en su propia casa. Debía de usar su habilidad conocida como nensha para plasmar la palabra myoho en una placa fotográfica guardada en un sobre. En vista de los resultados obtenidos, y pese a que se consideró que la prueba estaba amañada, Fukurai consiguió una última oportunidad ante el director Yamakawa.

Foto: nensha de Sadako

La prueba consistió en que Sadako grabase la palabra ten, en una placa fotográfica que el Dr. Fukurai había introducido en una cámara. Cuando la prueba finalizó y extrajeron la placa fotográfica, estaba graba la palabra ten junto con las huellas de 3 dedos que debían de corresponder a Sadako.

Nuevamente Yamakawa invalidó el resultado, al no haber supervisado él mismo la prueba previamente. Esto puso fin a la credibilidad de Fukurai, quien fue expulsado de la Universidad Imperial de Tokio, sus publicaciones no se tomaban en serio y sus conferencias no tenían asistentes.

Por su parte el matrimonio Takahashi, cuya reputación se había visto dañada por los experimentos del Dr. Fukurai, se vieron obligados a vender todas sus propiedades en Tokio y marcharse lejos.

La leyenda del pozo de Okiku

Foto: la leyenda de Okiku

La triste historia de Sadako no habría sido la única inspiración para la saga literaria de Koji Suzuki. El autor podría haber combinado esta historia con la leyenda del pozo de Okiku, un pozo completamente real que localizamos en los terrenos del castillo de Himeji en la prefactura de Jogo, Japón.

Para quienes no conozcáis la leyenda de Okiku, sabed que se trata de una de las más antiguas de Japón. Okiku era una de las sirvientas del samurái Tessan Aoyama, quien desarrolló un interés amoroso por ella. Llegó a prometerle que dejaría a su esposa si ella aceptaba marcharse con él, pero Okiku se negó, ya que no estaba enamorada de él.

Tessan no aceptó el rechazo de su sirvienta, por lo que decidió tenderle una trampa y dejarla sin opción. Una de las labores de Okiku era cuidar de una vajilla compuesta por 10 platos de oro, por lo que Tessan le escondió uno de los platos y la amenazo con culparla de su robo (lo que supondría su ejecución) si no aceptaba fugarse con él.

El pozo real del castillo Himeji en el que murió Okiku
Foto: blog.solusan.com

Pese a la desaparición del plato y el castigo que esto supondría si la acusaban de robo, Okiku siguió negándose a marcharse con él. Hay quienes cuentan que Okiku estaba tan consternada por lo sucedido que, al no ver escapatoria para ella, se lanzó al pozo del castillo acabando así con su vida. Otros sin embargo cuentan que fue el propio samurái quien, enfurecido por el rechazo, la lanzó al pozo acabando con ella.

La leyenda cuenta que, ante tal final, el espíritu de Okiku no pudo descansar en paz, por lo que cada noche reptaba fuera del pozo y se le aparecía a Tessan en su habitación. El espíritu de Okiku le gritaba y contaba los platos incesantemente, y en cuanto llegaba al décimo plato y veía que faltaba, regresaba de nuevo al pozo.

El pozo sigue en el mismo lugar y es un reclamo turístico que puede visitarse a día de hoy. Cuenta con una tapa de metal enrejillado para evitar que los turistas caigan en su interior, pero hay quienes afirman que esa tapa es para contener el vengativo espíritu de Okiku.

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