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Fish Rising de Steve Hillage: obra maestra del space rock

Steve Hillage

El 11 de abril de 1975, el guitarrista inglés, con los músicos de la reciente formación de Gong, publicó su debut solista, obra maestra del space rock

Steve Hillage
Fish Rising
Virgin Records. 1975. Inglaterra

 
Steve Hillage es uno de los bastiones del llamado “Canterbury Scene”, una suerte de onda musical que amalgamaba elementos de jazz y rock con un claro acento en la experimentación.

Su primera banda, Uriel, fue una mezcla de blues y rock donde el guitarrista compartía espacio con Dave Stewart, Mont Campbell y Clive Brooks.

Aquello duró hasta 1968 aunque hubo un breve reencuentro que resultó en el álbum Arzachel al año siguiente. El hecho dio nacimiento a otra gran banda, Egg, y el guitarrista sería invitado a participar en su álbum The Civil Surface (1974).

Ya desde 1969, el músico Londinense estudiaba en la University of Kent, Canterbury, haciendo amistad con miembros de bandas de la zona como la legendaria Caravan y otra menos conocida llamada Spirogyra.

A lo largo de  ese periodo Hillage ya había  comenzado a componer formando para 1971 otra emblemática banda a la que llamó Khan.




Hillage participó de varias alianzas significativas, entre ellas su participación en la banda Decadence, del paradigmático Kevin Ayers y en la puesta en vivo de la hoy clásica obra de Mike Oldfield, Tubular Bells, en el Queen Elizabeth Hall.

En ese primer lustro de los 70, Hillage formó parte de la vanguardista y inolvidable trilogía de Gong “Radio Gnome”, conformada por los discos Flying Teapot (1973), Angel’s Egg (1973) y You (1974), quedando al frente de la banda tras el retiro de su fundador Daevid Allen. En ese rol solo editó unicamente Shamal (1975)

De ese período, sería su relación con Miquette Giraudy (parte también de aquella formación de Gong) probablemente la más significativa.

Aún en Gong, el guitarrista decidió lanzar nuestro homenajeado disco a finales de 1975, logrando un considerable éxito. Acompañado de miembros de Gong y Khan quienes le ayudaron a establecerse como un propulsor importante del movimiento progrock/fusión y space rock.

Hillage también se abriría espacio en la zona de Ladbroke Grove, cuna del  movimiento “underground” británico para la época.

La surreal imagen que nos recibe es el preámbulo de  Fish Rising, obra conformada por cinco piezas producidas por Steve Hillage y Simon Heyworth para el sello Virgin.




Inicia el repertorio “Solar Musick Suite”, obra en cuatro partes que incluye “Sun Song (I Love Its Holy Mystery)”, “Canterbury Sunrise”, “Hiram Afterglid Meets The Dervish” y “Sun Song”.

La arpegiada guitarra eléctrica de Hillage es la primera en llegar a nuestros oídos. “Canta el sol que quiere que todos sepan lo que nace tras nuestro mar lunar, ya que nuestras palabras fueron comandadas, hemos explorado el circuito infinito tratando de encontrar un esquema que nos diera forma, arde nuestra curiosidad”, nos canta Steve en esta primera parte de su suite de casi diecisiete minutos.

El oscilante inicio se diluye en un espacial momento con la sección rítmica de Mike Howlett al bajo y Pierre Moerlen en la batería marcando el beat. Miquette y Tim Blake tras los sintetizadores se van incorporando al tema y luego Hillage, junto a la sección rítmica, abren el pasaje instrumental “Canterbury Sunrise”.

Dave Stewart (Egg, Hatfield and The North, National Health) crea espacios con el órgano en la tercera parte de la suite con un interesante solo para luego ceder el protagonismo a Hillage.

Una suerte de jam se extiende hasta el minuto trece aproximadamente para retornar al tema inicial. La extensa lírica con el verso, “Nunca dejes que se rompa el sello del amor…”, nos invita a una dulce reflexión.

Hillage hace pequeñas frases antes de cerrar el tema, evidentemente enlazado estéticamente con la trilogía de Gong, sustentado además por prácticamente los mismos músicos.

Luego, Hillage nos presenta la breve “Fish”, con un acuoso inicio en el que escuchamos a la sección rítmica, Didier Malherbe en el saxo y Steve cantando como si se tratase de un trabalenguas: “Haré de ustedes pescadores de hombres dijo el pez a los peces, por el pez ser pescador de hombres que pescan…”

Con los sintetizadores ambientando sus pasajes  nos sumerge en “Meditation of the Snake” (La meditación de la serpiente).




El lado B el disco lo abre la segunda suite. “The Salmon Song” (La canción del salmón).

Aunque pueden resultar extraños los apodos de algunos de los músicos de la banda para esta y las otras piezas, en realidad son el enlace con la mitología alucinada de Daevid Allen y el Planeta Gong: Steve Hillifish, Bombaloni Yoni (Miquette), Moonweed (Blake) y Bloomdido Gild de Breeze (Malherbe).

Posiblemente Hillage tuvo la intención de reinventar algunos personajes para su historia de “peces crecientes” encarnados en los instrumentos de estos músicos.

En esta parte Hillage lidera el camino en “Salmon Pool” por casi minuto y medio tras el cual nos ofrece “Solomons Atlantis Salmon” por unos dos minutos con otro pasaje de poco más de minuto y medio en “Swimming With The Salmon” y los casi cuatro minutos finales con “King of The Fishes”.

En una clara experimentación sonora, Steve Hillage nos va abriendo espacios con algunos trazos psicodélicos: “Oh sí, el Salmón nada la contracorriente del tiempo…” Apreciamos en la segunda parte el fagot de Lindsay Cooper (Henry Cow). Es interesante como Hillage entabla un juego de palabras con “Salar, Salmon, Semen, SalMundi. Hillage está a plenitud.

La suite “Aftaglid” cierra el álbum. Como si se tratase de una meditación Zen, esta última serie de composiciones cortas inicia con el choque espaciado de unos platillos que recuerdan aquella escena del film Baraka (Ron Fricke) de 1993 en la cual un monje budista va caminando entre el caos urbano, marcando su lento paso con los platillos en una clara metáfora del caos y la calma “Sun Moon Surfing”.

La suite se desarrolla a lo largo de catorce minutos a través de los cuales se van incorporando poco a poco cada uno de los músicos que, en el desarrollo, entran y salen en cada motivo.

El calmo instante se rompe en el minuto y medio. Hillage nos envuelve con varios efectos en una especie de trance psicodélico. Hacia el cuarto minuto y medio, la pieza retorna a la calma.

Hillage insiste en ondulantes frases y, a poco más de la mitad de la suite, manteniendo algunos efectos, cambia una vez más de dirección. “Así que ahora conoces el sentimiento que brilla… y ahora puedes verte sobre la gran ola del tiempo…”

Esta suite que se desarrolla en siete fragmentos culmina con “The Golden Vibe” / “Outglid

La reedición de 2007 contiente un fantástico tema llamado «Pentagrammaspin«.




Esta fascinante obra discográfica, refleja el carácter meticuloso del guitarrista en cuanto a la incorporación de instrumentos sinfónicos y autóctonos de otras culturas como es el caso del darbuka y la marimba en las manos del gran percusionista francés Pierre Moerlen, la tambura en las manos del relevante Tim Blake y el fagot de Cooper.

45 años después, Fish Rising mantiene ese aire irreverente en busca de nuevos caminos. Resultará una elocuente experiencia sonora para el oído convencional y sin duda una grata y nueva visita a este paradigmático álbum del vanguardista Steve Hillage.

Leonardo Bigott

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