Stella McCartney

Stella Nina McCartney, segunda hija del exbeatle Paul y de su primera mujer, la fotógrafa Linda, se ha ganado el puesto -eso nadie puede ponerlo en duda- de diseñadora inglesa más relevante de las últimas décadas. Más de diez años de trayectoria profesional la avalan.

Y es que no debe ser fácil ser la hija de uno de los personajes más célebres de toda Inglaterra y de gran parte del mundo. Sus padres, conscientes de este hecho, intentaron proteger a sus hijos educándolos en un entorno lo más normalizado y anónimo posible y sustituyeron su apellido por el de su niñera. Con el tiempo Stella, no cabe duda, ha hecho un buen uso de su privilegiada posición inicial. “Me he convertido en una persona mediática. Allá donde voy hay cámaras. Pero a veces pienso en todos los jóvenes diseñadores que matarían por estar en mi lugar, y me los imagino diciendo, ‘¿Por qué demonios lo hace si no le gusta?’. Y pienso: ‘ ¡Qué diablos! Es tu trabajo ’”.

Comenzó haciendo prácticas a los 15 años en el taller de Christian Lacroix y se curtió trabajando en las trastiendas de Savile Row. Y aunque bien es cierto que nadie le ha regalado nada, es justo decir que cuando presentó su colección de graduación en Saint Martins acudieron a desfilar sus amigas Kate Moss y Naomi Campbell. Apenas dos años después fue nombrada directora creativa de Chloé y ella respondió haciendo que las ventas se multiplicaran por varios enteros. En 2001 recibió una oferta del grupo Gucci para montárselo por su cuenta y no la dejó escapar. Su firma, Stella McCartney , nació con éxito y así ha seguido hasta hoy.

Vegetariana convencida y militante de PETA –una organización que lucha por los derechos de los animales–, es de sobra conocido su compromiso con el medio ambiente que comienza por no usar pieles en ninguno de sus diseños, por supuesto, tampoco en los complementos. Casada con Alasdhair Willis y madre de tres hijos -Miller, Bailey y Beckett-, la lista de sus amistadas sobrepasa con creces el sueño del mejor relaciones públicas. Entre sus amigas: Madonna, Gwyneth Paltrow, Kate Moss o Scarlett Johansson. “Llegaron a mí por la ropa, y luego fueron amigas”, puntualiza ella.