• Los dos últimos mundiales terminaron en desengaño para Son. ¿Irá a la tercera la vencida?

• Hwang Ui-jo encabezará el ataque y Kim Min-jae, astro de la de la Serie A, la defensa

• Los centrocampistas Jung Woo-young y Hwang In-beom serán cruciales para las opciones de los suyos en Catar

Tras la retirada de figuras legendarias como Park Ji-sung y Lee Young-pyo, después de ser octavofinalistas de la Copa Mundial de la FIFA 2010™ —en la primera vez que el país llegaba a la fase de eliminación directa del torneo desde que lo coorganizó en 2002—, el fútbol coreano entró en un periodo de transición. Con un conjunto rebosante de jóvenes talentos, entre los que destacaban Ki Sung-yueng, Koo Ja-cheol y Park Chu-young, los Guerreros Taegeuk se colgaron el bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, lo que generó entre sus hinchas ilusión y esperanza de poder llegar lejos en la fase final mundialista durante la década que comenzaba. Sin embargo, esas expectativas resultaron ser efímeras, ya que el equipo daría un paso atrás en los años siguientes. Lo que en un principio parecía una transición exitosa empezó a mostrar grietas después de que varios jugadores importantes en clubes europeos, como Park Chu-young y Lee Chung-yong, perdiesen relevancia en sus respectivos equipos. Además, la inestabilidad en el cargo de entrenador debilitó todavía más su trayectoria, y ni siquiera la aparición de una estrella sin parangón como Son Heung-min pudo enderezar el rumbo. Prueba de las turbulencias de ese periodo es que hubiese hasta seis seleccionadores durante los ocho años transcurridos entre Sudáfrica 2010 y Rusia 2018. A raíz de todo ello, la República de Corea dijo adiós en la fase de grupos en Brasil 2014 y Rusia 2018. Pese a todo, el Mundial celebrado en tierras rusas siempre será recordado en Corea como un torneo que infundió esperanza. En la edición de 2018, los Guerreros Taegeuk perdieron sus dos primeros partidos del Grupo F, ante Suecia y México. En ese momento, después de haber visto a sus ídolos caer en la misma fase cuatro años antes en Brasil, con un empate y dos derrotas, la selección nacional se convirtió en objeto de desdén para la mayoría de los coreanos. Pero, contra todo pronóstico, en su último compromiso de la liguilla, el cuadro asiático venció por 2-0 a la defensora del título, Alemania. Esa excelente victoria sorprendió a la afición y devolvió la confianza para el próximo Mundial. Ahora bien, a la República de Corea no le resultará nada fácil salir airosa de un grupo en el que también figuran Portugal, Uruguay y Ghana, aunque sus seguidores esperarán como mínimo una victoria sobre los representantes africanos. Tras casi una década de frecuentes cambios de técnico, por fin se ha producido lo que podría denominarse una continuidad histórica en los últimos años, de la mano de Paulo Bento, al frente del equipo desde 2018. El exseleccionador de Portugal será el primero que dirija a los surcoreanos durante todo un ciclo cuatrienal previo al Mundial. No obstante, si no se consigue doblegar a Ghana, un rival que ha sufrido sus propios problemas últimamente y que sustituyó a su seleccionador a menos de un año del torneo, surgirán dudas acerca de si esa continuidad e inversión a largo plazo que el fútbol coreano tanto parecía necesitar se han llevado a cabo correctamente. Para ir abriendo el apetito, FIFA+ se fija en cinco hombres que podrían ser determinantes en el destino de los Guerreros Taegeuk en Catar.

Son Heung-min suma tres goles en el Mundial hasta la fecha y si ve puerta una vez más en Catar se convertirá en el máximo realizador de la historia de Corea en el torneo, por delante de Park Ji-sung y Ahn Jung-hwan. Si logra otros dos, pasará a ser el máximo anotador de Asia en el Mundial, superando a Keisuke Honda. A pesar de esta alentadora perspectiva, el Mundial es un escenario intimidante incluso para un ganador de la Bota de Oro de la Premier League. Después de perder 2-1 ante México en el segundo partido de la fase de grupos de Rusia, Son Heung-min lo confesó ante la prensa: “El Mundial es un escenario aterrador y me sigue dando miedo. Por muy preparado que uno se considere, en un Mundial puede que no baste. He tenido la sensación de que nos faltaba experiencia y tengo miedo de que se repita dentro de cuatro años. Eso es lo que temo”. Sin embargo, cuatro años después de admitirlo con tanta franqueza, Son se dispone a regresar a la gran cita siendo un jugador mucho más completo y un líder maduro. Desde aquel famoso partido contra Alemania en Rusia 2018, ha asumido el papel de capitán de la selección, ha llevado a su club, el Tottenham Hotspur, a la final de la Liga de Campeones de la UEFA y ha ganado la Bota de Oro de la Premier League. Convertido en un veterano, Son ya no dice que Corea “es el equipo más débil del Mundial” ni que “el Mundial da miedo”, como insistía antes. La gran cuestión para Bento, cuyo fútbol basado en la posesión del balón ralentiza inevitablemente el ritmo del juego en algunos momentos, es cómo sacar el máximo partido a las evidentes dotes y habilidades de Son, quien lleva más peligro cuando arremete a toda velocidad contra la meta contraria, y determinar qué posición y qué papel asigna a su estrella.

Aunque la mayoría de la gente da por hecho que Son es la gran baza anotadora del equipo de Bento, la principal fuente de goles de la República de Corea a las órdenes del portugués está siendo Hwang Ui-jo. Durante las primeras etapas de Bento, cuando Son pasó 13 partidos consecutivos sin marcar, Hwang dio un paso al frente para suplir la pólvora mojada de su capitán. Tras debutar con la selección en 2014, Hwang apenas hizo una diana en los diez partidos que disputó antes de la llegada del portugués. En los cuatro años transcurridos desde entonces, ha acumulado 15 goles en 37 partidos, superando fácilmente a sus compañeros en ese apartado. En total, los Guerreros Taegeuk han marcado 93 tantos en 51 encuentros bajo la dirección de Bento, 26 de ellos obra de Hwang (15) y Son (11). Tras demostrar su capacidad anotadora con el combinado nacional, Hwang fichó en el verano de 2019 por el Burdeos, de la Ligue 1. Allí llegó a perforar las metas contrarias 29 veces en 94 partidos a lo largo de tres temporadas, convirtiéndose así en el máximo goleador asiático de la historia del campeonato francés, batiendo el registro de su compatriota Park Chu-young (25 goles entre 2008 y 2011 con el AS Mónaco). El delantero recaló este verano en el Olympiacos, en calidad de cedido. Aún no ha estrenado su cuenta goleadora en Grecia, tras algunas actuaciones irregulares, pero la selección puede seguir confiando en él, como demostró con su gol contra Brasil en junio, cuando se zafó del férreo marcaje de Thiago Silva para adelantar a los suyos en el casillero.

Durante las últimas décadas, prácticamente todos han coincidido en que el mejor defensa coreano de todos los tiempos era Hong Myung-bo, participante en cuatro mundiales y Balón de Bronce en la edición de Corea/Japón 2002. Con todo, ahora se está hablando de Kim Min-jae, un joven zaguero que no debutó con la selección absoluta hasta 2017 y que aún no ha vivido la máxima competición del deporte rey, como el heredero de Hong. Y algunos incluso han llegado a apuntar que ha superado a su legendario predecesor. Después de pasar una sola temporada en el Fenerbahçe turco, Kim fichó por el Nápoles para sustituir a Kalidou Koulibaly, quien se marchó al Chelsea este verano. Su desempeño en el inicio de temporada con el Nápoles está siendo notable, y se ha consolidado enseguida como baluarte defensivo del actual líder de la Serie A. Contra el AC Milan, se interpuso en el último segundo para repelar un testarazo de Brahim Díaz que hubiese dado el empate al rival, lo que hizo que la leyenda de los rossoneri Paolo Maldini se llevase las manos a la cabeza en las gradas, decepcionado. Además, en el triunfo por 4-1 del Nápoles sobre el Liverpool en la Liga de Campeones de la UEFA a principios de este mes, Kim neutralizó por completo al Bota de Oro de la Premier League, Mohamed Salah, y a Diogo Jota, con quien podría medirse de nuevo en la fase de grupos contra Portugal en Catar a finales de este año. Hace poco fue elegido candidato a mejor jugador del mes de la Serie A, junto con Theo Hernández y Sergej Milinkovic-Savic.

Hwang In-beom es un jugador verdaderamente versátil, capaz de crear ocasiones de gol ejerciendo de número 10, de trabajar incansablemente como 8 de área a área o de situarse por delante de la línea defensiva para aportar estabilidad al equipo en el puesto de 6. Es fundamental en la táctica de Bento, que busca dominar la posesión en el mediocampo para construir el juego. Después de que su sueño de irse a Europa no se materializara en 2019, optó por el Vancouver Whitecaps de la MLS, para sorpresa de algunos de sus seguidores. A pesar de todo, Bento mantuvo una fe absoluta en Hwang. Incluso antes de que comenzara la fase preliminar de Catar 2022, en 2019, cuando la presión mediática que cuestionaba su aptitud era máxima, el seleccionador declaró: “La convocatoria de Hwang está muy clara. Posee todos los atributos que se le exigen a un centrocampista versátil moderno. Sabe lo que tiene que hacer en cada situación de ataque o en una transición a la defensa”. Quizás el luso viese en Hwang algo del jugador que él mismo fue durante su época de abnegado centrocampista en el Sporting de Lisboa y la selección portuguesa. La temporada pasada, Hwang debutó en competiciones europeas en una breve incursión en la Europa Conference League de la UEFA con el Rubin Kazán. Esta campaña se ha incorporado al Olympiacos griego y ha disputado varios partidos de la fase de grupos de la Europa League.

Con Bento, la República de Corea tiende a hacer circular el balón de un lado a otro a fin de consolidar la posesión antes de avanzar para aprovechar los huecos en las defensas contrarias. Este enfoque, sin embargo, no está exento de riesgos, especialmente si la sincronización no es idónea. Jugadores como Son Heung-min y Hwang Ui-jo pueden encontrarse a veces desamparados en el centro, con los dos laterales corriendo la banda para enviar centros muy predecibles y defendibles. De hecho, en los dos primeros partidos de la tercera ronda clasificatoria asiática para Catar 2022, el equipo hizo 25 centros contra Irak y 36 contra el Líbano, y aun así le costó crear muchas ocasiones en ambos, precisamente sin el concurso de Jung. El predecible ataque surcoreano cobró de repente nueva vida cuando Jung regresó para dar una mejor dirección y distribución partiendo desde atrás. Un vistazo a las estadísticas de los clasificatorios muestra que su número de centros se redujo considerablemente, a 18.6 por partido, tras la vuelta de Jung. Y aunque este veterano ocupa la posición de centrocampista defensivo, no es el tipo de jugador que se impone a los rivales a base de físico y fuerza. Para compensarlo, Bento tiende a implantar un juego de alta presión que contrarreste en la medida de lo posible la disminución de la movilidad y la velocidad de Jung.