El presidente Chaves enfrenta críticas por su decisión en torno a la Caja y la contradicción con el aumento a sus ministros. (Foto: Casa Presidencial)

(CRHoy.com) La destitución de Álvaro Ramos de la presidencia ejecutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y las razones que da el presidente Rodrigo Chaves para tomar esa decisión le está generando al mandatario una crisis política.

Los analistas Gustavo y Sergio Araya concuerdan en que la salida de Ramos ha creado un cisma, primero porque el mandatario se precipita en su decisión y segundo porque se contradice sobre las razones, al argumentar que no hay plata para aumentarles a los empleados de la Caja, pero sí decretó un aumento del 100% de salario para sus ministros.

El politólogo Gustavo Araya lo explica bien, cuando señala que la contradicción es de carácter político.

Porque si bien es cierto que no se puede comparar el aumento de los jerarcas que según Hacienda para el 2023 supera los ¢1.400 millones a los ¢7.500 que irían a la base de cerca de 65 mil funcionarios de la Caja, que se estima en un impacto de ¢10 mil millones, el problema es el mensaje que se le da a la ciudadanía.

“Esto aunque evidentemente no es comparativa la cifra, aunque técnicamente haya diferencias significativas, el punto político es que para la ciudadanía lo que queda claro es que mientras el presidente le receta a sus propios a su propio equipo un aumento, no reconoce el incremento que debe de darse en otros casos para el resto de los empleados públicos especialmente en este caso para las empleados Caja, quienes argumentan, además que no han tenido un incremento de salarios desde la pandemia”, explicó el analista.

Para Araya se evidencia además una falta de tacto de Chaves en el manejo del tema, ya que no vimos al mandatario intentar negociar alguna alternativa con estos funcionarios.

Por el contrario lo primero que hizo al asumir fue aumentarle el salario a sus ministros y viceministros.

Eso es un error de carácter político. Hay empleados a los que se les está diciendo, no se les puede hacer un aumento sin embargo, el gobierno se incrementa sus gastos.

El analista recuerda además que no hay recortes significativos en el sector público, ni mucho menos se ha propuesto una reingeniería del Estado.

“Pero sí se les niega a los empleados de la Caja ese incremento, me parece que esos errores en el primer caso político y en el segundo de carácter técnico, son dos contradicciones importantes en estos últimos días”, enfatizó.

El también analista político, Sergio Araya, coincide en que si bien, se podría aducir que el pago de unos ministros a pesar de su monto en términos globales impacta menos que un aumento que individualmente es más pequeño pero de carácter más amplio, ciertamente la señal que se transmite es altamente contradictoria.

“Máxime la argumentación esgrimida para oponerse al aumento aprobado por la directiva de la Caja a los empleados, es evidentemente un signo de contradicción que podría inferirse como una suerte de ausencia de un discurso único y de que se mide con distinta vara según se trate de unos o de otros actores”, agregó.

Sindicatos en contra

Pero además se cuestiona que la salida de Ramos fue apresurada, ya que Chaves no esperó el criterio ni de la Contraloría General de la República, ni de la Procuraduría General de la República sobre el aumento.

Para Araya se envía además un mensaje de intimidación al resto de los miembros de la Junta Directiva.

El expresidente de la Caja, Álvaro Ramos, no se ha manifestado hasta el momento sobre su despido. (Foto: archivo)

De los dos representantes del Gobierno en ese órgano, uno presentó su renuncia, en solidaridad a la destitución de Ramos.

Hay que recordar que la Caja no está sujeta a la regla fiscal, como ya lo había señalado la exministra de Hacienda Rocío Aguilar.

Otro hecho que se suma a la crisis, es que los sindicatos de la salud y la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) apuntan con críticas al presidente y amenazan con paros.

“En medio de esta situación de crisis ya vemos a los sindicatos hablando, por ejemplo a Albino Vargas por primera vez y ahora sí, más vehementemente y menos a favor del Gobierno poniéndole un control político el presidente sabe que tiene ahí una crisis en ciernes”, aseguró Gustavo Araya.

El secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (Sinae) Lenin Hernández Navas, lamentó la decisión del presidente que calificó como “una medida dictatorial”.

El Sinae ya anunció un paro de labores para el próximo jueves.

Oposición lanza críticas

Los diputados de oposición también se suman a las críticas por las decisiones del presidente, además de cuestionar su afirmación de que la “Caja está quebrada”, como parte de la argumentación para rechazar el aumento.

“La Caja está quebrada afirma un presidente que ha hecho poco por contribuir para sacarla de esa crisis. Una institución que asumió siendo un ejemplo mundial en la pandemia que vivimos. Ya es hora que el señor presidente deje de hacer diagnósticos, el principal deudor de la CCSS es el Estado y él como Gobernante debería empezar a pagar esa deuda”, afirmó el frenteamplista Ariel Robles.

“Mano dura con los aumentos salariales, menos de ministros y ministras. ¡Nivel asombroso de contradicción! La clase política debe ser la última en tener un aumento en las condiciones actuales. Menos uno del 100%”, agregó Robles en sus redes sociales.

La jefa de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), Kattia Rivera, también aprovechó las redes para criticar las decisiones del mandatario y reafirmar su contradicción.

“Queda claro que el presidente está dispuesto a sacrificar miembros valiosos de su equipo, para mantener su popularidad. La consulta ¿El aumento a los ministros y viceministros es legal y lo de la CCSS una gran inmoralidad?”, afirmó la verdiblanca.