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OSASUNA

Sergio Herrera: “El de fuera me podrá ver y prejuzgar sin conocerme, pero no me afecta”

“Fuera del campo soy más tranquilo. Dentro cada uno tiene su forma de actuar y de expresarse. En ese sentido, soy diferente. Cuando entro al cuadrilátero voy a pelear y a morir por mi equipo”, señala en una entrevista a AS.

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Sergio Herrera, portero de Osasuna
OSKAR MONTERO

Sergio Herrera (Miranda de Ebro, 30 años) es todo revolución sobre el terreno de juego, sabiendo animar a sus compañeros y viviendo cada partido al máximo. Fuera resulta mucho más pausado. Es el ‘parapenaltis’ de LaLiga, con más de un 50 por ciento de efectividad, aunque, con la humildad que le caracteriza, no le da demasiada importancia. Recordará siempre la final de Copa del Rey y el camino hasta llegar a ella. En el otro lado de la moneda, aquella grave lesión de rodilla que, asegura, le hizo mejor portero de lo que era antes de la lesión.

¿Qué valoración hace del primer tramo de la temporada del equipo?

Ha sido un comienzo diferente. La temporada fue muy buena, como siempre con Jagoba (Arrasate), con nuestra gente y en casa, que siempre se agradece. La previa de Conference fue algo muy bonito de jugar y muy emotivo de jugar. La pena fue no haber podido seguir avanzando, pero lo dimos todo, los jugadores y la afición, que se desplazó hasta Brujas. Tal vez ese inicio de Liga, con los partidos de Conference y lo que supone emocionalmente, nos costó de alguna manera, sobre todo en casa, por eso. Fuimos maquillándolo un poco con los resultados de fuera, estuvimos muy bien. Con la victoria en casa ante el Granada cogimos aire. El otro día en el campo del Betis, se dieron una serie de circunstancias que no nos fueron favorables. Ahora a por el Girona.

Se está hablando de que este año les está faltando un poco más de solidez defensiva de lo habitual. ¿Qué opina?

Creo que anteriormente éramos un equipo que tomaba menos riesgos y esperábamos más el fallo del rival que la elaboración nuestra con balón. En ese aspecto hemos dado un salto y estamos mejorándolo mucho. Esto también hace que te expongas más y que los equipos rivales tengan más oportunidades de cara a gol. Es algo que poco a poco, lo estamos haciendo cada vez mejor y seguro que con el paso de los partidos iremos mejorando y lo iremos ajustando. Con el paso del tiempo, volveremos a esa solidez y a ese equipo equilibrado. También hemos tenido partidos con la puerta a cero, hemos estado en muchos partidos muy serios. Creo que no es algo alarmante sino algo a mejorar.

“Aitor y yo nos respetamos, alegrándonos cuando uno lo hace bien, y nos ponemos tristes cuando el otro lo hace mal”

Herrera

A nivel personal, comenzó rotando con Aitor Fernández, pero finalmente se ha hecho con el puesto en el once.

En este equipo no hay portero titular. Así lo ha demostrado Jagoba con el paso de los partidos desde que vino Aitor. Los dos, cuando hemos jugado, lo hemos hecho bien. Ahora sí que estoy teniendo continuidad pero esto no se sabe cómo va a ir. Tengo que dar el cien por cien en cada entrenamiento y cada partido. Cuando el míster crea conveniente que tengo que jugar, trataré de hacerlo lo mejor posible y ayudar al equipo.

Pese a competir por el mismo puesto tiene muy buena relación con Aitor.

Sí. Es una relación muy sana, con una competitividad muy buena. Nos respetamos el uno al otro, alegrándonos cuando uno lo hace bien y nos ponemos tristes cuando el otro lo hace mal. Eso, a veces, es complicado en este puesto.

¿Diría que tienen una plantilla un poco mejor que la del año pasado?

Creo que cada año las plantillas son diferentes. El catalogar de mejor o peor lo marcan los resultados. Creo que es una plantilla mejor a nivel de experiencia. Pero con lo que se queda la gente al final es con el resultado de fin de temporada. Sabemos que repetir lo del año pasado es prácticamente imposible. Tenemos muy claro cuál es nuestro objetivo y vamos a pelear por él.

Es que el año pasado se pusieron el listón muy alto.

Es muy difícil repetir una clasificación europea. Y llegar a una final de Copa es algo que prácticamente nadie hubiera pensado. Ese tipo de años son los que no te tienen que confundir. Debemos tener la mente fría y saber quiénes somos y de dónde venimos. Debemos seguir siempre con nuestro camino. Cuanto antes consigamos nuestros objetivos, mejor. Antes podremos aspirar a otro nuevo. Así lo hemos hecho todos los años y creo que es el camino correcto.

Sergio Herrera es el ‘parapenaltis’ oficial de la Liga. ¿Qué supone para usted?

No es algo que me vuelva loco, que me satisfaga demasiado. Es un dato. Es una de las cosas que se me dan bien, pero no te tienes que volver loco con eso. Igual resulta que los de los próximos cinco penaltis no paro ninguno. Son números. Tengo que seguir haciéndolo como hasta ahora y jugar con mis cartas en ese asunto. Si sale bien, bueno y si no, a por otro.

Pero sí es cierto que estudia mucho a los rivales.

Cuido mucho los detalles. El tema de los penaltis tiene mucho que ver con cómo lo lance el jugador. Es verdad que toda la información es buena y tienes que saber utilizarla, intentando llevarla a tu terreno. Esa es una de mis virtudes. A veces sale bien y otras, no. Intento jugar con cómo ha tirado el rival los últimos penaltis y con qué he hecho yo. También entra el factor suerte.

¿Hay algún penalti que le enorgullezca especialmente haber parado?

Para mí uno de los penaltis más importantes de todos los que he parado, fue a Morales en el Ciutat de València, contra el Levante. Ganamos cero a uno. Estábamos en una situación delicada. Fue el año del centenario, que en diciembre estábamos últimos. Nos costó darle la vuelta a la situación. Ganamos en casa al Granada y luego ganamos en el campo del Levante. Ese partido nos dio aire y confianza. Me quedaría con ese.

“Uno de los penaltis más importantes de todos los que he parado fue a Morales en el Ciutat de València”

Herrera

Para Benzema fue la peor pesadilla…

Fue algo que tuvo mucho bombo. Ahí están los números. Cuando pasa contra un equipo de la magnitud del Real Madrid, se habla mucho más de ello. Tuve la suerte de pararle dos y la mala fortuna de no poder ayudar al equipo en el resultado. El penalti que no paré pero que dio en el larguero, en el Bernabéu, nos dio un punto.

Dentro del terreno de juego es un jugador muy expresivo, que lo vive todo intensamente, pero fuera es mucho más tranquilo.

Sí. Fuera del campo soy más tranquilo. En el campo cada uno tiene su forma de actuar y de expresarse. En ese sentido, soy diferente. Cuando entro al cuadrilátero, voy a pelear y a morir por mi equipo. Es lo que intento hacer cada fin de semana, dejarme la piel por mi equipo e intentar ayudar lo máximo posible. Ellos me conocen, saben cómo soy. La gente de fuera puede ver que soy incómodo pero mis compañeros saben cómo soy, que si en algún momento no les gusta algo me lo pueden decir y le voy a dar una vuelta. Ellos me piden que les meta caña, que sea intenso, que les anime, que les corrija. Soy una persona alta, grande, con los brazos largos y muchas veces llamo más la atención.

¿Le ha dolido lo que se haya podido decir en algún momento de su manera de ser dentro del campo?

Doler no. Pero es verdad que muchas veces la genta habla sin saber y sin conocer, pero también es normal. Es una de las cosas por las cuales somos futbolistas. Muchas veces la gente se queda con a imagen que ve en un terreno de juego y no ven el día a día. En ese sentido estoy tranquilo porque en Pamplona creo que me he dado a conocer tanto dentro como fuera del campo. El aficionado de a pie nunca va a tener un reproche hacia mí, todo lo contrario. Soy una persona que está predispuesta a todo. El de fuera me podrá ver y prejuzgar sin conocerme, pero no me afecta.

Llegó a Osasuna en 2027. ¿Imaginaba pasar tantos años en el club rojillo?

Sabía que llegaba a un club que venía de pasarlo mal y con un crecimiento ascendente, con un cambio completo en todo. Confiaba mucho. Es cierto que cuando llegas tan joven, siempre piensas en que igual puedes ir a algo mejor. Pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que lo mejor que tenía siempre ha sido Osasuna, a nivel de crecimiento del club y personal. A la hora de valorar, suma que la familia esté cerca, mi pareja es de aquí. Mi mejor opción siempre ha sido Osasuna y Pamplona.

“El aficionado de a pie nunca va a tener un reproche hacia mí, todo lo contrario”

Herrera

¿Qué ha encontrado en Osasuna?

Un club muy ‘yo’. La gente es muy como yo, sana, trabajadora, nada envidiosa. Eso me parece muy importante a la hora de trabajar. No sólo en cuanto a los compañeros sino de los trabajadores con los que estamos día a día, que son gente espectacular, que saben muy bien cómo cuidarte. Aunque seas de fuera, te ponen las mayores de las facilidades y con eso me quedo.

¿Cuál diría que ha sido el momento más bonito que ha vivido con Osasuna?

La final de Copa y todo el trayecto hasta la final. Hay momentos muy bonitos a la hora de pasar rondas, de la conexión con la gente, esas ganas que tenían de llegar a la final. Nosotros lo veíamos muy lejos pero parecía que ellos te hacían verlo más cerca. Una vez conseguido, con la victoria en San Mamés, con esa celebración en la Plaza del Castillo, ir a Sevilla a jugar esa final contra el Real Madrid… Es algo mágico. Y luego ver a toda esa gente feliz, a tu familia allí. Yo llevé a 30 personas de Miranda hasta Sevilla, familiares que nunca me habían visto jugar en directo. Para mí fue muy emotivo. El poder haber hecho un poquito más feliz a esa gente y que tú has sido el portero de esa final de Copa que todo el mundo va a recordar el día de mañana, es muy bonito.

Y el momento más duro, ¿su lesión de rodilla?

Sí. Fue un momento difícil. Tampoco es una desgracia, es un jarro de agua fría. Tienes que cambiar el chip y ponerte a currar para recuperarte. Además tienes que ser lo suficientemente listo para darte cuenta de lo que estás haciendo mal. Yo en ese momento hacía muchísimas cosas mal. No era lo suficientemente profesional. Pensaba que era el mejor del mundo y tenía que trabajar más, darle importancia a más cosas. Era joven, no tenía una educación deportiva y eso, cuando vienes al máximo nivel, pasa factura. No me di cuenta, no escuchaba. Estaba haciendo un año maravilloso a nivel individual y de repente, eso te hace cambiar, darte cuenta de que el fútbol es otra cosa. Hay que cuidar los detalles. A mí la lesión me ayudó. Costó volver y recuperar mi máximo nivel pero creo que ahora soy mucho mejor portero de lo que era antes.

Se miden ahora a un Girona que está muy fuerte.

Es un equipo que viene con una energía muy renovada. El año pasado hicieron una muy buena temporada y se quedaron a las puerteas de conseguir su objetivo. Parece que han vuelto con más ganas que nunca. Juegan en nuestra casa y El Sadar siempre transmite ese miedo a los rivales y tenemos que aprovecharlo. Tenemos que seguir con esa dinámica buena en casa. Ellos tampoco llegar con una buena dinámica en los últimos partidos. Pero si están ahí arriba es por algo. Tienen mucho ataque, jugadores de muchísima calidad. Tenemos que dar nuestro 120%, estar afinados arriba y ser sólidos atrás para poder sacar los tres puntos.

¿Cómo es Sergio Herrera fuera de los terrenos de juego?

Soy un tío supercasero. Me gusta estar en casa tranquilo, con mi ordenador, con mi play, hablando con mis amigos, viendo series, películas, con mi novia, mi perro. De vez en cuando me gusta ir a comer y si puedo estar con mi familia y amigos de Miranda. Cuando me toca relacionarme, me toca pero no es una cosa que necesite en mí día a día. Puedo estar sólo y de hecho me gusta, sobre todo si estoy en un mal momento. Me gusta buscar yo la solución, antes de estar con gente. También es verdad que cuando estoy con gente, se lo pasan bien conmigo. Soy gracioso y divertido. Un chico normal.