Como no podía ser de otra manera, lo suyo empezó en Nueva York. A la actriz Sarah Jessica Parker siempre le perseguirá la sombra de su alter ego Carrie Bradshaw, pero es que muchas cosas traspasaron la pantalla: su amor por la Gran Manzana, su obsesión por los zapatos y su Mr. Big particular.
Aunque lejos del guaperas mujeriego con miedo al compromiso que parecía perseguirla en limusina, la actriz de Sexo en nueva York acaba de cumplir 24 años de matrimonio junto a Matthew Broderick, actor recordado por papeles como Todo en un día, Manchester junto al mar o por ser la voz de Simba en El Rey León, además de contar con una prolífica carrera en el teatro que le valió su primer premio Tony a los 21.
Juntos forman una de las parejas más estables de la industria –con permiso de Tom Hanks y Rita Wilson–, dispuestos a mantener el amor a flote en un mar de escándalos y rupturas. A pesar de décadas de alfombras rojas, siempre se mostraron reticentes a vender su intimidad, levantando un muro más allá de algún ‘throwback’ en redes sociales –él ni siquiera tiene Instagram–, entrevistas descafeinadas y el puntual posado con sus hijos.
Sin embargo, este muro no pudo evitar algunas grietas, como las acusaciones de infidelidad o la polémica en torno a la gestación subrogada de sus gemelas. ¿La única realidad? Siguen a pie de cañón 29 años después.
Se conocieron en Broadway en 1991, cuando Matthew dirigía una obra para la compañía de teatro Naked Angels. Los hermanos de SJP estaban entre los fundadores y uno de ellos fue el encargado de presentarles. Sin embargo, tal y como confesaron en una entrevista a The New York Times, pasaron meses hasta que él se animó a pedirle una cita de las de entonces: dejándole un mensaje en el contestador que empezaba con un "hola, soy Matthew Broderick".
Ambos eran viejos conocidos de los paparazzi. Sarah Jessica había protagonizado una relación tormentosa con Robert Downey Jr que explotó debido a la adicción a las drogas del actor. Poco después, tuvo varias citas con el eterno galán John F. Kennedy Jr., aunque más tarde reconocería que la presión mediática no compensaba. "No tuve ni idea de lo que era la verdadera fama hasta que conocí a John".
A Broderick también se le relacionó con rostros conocidos como Helen Hunt o la protagonista de ‘Dirty Dancing’, Jennifer Grey. Esta última relación se transformó en escándalo cuando, pasando unas vacaciones en Irlanda, Matthew invadió el carril contrario y colisionó de frente con el vehículo en el que viajaban una madre y una hija. Ambas fallecieron y al actor se le acusó de conducción imprudente, resultando en uno de los capítulos más oscuros de su vida.
En 1995 Sarah Jessica y Matthew regresaron a Broadway para trabajar juntos por primera vez en el musical How to Succeed in Business Without Really Trying. Llevaron su amor a la ficción, demostrando que la química se mantenía sobre el escenario. "Trabajamos juntos, comemos juntos, dormimos juntos, nos despertamos juntos, trabajamos juntos, comemos juntos, dormimos juntos...", bromearon en la citada entrevista a The New York Times.
Dos años después, decidían darse el "sí, quiero" en un enlace secreto celebrado en una sinagoga en Manhattan con apenas cien invitados que pensaban que acudían a una fiesta de la pareja. Eso sí, olvidad el Vivienne Westwood con el que todavía visualizamos a Carrie: SJP eligió un vestido negro de tirantes y falda abullonada firmado por Morgane Le Fay. Por cierto, ha confesado que a día de hoy se arrepiente de este look tan poco convencional.
Sexo en Nueva York fue el gran pelotazo de SJP, convirtiendo a Bradshaw en todo un icono internacional aclamado por crítica y público. Por eso a nadie le sorprendió que el papel le valiera un puñado de premios Emmy, Globos de oro y SAG. En su discurso de aceptación de los Globos de 2001, bromeó al agradecerle a su marido “el coraje de dejarme trabajar con gente como Chris Noth (Mr. Big), John Slattery (el político) y John Corbett (Aidan). Hasta me animó a aceptar este trabajo”.
Tras sumar una década juntos, en 2002 tuvieron a su primer hijo, James Wilkie. Aunque creció alejado de las cámaras, le hemos visto acudir a alguna premiere con sus padres o pasear junto a ellos por las calles de Nueva York. Precisamente, el pasado mes de octubre y coincidiendo con su 18º cumpleaños, la actriz le dedicó unas cariñosas palabras: “mi amor por ti es un dolor y un honor. Mientras saltas hacia tu futuro, yo seguiré siendo tu confidente más firme y privilegiada, testigo feliz del año que tienes por delante”.
Como si la industria del entretenimiento no abogara por los finales felices, en 2008 Matthew Broderick se vio envuelto en un escándalo a raíz de unas acusaciones de infidelidad con una joven de 25 años mientras su mujer rodaba la película de Sexo en Nueva York. Nunca se demostró nada ni se aportaron pruebas. Tampoco ellos se pronunciaron sobre el asunto. En lugar de romper su relación, les afianzó en su siguiente paso.
Año 2009, la pareja anuncia que serán padres de gemelos a través de gestación subrogada. Lejos de dejar la noticia correr, la prensa más sensacionalista entró en una guerra por conseguir información a cualquier precio. Acoso, amenazas a ella y a su entorno más cercano así como el hackeo de su teléfono móvil componían el particular calvario que sufría Michelle, la joven elegida para llevar a cabo el proceso.
Los comentarios negativos hacia SJP tampoco se quedaron atrás. Se especuló que había tomado la decisión para no perjudicar su físico ni su carrera. La actriz sí se ha pronunciado sobre el asunto en alguna ocasión, alegando que lo intentaron por medios naturales sin éxito.
Aunque si hay una fecha que ambos recuerdan con especial cariño es la de su aniversario...
Quizás por eso, cuando en 2017 trataron de empañar la fecha, esa fue la chispa que consumió la paciencia de Sarah Jessica. La intérprete no dudó en cargar contra el medio National Inquirer en su perfil de Instagram tras unas informaciones que aseguraban haber visto a la pareja discutir en plena calle: "A pesar de vuestro interminable acoso y tinta malgastada, nos acercamos a tres décadas de amor, compromiso, respeto, familia y hogar. Ahí va vuestra "exclusiva" de una "fuente fiable".
En 2020 nos regalaban otro bombazo: volvían a subirse a los escenarios de Broadway, juntos, para revivir el clásico Plaza Suite. En palabras de ella, "con un actor al que tengo la suerte de amar encima y fuera del escenario". Sin embargo, la pandemia hizo que tuvieran que posponer sus planes: "Contamos los días hasta que las marquesinas de los teatros vuelvan a iluminarse".
Durante tres décadas, Sarah Jessica Parker y Matthew Broderick han demostrado ser uno de esos escasos ejemplos de solidez frente a los focos. Su amor pudo con rumores, éxitos y fracasos, alejado de las normas que dicta Hollywood. En su lugar, se han mostrado fieles al West Village neoyorquino, donde han pasado juntos la pandemia, en la intimidad del (lujoso) hogar que comparten. Una propiedad de cinco pisos rematada por una escalera en la entrada y que recuerda a ese rincón en el que Carrie se reencontró tantas veces con su querido Mr. Big.
