Así es Lucas, el hijo de Cañizares que sigue sus pasos como portero: deportivos, Ibiza y el golpe más duro tras perder a su hermano

El hijo del exportero valenciano sigue sus pasos y se estrenaba este fin de semana con el primer equipo en el partido contra el Cádiz.

Lucas Cañizares.

Getty.

Su padre pudo ser judoca siguiendo la estela de su progenitor, pero Santiago Cañizares (50) optó por el fútbol y fue uno de los porteros más reconocidos en los años 90 y 2000. Ahora le toca el turno a su hijo, Lucas (18), que este fin de semana debutaba como guardameta suplente en el primer equipo del Real Madrid frente al Cádiz. Aunque no fue una buena tarde (el equipo blanco perdió 0-1), el hijo de ‘Cañete’ disfrutó a lo grande de su primera experiencia con los de Zinedine Zidane.

Y es que Lucas lleva el fútbol en los genes. La semana que el Valencia ganó la liga en Málaga, el 10 de mayo de 2002, nacía el primer hijo varón de Cañizares y su padre tenía que abandonar la concentración para ir a conocerlo. El niño era el segundo hijo de Santi y su primera mujer, Marina Conchello, con la que se había casado en el verano de 1992 durante su etapa en el Celta de Vigo, momento en el que debutó en Primera División y se convirtió en titular con el equipo gallego durante dos temporadas en las que además conquistó la Copa del Rey en 1994. Antes de Lucas había llegado Carlota (23), que ha estudiado Ingeniería en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Lyon, en Francia, y cinco años después del niño nacía Olivia (13).

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Siendo adolescente aterrizó en Madrid

Desde niño, Lucas sintió que lo suyo iba a ser el fútbol. Sus padres se separaban en 2007 después de 15 años de matrimonio y él se quedaba en Valencia a vivir con su madre, y en su ciudad natal comenzó a jugar en diferentes posiciones en el Ciutat de Valencia (2009-2010) y en el Alboraya UD (2010-2014). Siendo aún un adolescente, se mudaba a Madrid para vivir en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, donde comenzó a jugar en Valdebebas en el Infantil B y después en el Infantil A siguiendo los pasos de su padre, con el que hablaba a diario varias veces para contarle su día a día como portero en la Fábrica blanca. Su padre fue toda una leyenda del fútbol y pasó por el Madrid hasta 1998, momento en el que completó su trayectoria en el Valencia, equipo con el que logró varios títulos nacionales y europeos. La última vez que Santi se vistió con la camiseta blanca fue el 20 de mayo de 1998, en Ámsterdam, la noche de la famosa Séptima del Madrid.

Lucas ha ido escalando hasta ser cancerbero en el Juvenil A y recientemente ha sido campeón en la Youth League con el Castilla de Raúl González donde acudió como tercer guardameta del Juvenil A. Cañizares Junior ya ha sido internacional y en 2018 debutó con la selección española Sub-16 en el Torneo de Desarrollo de la UEFA que se disputó en Inglaterra frente a Escocia. "Estoy muy orgulloso por él",decía entonces su padre, que en 2015 publicó el libro Papá, yo de mayor quiero ser futbolista, donde reflexionaba sobre el mundo del fútbol y trataba de dar consejos a los padres para guiar a sus hijos si su sueño era ser deportista profesional.

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“Un portero de envergadura (mide 1,86 cm y pesa 81 kg) que transmite mucha seguridad bajo los palos. Es bueno en el uno contra uno y tiene mucha autoridad en el juego aéreo. Llegó a la cantera madridista procedente del Alboraya y aporta confianza y trabajo al equipo”, explican sobre Lucas en la web del equipo de Florentino Pérez. “Lucas va poco a poco, es muy joven, tiene 18 años. Es juvenil todavía y tiene muchos porteros por delante aún, pero hay bajas y es una ilusión grande para él. Estoy muy contento y muy orgulloso de él, porque es un niño que sabe luchar y que nadie le ha regalado nada por ser el hijo de Cañizares”, comentaba con orgullo Santi tras conocerse que Zidane decidía contar con el joven como tercer portero para el primer equipo.

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Veranos en Ibiza con sus hermanos

El amor que se profesan padre e hijo es mutuo y Lucas ha enviado a Santiago más de un cariñoso mensaje en sus redes sociales como en diciembre de 2019 cuando le felicitó por su 50º cumpleaños. “Hoy es el día de quizás agradecer la gran suerte que he tenido al poder decir que mi padre se ha convertido también en mi ejemplo. Sobran los hechos que demuestran tu grandeza y tu persona en las grandes dificultades que hemos pasado en los últimos años. Y sobran también (pero siempre pediré alguno más) los consejos y las veces que me has ayudado a luchar por mi sueño. Agradecido por todo ello, ¡felicidades papá”, escribía el joven emocionando al exguardameta. "Gracias hijo. A pesar de todo te amo mucho”, respondía él con un emoticono sonriente.

Aunque el fútbol es su gran pasión y ocupa prácticamente las 24 horas del día de Lucas, igual que le sucedió a su padre durante su etapa como futbolista, el joven disfruta también de los ratos en familia con sus hermanas pequeñas, con las que le gusta salir a pasear por el monte o pasar las vacaciones estivales en Ibiza, isla que se ha convertido en el lugar favorito de los Cañizares desde hace años. Además, le encantan los coches deportivos, y presume de ello en sus redes, y se lo pasa en grande practicando deportes acuáticos con sus amigos durante el verano.

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Sus hermanos

Santiago Cañizares volvía a casarse poco después de su separación de su primera mujer. El 5 de julio de 2008, el deportista se daba el ‘sí, quiero’ con Mayte García, una broker especializada en fondos de inversión, de la que siempre ha dicho que es el amor de su vida. Su boda se celebró por lo civil en los jardines del hotel Can Atzaró, situado en la zona de Santa Eulalia, en Ibiza, y donde dos años antes se había casado Fonsi Nieto con la modelo Ariadne Artiles. Al enlace asistieron más de 400 invitados entre los que se encontraban personajes del mundo del toreo como Enrique Ponce, o del fútbol, como Guti con su entonces mujer Arancha de Benito, Luis Enrique y Michel.

Un día antes de la boda, celebraron una fiesta prenupcial en el beach club Blue Marlin, en la que todos los invitados vistieron de blanco riguroso y que fue amenizada por los temas del cantante y extriunfito Jesús de Manuel. La novia lució espectacular de blanco roto con un vestido del diseñador valenciano Valentín Herráiz con incrustaciones de cristales de Swarovski y fueron los hijos mayores de Santi los que llevaron las arras. Justo fue en ese año cuando Cañizares se retiró tras 16 años en Primera División. El matrimonio se marchó de luna de miel a un viaje por Estados Unidos y él ha explicado alguna vez que fue el primer viaje internacional que hacía en vacaciones en su vida (tenía 38 años), porque había estado siempre dedicado en cuerpo y alma al fútbol.

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El exportero cambió entonces el campo y los balones por el mundo de los rallies, una afición que ha convertido en su nueva profesión. Además, montó una inmobiliaria y hoy sigue trabajando como comentarista deportivo en diferentes espacios en televisión y radio. Poco después de casarse nacía su primera hija en común, Sofía, y en 2013 la pareja sorprendía a todos anunciando que habían sido padres de trillizos. Martina, India y Santi nacieron en febrero de ese año e hicieron que la familia tuviera que adaptarse a la nueva situación con siete hijos (tres del primer matrimonio de Cañizares). “El primer ‘daño colateral’ de la llegada de estos tres es que no teníamos espacio. Ya no cabíamos en nuestro piso. Así que reformamos un chalé que compré hace muchos años, cuando llegué a Valencia, y ahora al menos cabemos” contaba el exportero en la revista ¡Hola!.

Se mudaron a Requena, localidad donde hoy en día siguen viviendo. “Me ‘rechiflan’ los niños. Para mí lo más es ser mamá, y a los hijos de mi marido los quiero como si fueran míos. Desde chiquitita he soñado con formar una familia, y Dios me ha concedido un super ‘familión’, y entre todos haremos una piña, que es lo que he tenido yo con mis padres y mis hermanos” explicaba Mayte en la citada entrevista.

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El momento más duro de sus vidas

Sin duda, el golpe más duro en la vida de Cañizares y su mujer, así como del resto de sus hijos, fue la pérdida del pequeño Santi en marzo de 2018. El niño tenía solo cinco años y fallecía tras varios meses de lucha contra un cáncer infantil. “Volvería a pasar por todo solo por haberlo conocido a él. El amor más puro que te puedes encontrar”, dijo el exfutbolista en ese momento.

“Hoy te has ido, pero tu influencia sobre nosotros en estos 5 años ha sido una obra de Dios. Quisiera agradecerte todas las lecciones continuas que nos has ido dejando. No tengo palabras para describirte como hermano, porque creo que tú eras mucho más que eso, tú viniste aquí para enseñarnos, para demostrarnos qué era lo que realmente valía la pena. Allá donde ahora estés, que seguro que es muy cerca de Dios, quisiera que sepas que no estamos tristes, que no eres causante de tristeza, de lo que eres causante es de la unión de toda una familia, y de mucha más gente que durante este casi año y medio ha estado rezando por tu persona. Gracias hermano”, escribió en Instagram Lucas tras la muerte de su hermano pequeño.

“Mi hijo falleció en mis brazos, pero desde el minuto uno que se fue yo salí de la habitación del hospital sonriendo, flotando. Después de toda la rabia contenida, salió de mí decir: 'No vas a ser una madre depresiva, vas a ser un ejemplo”, explicaba en Lecturas Mayte, que desde entonces se ha implicado en diferentes proyectos para la lucha contra la enfermedad que se llevó a su hijo. “Mi responsabilidad son mis hijas. Quería que sacaran una lectura positiva de la muerte de su hermano. En el hospital, días antes de que muriese, llamé a una soprano íntima amiga mía y le hice cantar cinco canciones que a él le encantaban. Y cuando murió, no hice un tanatorio. Como durante los últimos meses de enfermedad él solo quería ir vestido de futbolista, lo incineramos vestido de la selección española e hice una oda por él, una fiesta, no hice un entierro al uso”, desveló entonces.