Lecce es una pequeña ciudad del sur de Italia en la que perderse entre ruinas romanas, palacios barrocos y fastuosas iglesias. La conocida como la Florencia del sur, capital del Salento cuyas calles parecen un museo al aire libre, es casi la última parada del país transalpino, situada en el tacón de la bota. Un lugar tranquilo, alejado del estrés de las grandes urbes, que le ha servido de refugio y de trampolín para un nuevo comienzo en su carrera a Samuel Umtiti, recuperado a los 29 años para la práctica del fútbol de alto nivel en el club giallorossi de la ciudad.
Pitos de su afición y tensión a la salida de los entrenamientos son algunos de los últimos recuerdos del francés en el Barça, donde pasó de ser clave en sus primeros años a vivir en el ostracismo por sus persistentes problemas en la rodilla izquierda. Su negativa a operarse para jugar el Mundial del 2018 abrió una dolorosa etapa en su carrera que tras un lustro de molestias parece haber llegado a su fin en el Lecce. Ha cambiado un lugar en la élite del deporte rey por volver a vestirse de corto, a disfrutar con el balón en un modesto club que le ha acogido con los brazos abiertos. Sin la presión de las grandes scuadras, la entidad sureña le ha dado calma y confianza para que paso a paso se esté acercando a aquel defensa expeditivo que fue, rápido al corte y poderoso por alto, muy difícil de superar en el uno contra uno. Nunca perdió la buena salida de balón.
“Teníamos dudas, ¿por qué un jugador de ese nivel iba a venir a un equipo pequeño? Pensábamos que no estaba bien"
“Umtiti se adaptó rápido a la ciudad. Muestra mucho en las redes sociales la belleza de la región. Está enamorado de la zona. Es tranquilo, le gusta el ambiente”, explica a este diario Lino de Lorenzis, periodista que sigue el día a día del Lecce para el Quotidiano di Puglia . El entorno del central zurdo confirma que la decisión de probar una nueva aventura para recuperar sensaciones ha sido un acierto: en el Lecce, donde está cedido esta temporada sin opción de compra, están encantados con su presencia y el Barça le ha transmitido que se alegra de su evolución. El sueldo del jugador corre a cargo de los azulgrana, aunque en su contrato existen bonificaciones en función de su rendimiento.
Umtiti, en acción con el Lecce
Durante los primeros meses en la Serie A estuvo centrado en adaptarse al calcio y en recuperar el tono físico tras un largo periodo de inactividad. Su imagen permanente en el banquillo en sus inicios auguraba los peores temores. “Todos teníamos dudas, ¿por qué un jugador de ese nivel iba a venir a un equipo pequeño? Pensábamos que no estaba bien”, recuerda De Lorenzis. Pero todo cambió con la pausa del Mundial, momento elegido para acabar la puesta a punto. “Parece otro jugador, es de los mejores. No solo juega bien contra los últimos, también contra el Milan, el Roma…”, señala de un jugador que “llega el primero a los entrenamientos y se queda más tiempo”. Umtiti ha sido titular en nueve de los diez partidos que ha jugado esta temporada y su peso en el equipo ha aumentado tras la cita en Qatar. Solo el golpe sufrido en el hombro contra el Hellas Verona, que le obligó a ser sustituido, le ha impedido completar los 90 minutos de los últimos seis partidos. “Está completamente recuperado de la rodilla”, explica a La Vanguardia el periodista Fabio Casilli, de La Gazzetta del Mezzogiorno.
Umtiti fue recibido como un héroe en agosto, lleno a rebosar el aeropuerto de aficionados, y la comunión con su parroquia alcanzó otro nivel en el duelo contra el Lazio el 4 de enero, cuando los radicales del equipo romano increparon al galo con gritos racistas. “Es el ídolo de los tifosi tras el incidente contra el Lazio. Los aficionados del Lecce respondieron coreando su nombre y el equipo remontó (2-1). Él siente este calor de los hinchas”, indica Casilli, que define al defensa como “un referente para el equipo, un entrenador en el campo”, y dice que “sus compañeros se sienten más relajados con él en el terreno de juego”.
Es el ídolo de los 'tifosi' tras el incidente racista ante el Lazio. Los hinchas del Lecce corearon su nombre"
“En ese momento confirmé que es un gran profesional. No se vio afectado por los insultos racistas. El árbitro paró el partido y Umtiti le dijo que no, que se tenía que seguir, que esto es fútbol”, cuenta en conversación telefónica Joan González, jugador del Lecce clave en la adaptación del zaguero, con el que tiene “una muy buena relación” de amistad. El mediocentro titular, que en el 2021 cambió el juvenil del Barça para enrolarse en las categorías inferiores de los lobos , se deshace en elogios hacia su compañero: “Físicamente está al 100%. Tiene un nivel muy alto, pero aún puede dar más, tiene mucho talento. Es un líder. Nos ayuda en muchos aspectos, incluso da charlas en el vestuario”.
Es un líder. Nos ayuda en muchos aspectos, incluso da charlas en el vestuario"
González explica que el francés “no piensa en el futuro, solo en jugar y en la salvación del Lecce”, que antes del partido de hoy ante el colista Cremonese, es 15.º, a siete puntos del descenso. La continuidad en el campo y el ambiente acogedor, casi familiar, le han devuelto la sonrisa. “Lo pasó mal. No me ha hablado sobre volver a jugar en el Barça. Está feliz y el equipo está feliz de tenerle”, concluye el catalán sobre un Umtiti que tiene contrato hasta el 2026 con el club blaugrana, donde su posición está totalmente cubierta. Sin músculo económico para afrontar sus actuales emolumentos, todo apunta que el Lecce será solo una parada para coger impulso, un lugar tranquilo en el tacón de la bota donde un campeón del mundo ha vuelto a sentirse futbolista.