Las 10 lesiones más graves de la historia del fútbol

Las 10 lesiones más graves de la historia del fútbol

André Gomes, última víctima

André Gomes se suma a la larga lista de jugadores que estuvieron varios meses fuera de los terrenos de juego

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Manuel Pablo terminó con la pierna partida tras una dura entrada de Giovanella en el derbi gallego

Internet

La primera reacción de Heu-Min Son después de la dura entrada a André Gomes fue ponerse las manos a la cabeza y empezar a llorar. Sin signos de voluntariedad había partido el tobillo derecho al portugués, produciendo una de las imágenes del fin de semana en el mundo del deporte que puede herir más sensibilidades. El ex del Barça se suma a la larga lista de jugadores que tuvieron que perderse varios meses de competición por sufrir graves lesiones.

Manuel Pablo vs Giovanella (Deportivo - Celta, 2001/02)

Quizá la más icónica del fútbol español por la dureza de las imágenes. Sucedió en un derbi gallego. Un balón dividido terminó con Manuel Pablo volando por los aires y una fractura de tibia y peroné impactante. Como Son, Giovanella no pudo controlar el llanto durante el partido y tuvo que ser consolado incluso por los rivales. “Quiero pedir perdón porque nunca quiso hacer esto. Si pudiera estar yo en el sitio de él... Sólo puedo decirle que no fue intencionado. Creo que es el peor momento de mi carrera”. El lateral del Deportivo regresó a los terrenos de juego nueve meses después.

Maradona vs Goikoetxea (Barça - Athletic, 1983/84)

El día de la Mercè de 1981 (24 de septiembre) es una fecha marcada para el barcelonismo. Andoni Goikoetxea mandó al quirófano a Diego Armando Maradona dos años después de lesionar de gravedad a Bernd Schuster –estuvo casi un año fuera–. Sin opción de luchar por el balón y con los tacos por delante, se cargó el tobillo izquierdo del ‘Pelusa’. Finalmente fue menos grave de lo esperado. Estuvo tres meses y medio sin poder jugar. Pero la imagen del ‘10’ retorciéndose de dolor en el verde quedará para siempre.

Juninho vs Míchel Salgado (Celta - Atlético de Madrid, 1997/98)

Juninho Paulista pasó como una estrella fugaz por el Manzanares. Una grave lesión en Balaídos por una dura entrada por detrás de Míchel Salgado le impidió volver a ser el mismo. Tras sufrir una fractura de peroné, lo primero que preguntó fue: “Doctor, ¿y el Mundial?”. El brasileño rebajó de cinco a tres meses su tiempo de baja, pero el propio jugador admitió que no recuperó su mejor nivel hasta al cabo de dos años. Por aquel entonces ya había pasado la oportunidad de triunfar en el Atlético de Madrid... y se quedó sin Mundial de Francia. Míchel Salgado no vio ni amarilla.

César vs Figo (Real Madrid - Zaragoza, 2004/05)

Eran los primeros pasos en la carrera del central cuando esta se vio truncada de por vida por una fea entrada de Luis Figo. El portugués, en aquella época en el Real Madrid, entró con el pie por delante para intentar mantener el balón y se cargó la rodilla izquierda de su rival. Sin castigo por esa acción, Figo fue a visitarlo al hospital y se interesó por su estado, pero el César no volvió a jugar al fútbol. Tras cuatro operaciones en dos años su articulación quedó dañada y finalmente decidió colgar las botas.

Eduardo - Taylor (Birmingham - Arsenal, 2007/08)

“Podía haber perdido la pierna”. Así de claro se mostró Eduardo da Silva pocos días después de la salvajada entrada de Martin Taylor. 10 meses estuvo fuera de los terrenos de juego después de sufrir una fractura del peroné izquierdo. Fue una de las primera lesiones virales en internet.

Keane - Haaland (Manchester United - Manchester City, 2000/01)

Hacía un tiempo que los derbis de Manchester vivían una rivalidad interna. Roy Keane estuvo diez meses en el dique seco al crujirse su rodilla cuando intentó dar una patada por detrás a Alf-Inge Haaland. Era 1997 y el noruego jugaba en el Leeds. No tuvo la culpa en esa acción, aunque siempre tuvo sus más y sus menos con el capitán del United... hasta que le hizo pagar todos ese tiempo sin poder jugar. Una entrada desproporcionada cuatro años después terminó con la carrera de Haaland, curiosamente padre de Erling Haaland, una de las mayores promesas del fútbol actual.

Cech - Hunt (Reading - Chelsea, 2006/07)

No fue una lesión de larga duración, pero sí muy grave. Desde entonces la imagen de Petr Cech jugando con un casco de rugby quedará para la posteridad. Hasta que colgó los guantes la temporada pasada llevo esa protección debido a la fractura de cráneo sufrida en un choque desafortunado con Stephen Hunt. Tres meses estuvo sin poder jugar. Curiosamente, en ese partido también se lesionó Cudicini, su suplente en los blues. Terminó John Terry de portero.

Cissé - McEveley (Blackburn Rovers - Liverpool, 2004/05)

Djibril Cissé era un jugador de mucha imagen, con llamativos peinados y la barba o la perilla siempre teñida de rubio platino desde sus inicios en el Auxerre. Fue en el Liverpool donde ganó más notoriedad, pero son más recordadas sus graves lesiones que sus goles. En un partido de copa inglesa se fracturó la tibia en una acción por la banda con Jay McEveley. De no haber sido atendido en el mismo estadio, podría haber perdido la pierna. Estuvo seis meses alejado de los campos. Un año y medio después, en un amistoso previo al Mundial de Alemania, se fracturó la pierna derecha.

Busst vs Irwin (Manchester United - Coventry City, 1995/96)

“Tuve 10 operaciones en 12 días... decían que me tendrían que cortar la pierna”, explicaba años después David Busst. El que fuera jugador del Coventry City dejó de ser futbolista el 8 de abril de 1996 al sufrir múltiples fracturas de tibia y peroné e infecciones por estafilococo tras un desgraciado lance con Denis Irwin. “Fueron las infecciones lo que me apartaron del fútbol, no la fractura”, recuerda. En total pasó por el quirófano 26 veces. Schmeichel vomitó sobre el césped y varios jugadores recibieron atención psicológica por tener que vivir ese escalofriante momento.

Buriani vs Mandorlini (Inter - Nápoles, 1985/86)

Ruben Buriani sólo pudo disputar cinco encuentros con el Nápoles. En el Giuseppe Meazza contra el Inter, una entrada durísima de Andrea Mandorlini le rompió la tibia y el peroné. Se quejó Buriani del trato recibido por parte de su club, que terminaría rescindiéndole el contrato. “Me trataron como un paria. Ni siquiera recibí una llamada”, explicó años más tarde. Estuvo más de seis meses sin jugar.

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