Rosana Franco: ‘La belleza ayuda pero no es ni la mitad de lo que se necesita’
En el “ring” del programa Raza deportiva, de ESPN Deportes, Rosana Franco es una leona, pero lejos de las cámaras, la presentadora mexicana es una mujer de palabras suaves, que solo muestra agradecimiento para aquellos que la han ayudado a triunfar en un campo que hace unas décadas carecía de rostros femeninos.
“Si ven que nos peleamos al aire es porque todos somos muy apasionados y nos gusta debatir nuestros diferentes puntos de vista. Pero fuera de cámara existe entre nosotros una camaradería inigualable. Todos sin excepción, Rafa, David, Leo, El Profe, Omar Orlando, son lo máximo. Trabajar con ellos y trabajar en ESPN es, por encima de todo, un honor”, comenta la presentadora de ESPN Deportes sobre el programa, al que se sumó en octubre del año pasado.
Fuiste la primera mujer en ser copresentadora de un show de deportes en español. Cuéntame de los comienzos de tu carrera, tanto en México como en Estados Unidos.
En 1999 asistí a unas audiciones que Univisión estaba haciendo en México. Estaban buscando una mujer que fuera presentadora de un programa de deportes. Fui con muchísima ilusión porque era lo que siempre había querido hacer. Hasta entonces era un mundo casi exclusivamente para hombres y pensé que a lo mejor mi mejor oportunidad era venir a Estados Unidos. La audición fue un éxito y me dieron un segundo llamado para que viniera a hacer pruebas a Miami. Hice una mañana completa de ensayos y me ofrecieron el puesto. Por esa oportunidad, por el mundo de maravillas al que me abrieron las puertas y por confiar en una mujer, siempre le estaré infinitamente agradecida a Luis Blanco, el productor ejecutivo, y a la directiva de Univisión de aquel momento. En abril comenzamos República Deportiva y allí estuve 12 años, en una maravillosa aventura.
¿Qué significó romper barreras en el mundo de las noticias deportivas, dominado por los hombres? ¿Ha cambiado la situación hoy para una mujer en tu campo?
Nunca vi mi trabajo de hacer deportes en televisión como si estuviera rodeado de barreras, sino más bien de oportunidades. Tuve la suerte de recibir un respaldo absoluto y de ganarme el cariño y el respeto de productores y compañeros de trabajo por igual. Creo que hoy en día ya no solamente es normal ver a mujeres en mi profesión, sino además absolutamente necesario. Pero tengo que reconocer que para mí no fue tan difícil como pudiera pensarse. Entre otras cosas porque desde mis inicios siempre he tenido el apoyo de la audiencia que, en su gran mayoría, no han tenido sino palabras de ánimo y respaldo para mí.
¿Recuerdas alguna situación difícil con algun deportista, con el público o los colegas?
Sorprendentemente, así como lo hizo el público, los deportistas siempre me trataron y recibieron muy bien. En mis comienzos, recuerdo a figuras como Oscar de la Hoya, Sammy Sosa o futbolistas como Cuauhtémoc Blanco, otorgándome entrevistas exclusivas con toda la confianza del mundo. Lo mismo de mis compañeros de trabajo, quienes tuvieron una paciencia sin límites conmigo, y de quienes aprendí infinidad de recursos y habilidades. Ninguno me incomodó nunca. Espero jamás haber incomodado a ninguno de ellos.
De todas las estrellas del deporte que has conocido, ¿quiénes crees han dejado una huella?
Todos los deportistas con quienes he hablado me han dejado algo. Siempre he sentido mucha empatía hacia los deportistas, siempre les he admirado y les he respetado por sus talentos. Con algunos incluso conservo amistades fuera de lo profesional. Suelen ser personas de orígenes humildes y simpáticos. Si tuviera que mencionar a alguno en especial, recuerdo con fascinación una entrevista con [el pelotero panameño] Mariano Rivera después de ganar su cuarto anillo de Serie Mundial. Tenía una tranquilidad pasmosa, una fe del tamaño del cielo y una sonrisa que valía un tesoro. Nunca supe lo mucho que me había impresionado hasta que lo vi retirarse y me puse a llorar.
Tu salida de Univisión [en el 2012] fue un poco intempestiva. ¿Qué recuerdas de ese momento?
Yo para Univisión no tendré nunca sino palabras de agradecimiento. Allí recibí mi primera oportunidad en este maravilloso país; cuando me trajeron fui tratada con muchísima consideración y apoyada como cualquier otro miembro de la familia, fuera hombre o mujer. Lo demás son cosas de la profesión. No merecen ser mencionadas. Ahora he recibido una segunda oportunidad de hacer lo que me gusta y apasiona. Y, una vez más, lo único que puedo sentir es agradecimiento.
¿Crees que la televisión, como se ha dicho tantas veces, es un medio que valora más la apariencia que el talento de los artistas y presentadores?
Creo que el talento, la dedicación, el profesionalismo y el amor al trabajo son mucho más valorados que la apariencia. Lo que pasa es que es un medio audiovisual y la presencia también influye. Sin embargo, detrás de cada mujer hermosa que triunfa en la televisión y de cada hombre guapo, hay un talento grande y que, dependiendo de su tamaño, le permite a uno más y mejores oportunidades. Lo que pasa es que hay la tendencia a pensar que una mujer bonita o un hombre guapo ya tienen el mundo ganado. Eso no es así. Recuerdo que así se pensaba de Sofía Vergara, que era solo belleza. Miren donde está ella ahora. Hasta allí solo se llega con talento y dedicación. La belleza ayuda, pero no es ni la mitad de lo que se necesita.
Cuéntanos de tu carrera en ESPN Deportes y algún detalle de ‘ Raza deportiva’.
ESPN es una compañía increíble. Llevo solo unos meses aquí, pero el trato que uno recibe y la altísima calidad que a uno se le exige son un incentivo incomparable para amar tu trabajo. Además, es verdaderamente “el líder mundial en deportes”. En términos de béisbol, es como jugar pelota y llegar a las Grandes Ligas. Además, otra vez me toca la suerte de ser la única mujer, en un show como Raza deportiva.
Veo en tu cuenta de Twitter que has puesto una definición sobre el exito. ¿Cómo defines una persona exitosa?
La definición de éxito creo que depende mucho de cada quien. La mía incluso ha ido cambiando con el tiempo. Para mí, hoy en día, una persona exitosa es una persona feliz, que sabe amar y que es amada. •
