Bellingham, el anti-Barça 'desconectado' con Vinicius y Rodrygo

Jude Bellingham volvió a ser definitivo en el segundo Clásico liguero marcando el gol de la victoria del Real Madrid. El inglés jugó los 90 minutos en la posición de media punta, en la que tiene que apoyar al centro del campo cuando el rival tiene el balón, y al ataque cuando lo lleva su equipo. Un despliegue físico que muchas veces no le compensa, sobre todo cuando busca desmarques que Vinicius y Rodrygo no ven, quizá por esa complicidad ofensiva entre los brasileños.

Bellingham: "Mi pie estaba casi muerto"

A Bellingham se le vio desesperado en muchas jugadas ofensivas de los suyos. Buscó permanentemente los espacios por delante del balón, pero casi nunca le acabó de llegar. En especial en los ataques conducidos por Vinicius y Rodrygo, que se buscan constantemente sin reparar en la posición de su compañero. Pero no fueron los únicos, hubo otros que tampoco vieron algunos de sus desmarques dentro del área, aunque en algunas ocasiones encontrar el hueco por donde meter el balón suponía un riesgo.

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Mejor sin los brasileños

Jude destacó más que sus compañeros de ataque en la participación en el juego: Vinicius acertó 18 de los 27 pases que dio fallando los más fáciles, acertó 11 de 17 en corta distancia; Rodrygo dio 22 de 28, aunque la mayoría en corto (18 de 22) y Bellingham, 43 de 45 destacando en los pases de media distancia, 19 de 20 y 3 de 4 en los desplazamientos largos. El inglés tuvo más protagonismo cuando Ancelotti movió el banquillo. Brahim y Joselu se apoyaron más en él, conectaban para que lanzara el juego, mientras que Vinicius y Rodrygo apenas lo hicieron.

Cancelo desapareció en Madrid

El inglés adquirió otra dimensión sin los brasileños. Asumió la responsabilidad de lanzar el ataque y llegar al área con peligro, con Modric, Valverde y Tchouameni cubriéndole las espaldas. Al final recogió el premio marcando el gol del triunfo tras jugada de Brahim, asistencia de Lucas Vázquez y amago fallido de Joselu, al que el balón le pasó entre las piernas para dejarle un remate franco. Bellingham no falló para convertirse en el anti-Barça esta temporada al marcar los dos goles en Montjuic, 1-2, y el de la victoria en el Bernabéu.