• Robert Lewandowski marcó nueve goles con Polonia durante la clasificación para el Mundial.

• En Catar, Polonia comparte grupo con Argentina, México y Arabia Saudí.

• Lewandowski todavía no ha marcado nunca en el Mundial.

A nadie se le escapa que Robert Lewandowski es una máquina de hacer goles. Cuando el capitán polaco pisa el césped, tiembla la defensa rival. El delantero de 34 años del FC Barcelona siempre está sediento de gol. Durante la clasificación para el Mundial de 2022 marcó nueve goles, incluido uno importante en la eliminatoria contra Suecia.

Sin embargo, en el Mundial de Rusia 2018 no pudo anotar con la camiseta de Polonia antes de que cayera eliminada en la fase de grupos. En la medida de lo posible, esta vez Lewandowski espera conseguir algo más junto a su equipo. Sobre este y otros temas ha hablado la FIFA con Robert Lewandowski pocas semanas antes del Mundial.

Robert Lewandowski: Claro que me alegro de haber marcado tantos goles en la clasificación, pero sobre todo me alegro de que lográsemos clasificarnos para el Mundial. Soy consciente de que todos y cada uno de mis goles contribuyen a la victoria de mi equipo, y me hace sentir muy feliz y orgulloso que las cifras sean tan impresionantes.

En los partidos clasificatorios marcamos muchos goles y yo anoté en el primer encuentro, lo cual nos aportó un punto. Los siguientes partidos no fueron fáciles. Está claro que durante la clasificación lo que cuenta no es el estilo, sino ganar. Siempre salto al césped para dar lo mejor y quiero marcar goles o generar ocasiones, porque sé que con mis capacidades puedo cambiar las cosas. Cada vez que ganamos, haya marcado yo o no, pienso que hemos conseguido lo más importante, y si, además, marco un gol, pues perfecto.

Fue un encuentro muy difícil. Sabíamos que Suecia ya había jugado un partido eliminatorio. Nosotros no teníamos esa experiencia, pero sí éramos conscientes de que si estábamos en casa con la afición polaca jugaríamos con fuerza y energía. Tácticamente hicimos un buen partido. Los suecos tuvieron algunas ocasiones en la primera parte. Pero también sabíamos que, si las superábamos, y si teníamos paciencia, llegaría nuestra oportunidad. Y entonces llegó ese momento perfecto y marcamos un gol. Podríamos haber marcado dos o tres más. Pero estamos contentos de habernos clasificado, porque vimos que tenemos potencial. La pregunta es si sabremos aprovecharlo.

No fue fácil para él. Tomó las riendas del equipo antes del último partido, sin apenas tiempo para entrenar. Pero llegó y demostró su calidad humana. Su personalidad se apreció desde el primer día. Sabe cómo llegar a cada uno de nosotros. Con sus discursos estrecha lazos entre los jugadores y eso, sin duda, nos ha ayudado a llegar a este Mundial.

Sí, claro. Soy consciente de que, con cada uno de mis éxitos, de mis goles, crecen las expectativas. Independientemente del partido que juguemos y de cuál sea nuestra función sobre el campo, de mí se espera que marque goles. Y no siempre es posible. Sé que siempre tengo que tener sed de gol. Mucha gente se fija solo en los números: si he marcado, he jugado bien, pero si no, he jugado mal. Pero no es así, y yo lo sé. No tengo miedo.

La responsabilidad de jugar con la selección polaca es, sin duda alguna, enorme. Las expectativas de la afición y de la nación, esa presión, son enormes y lo sé muy bien. Debo estar motivado y quiero motivarme para demostrar de qué soy capaz sobre el césped. No siempre es fácil, pero tampoco me quejo. Siempre debo hallar una solución y tratar de dar lo mejor de mí.

Claro que siempre estaré orgulloso de ser de donde soy, pero por otro lado sé muy bien que tuve que saltar muchos obstáculos y derribar muchas barreras para llegar a donde estoy ahora; tuve que trabajar bastantes cosas que antes no sabía hacer. Creo que me formé entrenándome y educándome como autodidacta. Y respecto a las cosas que antes desatendía, sabía que con el tiempo las mejoraría.

Es difícil comparar el fútbol de entonces con el de ahora. Claro que, con esos éxitos, la selección polaca fue la mejor de aquella época y se habría merecido ganar el Mundial, de no ser por aquel partido bajo la lluvia [1974, contra la República Federal de Alemania] y por la derrota en la semifinal [1982, contra Italia]. La selección polaca era la favorita y seguramente habría ganado. Pero los tiempos han cambiado. El fútbol es distinto, como también lo son los métodos de entrenamiento. Pero siempre trataremos de hacerlo lo mejor posible para que la afición esté orgullosa.

Si tengo ocasión, siempre intentaré marcar, pero anotar tantos goles como Grzegorz Lato lo veo difícil. No somos la clase de equipo que crea constantemente ocasiones de gol, pero tal vez sí haya oportunidades de marcar. Haremos cuanto sea necesario para tener constantemente hambre de gol. Pero estamos hablando del Mundial. Aquí, la actuación individual queda en un segundo plano. El equipo es más importante y saldremos a jugar como un todo.

Fue una de las mayores decepciones de mi carrera. No solo porque cayéramos eliminados en la fase de grupos del Mundial, sino porque no generamos ocasiones. No tuve ocasiones, no marqué ningún gol, y eso siempre duele. Cuando el equipo juega mejor nos resulta más fácil a todos. Pero en 2018 fracasamos tanto yo como el equipo entero. Fue una decepción sin paliativos.

Sobre Argentina no hay mucho que decir, es una selección excepcional. En mi opinión, es una de las favoritas para ganar. Tiene a Leo Messi a la cabeza, que es una auténtica leyenda. Será sin duda el partido más complicado. Será genial enfrentarse a una selección tan increíble y a unos jugadores tan fuertes.

México es un equipo difícil que siempre lucha y nunca se rinde. Los mexicanos combinan juventud con experiencia, y saben cómo jugar en grandes competiciones; es algo que tenemos muy claro. Para nosotros será un gran reto.

En cuanto a Arabia Saudí, es la gran sorpresa. Sabemos que cuentan con una defensa sólida y una buena táctica. Son muy ágiles y construyen bien el juego, así que corre de nuestra cuenta el planteamiento del partido. Creo que nos enfrentamos a este grupo con buen ánimo. Saltaremos al campo con la sonrisa en los labios, aunque sepamos que serán partidos difíciles.