Veinte lentes oscuros que el cine inmortalizó (2/3)

Veinte lentes oscuros que el cine inmortalizó (2/3)

Francisco Masse | 10:42
Francisco Masse

En los años 70, el cine estadounidense experimentó una fuerte sacudida: influenciados por la nueva ola del cine francés —la famosa nouvelle vague—, las películas abordaron con mayor crudeza temas cercanos a la cotidianeidad de una sociedad que apenas empezaba a superar los estragos de Vietnam y de la caída del sueño sesentero del peace & love de los hippies.

Y en la década siguiente —la del boom económico que dio origen a los yuppies, del surgimiento del sida, del reinado de la música pop y de los grandes blockbusters—, actores, productores y marcas descubrieron una rica veta en la colocación estratégica de productos —autos, ropa y, desde luego, gafas de sol— en películas comerciales con actores taquilleros, para catapultar sus ventas gracias a la fuerte palanca del deseo social de imitación de las estrellas de Hollywood.

Hay quienes dicen que los lentes de sol ocultan la mirada, y es cierto. Sin embargo, yo digo que más bien otorgan una mirada distinta. En esta segunda parte del artículo (dar clic aquí para leer la primera parte), veremos cuáles fueron las miradas que marcaron estas dos décadas cruciales en la historia del siglo XX.

 

 

 

Robert De Niro en Taxi Driver (1976)

Tras regresar de la guerra, el veterano Travis Bickle (Robert De Niro) sufre de un insomnio galopante. Para aprovecharlo, se mete de taxista nocturno en la convulsa ciudad de Nueva York, y así conoce a una prostituta adolescente (Jodie Foster) que es explotada por su chulo, y eso detona el deseo de justicia y la agresividad reprimida de Travis, quien termina luciendo un temible peinado mohawk, una chaqueta militar y unos Ray Ban Caravan idénticos a los que usará Robert Duvall para bombardear vietnamientas en Apocalypse Now (1979).

 

 

Diane Keaton en Annie Hall (1977)

En esta cinta clásica y venerada del neoyorquino Woody Allen, Annie (Diane Keaton) se aleja del estereotipo de la belleza anglosajona y de la moda glamorosa de otros años, luciendo pantalones holgados, pañoletas, bufandas y sacos angulosos de telas muy gruesas. Un look casi masculino, cuyo acento consiste en unas gafas de trazo suave y redondeado con lente de filtro degradado, obra de la marca Colors in Optics, que también fabricó el par que lució Richard Gere en la emblemática American Gigolo (1980).

 

 

Tom Cruise en Risky Business (1983)

Esta película, que cinematográficamente es bastante mediocre, tuvo varios aciertos: uno, elegir como tema una pegajosa canción de Bob Seger and the Silver Bullet Band, “Old Time Rock & Roll”; dos, poner a Tom Cruise —quien con esta película iniciaría el ascenso hacia su actual reinado hollywoodense— a bailarla usando sólo unas trusas; y tres, hacer que usara unos Ray Ban Wayfarer negros. El éxito de este modelo de los 50 que se encontraba casi en el olvido, puede medirse a partir de las 360 mil piezas que vendió después del estreno de la película, de los millones de imitaciones que se vendieron en todo el mundo —volviéndolos parte del uniforme de la década del acid wash y el wet look—, y del hecho de que hoy en día sea el accesorio obligado de nuestros insoportables y omnipresentes hipsters.

 

 

Arnold Schwarzenegger en The Terminator (1984)

Un poco de ciencia ficción mainstream, con la historia de este cyborg despiadado e inexpresivo —ideal para las capacidades actorales de Schwarzenneger— venido del futuro, que luce una envidiable musculatura, un peinado bastante cyberpunk, ropa negra de motociclista y unos inolvidables Gargoyles Ansi Classics de gran tamaño y corte casi cuadrado, ideales para el rostro ancho y varonil del Gobernator. Vinculado para siempre con este personaje y con unas gafas de sol, en las segunda y tercera entregas de la saga usaría unos Persol Ratti 58230 —muy similares a los que usaba Bruce Lee— y unos Sama T3 Series, respectivamente.

 

 

Madonna en Desperately Seeking Susan (1985)

Esta película fue para las adolescentes ochenteras el equivalente de The Wild One (1953) —con Marlon Brando como motociclista— para la juventud del rock & roll, y de Saturday Night Fever (1977) —con John Travolta imponiendo sus pasos de baile— para la generación de la música disco: un fenómeno que definió el espíritu y la moda de su tiempo y sociedad. Fiel a su estilo, la reina del pop luce un emblemático modelo Dolce & Gabbana de corte anguloso que todas las jovencitas, o casi, soñaban con poseer.

 

 

Al Pacino en Scarface (1983)

No, no son unos Carrera, sino unos Linda Farrow 6031 Aviator los que luce este gran actor italoamericano cuando encarna al inolvidable traficante Tony Montana, el mismo que afronta la muerte con una metralleta en las manos y con el grito de “Say hello to my little friend!”. Este corte se hizo muy popular durante la primera mitad de la década, sobre todo entre los pilotos de carreras y actores como Lee Majors, “el Hombre Nuclear”.

 

 

Sylvester Stallone en Cobra (1986)

Después de tocar el cielo encarnando al boxeador de inquebrantable espíritu, Rocky Balboa, y al veterano de Vietnam más famoso de la historia, John Rambo, el hombre del habla incomprensible decidió tomar un respiro para encarnar al teniente Marion “Cobra” Cobretti, un policía duro e implacable. Quizá lo más memorable de esta cinta sean los Ray Ban 3030 Outdoorsman reflejantes que usa “Cobra”… y que en esa cinta Stallone conoció a la altísima Brigitte Nielsen, con quien terminaría casándose.

 

En la siguiente entrega, llegamos al fin del milenio y a lo que va del siglo XXI…

 

@fcomasse

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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