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As� fueron las 72 horas que condujeron al adi�s de Ricky Rubio: "No me veo capaz"

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El lunes comunic� a Scariolo que no estaba bien, se fue a su casa en Barcelona y all� decidi� el jueves que no regresar�a para jugar el Mundial por su salud mental

Ricky en uno de los �ltimos entrenamientos con la selecci�n
Ricky en uno de los �ltimos entrenamientos con la selecci�nEFE/FEB

El lunes todo se desmoron� de golpe. Ricky Rubio acudi� a hablar con Sergio Scariolo y le cont� algo que el seleccionador no sospechaba: "No estoy bien, no me veo capaz". Poco rato despu�s, viajaba rumbo a su casa en El Masnou, donde tom� la decisi�n de no regresar, al menos, este verano.

Hasta ese d�a, el base y estrella de la selecci�n, MVP del �ltimo Mundial cuyo t�tulo defiende Espa�a desde el 25 de este mes, no hab�a dado ning�n s�ntoma de que algo marchara mal. Se incorpor� a la concentraci�n con una sonrisa, particip� sin problema alguno en los entrenamientos, las sesiones de fotos y los actos publicitarios y protocolarios, f�sicamente estaba perfecto y parec�a feliz de haber dejado atr�s una temporada complicada en Cleveland.

Sin embargo, este s�bado un comunicado del jugador, a trav�s de la Federaci�n, remataba una semana en la que todo fue a peor muy r�pido: "He decidido parar mi actividad profesional para cuidar mi salud mental. Quiero agradecer todo el apoyo que he recibido de la FEB para entender mi decisi�n. Hoy La Familia tiene m�s sentido que nunca. Gracias".

"�Qu� ganas ten�a de estar aqu�!", repet�a, seg�n explican desde la concentraci�n del equipo, tras un curso en la NBA que comenz� tarde debido a la recuperaci�n de la grave lesi�n de rodilla sufrida en la 21-22 y que acab� con Ricky fuera de la rotaci�n de los Cavs.

Desde su entorno apuntan que esos meses resultaron muy duros para �l, que perdi� parte de la ilusi�n que ha empujado siempre una carrera plagada de obst�culos y pudieran ser el origen de la situaci�n actual, pero nada lo indicaba hasta el lunes. Ricky lleg� con maleta bien llena y planific� con la FEB diversos compromisos para el pr�ximo mes y medio. Estaba convencido de que el ambiente siempre especial de la selecci�n, esa Familia que tanto le arropa, le har�a olvidar todo lo malo. Por desgracia, algo se rompi� de golpe entre el domingo y el lunes.

Una vez que comunic� su estado de �nimo al seleccionador y al presidente, Jorge Garbajosa, estos le mostraron su apoyo y le concedieron un permiso sin fechas marcadas para ausentarse de la concentraci�n de Madrid y tomarse un tiempo en su casa barcelonesa y ver si se encontraba mejor. Ante lo delicado del problema, decidieron no hacerlo p�blico, aunque los entrenamientos del equipo son a puerta abierta y desde el martes all� no estaba la estrella. Sorprendentemente, la noticia no trascendi� y permiti� a los implicados ganar tiempo para esperar la evoluci�n de Ricky. Dio igual.

Aunque en principio todos confiaban en que regresar�a, seg�n transcurrieron las horas y las conversaciones entre jugador, t�cnico y dirigente, el pesimismo empez� a cundir en la selecci�n. Scariolo convoc� de urgencia a Juan N��ez, el joven base del Ulm que se entrenaba en Bilbao junto a Ra�l L�pez, y recorr�a los pasillos del hotel Meli� Castilla como si una nube negra le sobrevolara permanentemente.

En lo estrictamente deportivo, la baja de Rubio, que con 32 a�os y 157 partidos con Espa�a era el gran referente del equipo (m�ximo anotador de los Juegos de Tokio 2021 con 25,5 puntos por partido), es un golpe tremendo que se confirm� el jueves. Ese d�a, Ricky llam� a Scariolo desde El Masnou y le dijo que, definitivamente, no volver�a para jugar el Mundial. Aunque ya no hab�a vuelta de hoja, se decidi� retrasar 48 horas el anuncio oficial para no enturbiar el primer amistoso ante Venezuela, el viernes en Madrid. Como muchos de los veteranos descansaron, nadie se pregunt� d�nde estaba Ricky pese a que era el �nico de los ausentes que no se sentaba junto al banquillo de WiZink. Por desgracia, estaba ya a muchos kil�metros de all�.

Nadie en el entorno del jugador se atreve a aventurar qu� deparar� el futuro m�s all� de este campeonato. "Puede ser un mes, seis, dejarlo...", apuntan, aunque casi nadie cree que Ricky no volver� a jugar. No es la primera vez que el fabuloso base catal�n habla abiertamente de su salud mental. Tras la muerte de su madre, en 2016, sufri� una larga depresi�n y desde entonces se ha erigido en una de las estrellas del deporte m�s comprometidas en la lucha por normalizar, cuidar y afrontar estas enfermedades. Ahora le vuelve a tocar. Ya ha vencido antes.

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