Cuando ya parecía superado el goteo de informaciones sobre Rúben Neves, centrocampista del Wolverhampton, que atormentó al cuerpo técnico azulgrana durante el pasado mercado de verano, el nombre del internacional portugués volvió a ser vinculado al FC Barcelona, para disgusto de Xavi y su staff. Y es que durante la jornada del jueves pasado, diferentes informaciones volvieron a asociar el nombre de Neves al club azulgrana. En una de ‘Relevo’ se apuntaba que podía entrar en una operación que llevaría a Ansu Fati al Wolverhampton y que dejaría a Neves en el Barça y que además generaría ‘fair play’ para el club azulgrana.
Todo eso, sin tener en cuenta que los entrenadores del Barça y también el área deportiva son contrarios a la llegada del centrocampista luso. No tienen nada contra él pero no consideran que dé el perfil necesario para poder incorporarse a la plantilla barcelonista. En este sentido, Xavi quiere que siga Sergio Busquets, que acaba contrato y se está pensando si renovar o no a la baja, e incorporar a otro mediocentro de su gusto. El que más le agrada es Martín Zubimendi, de la Real Sociedad, pero se sospecha que su club lo vendería solo por su cláusula (60 millones) o y además tiene un contrato largo, hasta 2027. En este contexto, a Xavi le gusta mucho Amrabat, pivote de la Fiorentina y semifinalista del último Mundial con la selección de Marruecos. Pero el que no atrae al técnico barcelonista y a su staff es Neves.
En esta situación queda claro que hay una fijación de su agente, Jorge Mendes, por metérselo con calzador al Barça. El problema es que hay alguien que le da alas, incluso una vez que esta fijación parecía cortada y superada por la cúpula directiva barcelonista.
Una insistencia plomiza que, además, está condenada al fracaso si se le quiere colar al entrenador porque al final, si no le gusta un jugador, no lo pondrá, con la consiguiente frustración para el futbolista y su consiguiente devaluación en el mercado
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