Zúrich: Qué ver y hacer en un día

Era nuestro último día en Suiza después de recorrer las famosas Cataratas del Rin, Schaffhausen, Stein am Rhein, St.Gallen, Maienfeld y Chur y lo dedicamos a conocer la bonita ciudad de Zúrich. En un día no da para mucho pero sí para poder visitar los lugares más importantes de esta localidad suiza así que mapa en mano empezamos nuestra particular ruta, lo peor de todo fue encontrar aparcamiento ya que además coincidimos con el Campeonato europeo de atletismo y estaban la mayoría de las calles cortadas.

Zúrich está situada en un lugar estratégico cerca de los espectaculares Alpes suizos y a orillas de un lago, es por ello que ya en el siglo 15 a.C los romanos aprovecharon para fundar una aduana y fuerte conocidos con el nombre de Turicum que más tarde, en el siglo X se convertiría en ciudad. Hoy en día es el motor financiero y cultural del país por lo que se ha convertido en la ciudad más importante de Suiza.

Empezamos nuestro paseo en la orilla derecha del Río Limmat que divide Zúrich en dos partes y desemboca en el lago de la ciudad. Fuimos caminando y nos adentramos en la Calle Niederdorf situada en el casco antiguo y en la que confluyen varias callejuelas más pequeñas. Este lugar está lleno de tiendas, restaurantes e infinidad de edificios del siglo XIV y es un sitio perfecto para perderse y callejear un poco.

Seguimos caminando hasta llegar a Stüssihofstatt, una plaza dispuesta en terrazas que data del año 1496 y une la ciudad alta con la baja. En ella se encuentran algunos edificios de los antiguos gremios como el de sastres pero lo que sin lugar a dudas destaca es la fuente renacentista de Stüssi (un antiguo alcalde de la ciudad), construida en el año 1574.

tüssihofstatt

Decidimos volver a la Ribera del Río Limmat y nos topamos con la polémica Harbor Crane, una enorme grúa verde con más de 50 años, 30 metros de alto, 90 toneladas y traída desde la ciudad alemana de Rostock para colocarla como escultura artística aunque no fue muy bien vista por los habitantes de la ciudad, por lo visto estará allí temporalmente pero bajo mi punto de vista le da un aire añejo a esa parte del río, eso sí, no pinta mucho junto a los bonitos edificios medievales.

Justo al lado encontramos el Rathaus, un edificio renacentista situado encima del río que alberga el ayuntamiento de la ciudad. Fue construido entre los años 1694 - 1698 y se puede hacer una visita guiada al mismo los martes, jueves y viernes así que como nosotros fuimos en domingo lo encontramos cerrado pero por lo que he leído los salones interiores tienen muy buena pinta.

Caminamos unos 100 - 200 metros y nos topamos con dos de los lugares más importantes de Zúrich, por un lado la Iglesia Grossmünster que según cuenta la leyenda fue fundada por el mismísimo Carlomagno. Este templo fue construido sobre un antiguo cementerio romano a finales del siglo XII y principios del XIII y actualmente está dedicado al culto protestante, en su claustro podemos encontrar la Universidad de Teología y es posible subir a una de sus torres aunque cuando estuvimos nosotros para variar estaban cerradas así que una vez más nos quedamos con las ganas de entrar.

El otro edificio importante en este lugar es la Wasser Kirche construida originalmente en una pequeña isla del Río Limmat, según cuenta la leyenda en este lugar fue donde fueron ejecutados por los romanos los mártires de la ciudad, Félix y Regula. Actualmente se utiliza para el culto religioso y para la realización de exposiciones, nosotros la encontramos cerrada así que solo pudimos ver una especie de fuente con un pescado que hay en la entrada.

Seguimos paseando por la ribera del río hasta el edificio de la Opernhaus construido en el año 1891 y por el Puente de Quai Brücke cruzamos a la otra orilla. Desde este lugar hay unas vistas espectaculares al Lago Zúrich con los Alpes de fondo.

Continuamos caminando por la vera del río dejando a mano derecha la antigua piscina pública, una especie de choza de madera flotante con aire añejo que todavía se sigue utilizando. Ocupa una parte del Río Limmat y cuando fuimos estaba a reventar de gente, el interior no se puede ver sino entras pero desde la otra orilla pudimos observar infinidad de gente tostándose como lagartos al sol en un pequeño muelle de madera que tiene adosado. Un poquito más adelante y a mano izquierda encontramos el Stadthaus, un edificio de estilo gótico construido entre 1898 y 1900 por el arquitecto municipal Gustav Gull.

Al lado del Stadthaus podemos admirar posiblemente una las iglesias más importantes de Zúrich, por lo menos en la antigüedad, la Fraumünster que para variar también estaba cerrada. Este templo pertenecía a una antigua abadía fundada en el año 853 por Luis el Germánico y que gozó de gran poder a partir de 1045 cuando el Rey Enrique III permitió a la abadía la celebración de un mercado, acuñar su propia moneda o cobrar peajes por lo que la abadesa se convirtió en uno de los personajes más importantes de la ciudad. Actualmente tan sólo se conserva la iglesia ya que el claustro y el resto de edificios fueron demolidos a finales del siglo XIX.

En el lateral del río está posiblemente uno de los puentes más vistosos de la ciudad que une Fraumünster con Grossmünster y en el que podemos ver una estatua ecuestre de Hans Waldmann, un antiguo alcalde y militar de la ciudad.

Seguimos caminando y nos adentramos en una de las zonas más bonitas de Zúrich con un entramado de estrechas callejuelas en las que encontramos la Iglesia de San Pedro. Este templo fue construido al lado de Lindenhof, la antigua fortaleza romana y se levantó en el lugar donde antiguamente había un santuario dedicado a Júpiter, destaca su campanario que alberga uno de los relojes murales más grandes del mundo y que hasta el año 1911 era uno de los más altos de la ciudad que funcionaba como torre de vigilancia contra incendios.

Muy cerca de la iglesia encontramos un parque conocido como Lindenhof donde los romanos establecieron un primer castillo y que es la puerta de acceso al espectacular barrio de Schipfe. Las calles de este lugar son estrechas con pequeñas casas blancas donde hoy en día viven y trabajan muchos artesanos de la ciudad por lo que podemos encontrar infinidad de tiendecitas y galerías de arte, os recomiendo pasear por debajo de los porches que dan al Río Limmat.

Se nos estaba haciendo tarde así que fuimos en busca del coche no sin antes dar una vuelta por la Estación Central de Zúrich, una de las más concurridas del país, justo detrás podemos ver el Museo del pueblo suizo situado en una especie de castillo muy vistoso con más de 100 años de antigüedad aunque obviamente no nos quedaba tiempo por lo que habrá que volver para verlo junto con las otras atracciones que nos quedaron pendientes y para seguir conociendo la ciudad, espero que sea pronto.

En resumen, una posible ruta para un día sería: Calle Niederdorf, Stüssihofstatt, Edificio Ayuntamiento Zúrich, Iglesia Grossmünster, Wasser kirche, Opernhaus, Lago Zúrich, Stadthaus, Fraumünster, Iglesia San Pedro, Lindenhof, Barrio Schipfe, Estación central Zúrich y Museo pueblo suizo aunque hay muchísimos lugares más por descubrir, eso sí, necesitáis un poco más de tiempo!

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