Pueblos medievales de Girona que debes visitar

Este pueblo se ubica a solo 40 kilómetros de Girona capital y está cerca de la Costa Brava. Pertenece al municipio de Forallac, de la comarca del Baix Empordà. Sus casas de piedra y las calles adoquinadas crean un ambiente de película medieval.

En la entrada de Peratallada, se encuentra el portal de la Virgen y el puente antiguo, que en el pasado fue levadizo y conserva el foso. Su castillo es la muestra de arquitectura medieval más destacada del pueblo junto con la muralla. Además, está la iglesia de Sant Esteve, un edificio románico cuya fachada es muy curiosa.

Imagen: Albert Aguilera Flickr

Se halla en una colina en plena Costa Brava y con vistas al Mar Mediterráneo. El castillo de Pals es un ejemplo perfecto de fortaleza medieval salvo por las consecuencias sufridas en la guerra civil catalana, pero mantiene vestigios interesantes por visitar. La iglesia de Sant Pere fue reconstruida con el material del castillo.

También debes ver la plaza Mayor con el Ayuntamiento, Ca la Pruna (una casa fortificada), las sepulturas del carrer Major y el Pedró con vistas al entorno. Además, en la costa es donde se concentra casi todo el ocio moderno de Pals.

Un puente románico impresionante del siglo XI sirve para recibir a los visitantes en Besalú, accediendo directamente al barrio judío, que se reconoce fácilmente por su estilo, hasta llegar a la plaza Mayor. En el centro del pueblo, se encuentra el monasterio de Sant Pere, una iglesia románica y el hospital de San Julià.

Si recorres sus callejuelas empedradas y estrechas, típicas del trazado medieval original, podrás descubrir joyas del estilo gótico catalán como la casa Cornellá.

Se trata de un lugar único porque fue construido sobre un acantilado basáltico que supera los 50 metros de altura. Además, se encuentra en el interior del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa, conservando su trazado medieval original.

Sus calles empinadas y estrechas, junto con la iglesia de Sant Salvador y la torre, ofrecen una vista espectacular de este entorno natural. Al final del acantilado se encuentra el mirador sobre el río Fluvià, el punto final ideal tras descubrir todo el encanto de Castellfollit de la Roca.

Este pueblo está compuesto por un núcleo de población medieval y una marina residencial de Ampuriabrava. Castelló d'Empúries cobró especial relevancia en la Edad Media, época en la que los condes de Ampurias trasladaron su residencia aquí y la capitalidad del condado. Desde ese momento, su patrimonio comienza a crecer.

Beget no es una localidad independiente desde hace años, ya que se agregó a Camprodón. Aun así, continúa siendo uno de los pueblos más bonitos de España por su esencia medieval. Lo que más llama la atención de este municipio es que está dividido en 3 partes por dos arroyos. Por lo tanto, esas partes se unen por dos puentes románicos.

Las calles de Beget son un ejemplo de la Edad Media, ya que sus casas están asentadas sobre la roca con paredes de mampostería de piedra. El monumento más destacado del pueblo es la iglesia de San Cristóbal, con una torre visible desde cualquier punto.

Descubre más sobre Los pueblos más bonitos de España en este otro post.

Este pequeño pueblo sorprende a los turistas por la buena conservación de su arquitectura. Antes de llegar, desde la carretera, podrás apreciar sus vestigios medievales. A través de la torre de las Hores, conocida así por el reloj que tiene en lo alto, se accede a su casco histórico.

Lo más significativo que tiene el municipio de la Edad Media es el castillo de Palau-Sator. También puedes visitar la iglesia de San Julián de Boada y el monasterio de San Esteban de Bañolas.

Peralada posee un buen ejemplo de castillo medieval, un edificio que cualquier persona se imagina cuando piensa en una fortaleza de la Edad Media. Fue el hogar de los condes de Peralada y, gracias a su buena conservación, acoge cada año la celebración del Festival de Peralada dedicado a la música.

Además, alberga el casino más popular de Girona. En su casco urbano de trazado medieval, se descubren joyas como los restos de las murallas, la iglesia románica de San Martín, el convento del Carmen, con un museo interesante que posee una de las colecciones de vidrio más destacadas del mundo y el claustro de Santo Domingo.

Monells saltó a la fama por ser el plató al aire libre de la película "Ocho apellidos catalanes". Su encanto se mantiene intacto desde la Edad Media. Las calles estrechas y empedradas acaban en la plaza de Jaime I, una gran explanada con enredaderas y arcadas de piedra desde donde iniciar la visita al pueblo. Tampoco puedes perderte el mirador del castell y la plaza de l'Oli.

Imagen: Paisatges de Catalunya

Este municipio es un gran ejemplo de villa medieval. Destaca por su entorno natural, puesto que se encuentra en el corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Puedes comenzar tu visita a Santa Pau por la plaza Mayor porticada o el Firal dels Bous. Desde este punto, pasea por las calles empedradas hasta llegar al castillo de Santa Pau y las vistas sobre el valle del Ser.

Otras cosas por ver en el pueblo son la iglesia románica de Santa María, el monasterio y sus santuarios. Y no te puedes marchar de Santa Pau sin degustar la variedad de alubias llamada "fesols". Aprovecha también el entorno para conocer la Fageda d'en Jordà o el volcán de Croscat.

Ya conoces 10 de los pueblos medievales de Girona más bonitos. Ahora te animamos a descubrir Los pueblos más bonitos de la Costa Brava.

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