10 consejos para saber cómo hablar con confianza (y un plan gratuito de mejora)

10 consejos para saber cómo hablar con confianza (y un plan gratuito de mejora)

Descubre cómo hablar con confianza con nuestros consejos eficaces y sigue nuestro plan gratuito de mejora para seguir avanzando.
Naomi Boitel

Si tan solo la idea de hablar en público te produce escalofríos, no te preocupes. Hay mucha más gente en la misma situación. De hecho, los estudios demuestran que hasta un 30 % de personas tienen miedo a hablar en público. Esta ansiedad puede ser aún mayor cuando se habla en una segunda lengua en un entorno profesional.

Pero la buena noticia es que dominar el arte de hablar en público con confianza no solo es posible, sino que puede cambiar tu carrera profesional.

Imagina que entras en una sala de reuniones para dirigir a un equipo, hacer una presentación a un ejecutivo o impresionar a posibles clientes. Ser capaz de hablar con confianza en estos escenarios es algo más que una habilidad: es un acelerón en tu carrera (y a todo trapo).

Tanto si utilizas un segundo idioma en el trabajo como si solo quieres perfeccionar tus habilidades para hablar en público, desarrollar esta confianza es clave para mostrar tus dotes de liderazgo e impulsar tu crecimiento profesional.

Hoy mostraremos las mejores estrategias para superar los nervios, cautivar a tu público y dejar una impresión duradera en cada interacción.

10 consejos para saber cómo hablar con confianza en el trabajo

Los mejores ponentes no nacen, se hacen. Sigue los siguientes consejos y mejora tu capacidad de oratoria para lograr una comunicación clara y objetiva con el público y afrontar con confianza tu próxima reunión o presentación.

1. Mantén contacto visual con tu público

Piensa en el contacto visual como una forma no verbal de decir: «Te veo, valoro tu presencia y te hablo directamente». Establece una conexión con el público, haciendo que tu comunicación sea más atractiva y personal.

Mirar a alguien a los ojos es una muestra de confianza en ti y en tu mensaje, una habilidad importante que debes practicar si habas otra lengua que no sea la tuya materna en el lugar de trabajo.

Empieza por esforzarte conscientemente por establecer contacto visual con distintas personas del público a lo largo de tu presentación. No se trata de una mirada rápida, sino de mantener la mirada durante unos segundos con una persona antes de pasar a otra.

Evita a toda costa la tentación de mirar tus notas o fijar tu mirada a un punto por encima de las cabezas de los asistentes. Recuerda que tu objetivo es crear una conexión, no solo terminar tu discurso.

Observa cómo cambia la dinámica de la conversación. Pronto descubrirás que este pequeño cambio puede influir enormemente en la confianza con la que te comunicas, especialmente en un entorno profesional en el que cada interacción cuenta para construir tu carrera.

2. Evita las muletillas

Las muletillas son recursos que distraen del mensaje que quieres transmitir y te restan credibilidad al hablar. El uso de estas interjecciones innecesarias, como «um», «uh», «ah», «como» o «ya sabes», en tu discurso solo muestran inseguridad y falta de preparación (aunque no sea así).

El primer paso para combatirlo es tomar conciencia de ello. Grábate en conversaciones o presentaciones. Reproduce las grabaciones y escucha si utilizas muletillas.

Una vez que seas consciente de que las usas, el siguiente paso es practicar para evitarlas. En lugar de recurrir a estas muletillas, haz pausas breves. Estas pausas no solo te ayudarán a ordenar tus pensamientos, sino que también darán más peso a tus palabras.

También puedes practicar hablando de un tema que conozcas bien, como tu afición favorita, un equipo deportivo o un programa de televisión, con un amigo o un familiar. Al hablar, concéntrate para eliminar las palabras de relleno.

Recuerda que, como con cualquier otro hábito, se tarda tiempo en corregir. Pero con esfuerzo constante, verás cómo tu discurso se vuelve más claro, más creíble y, en definitiva, transmitirá seguridad.

3. Habla despacio y con claridad

No se trata solo de lo que dices, sino de cómo lo dices. Enunciar con cuidado garantiza que todo el mundo entienda lo que dices, sin dejar lugar a interpretaciones erróneas.

Hablar despacio y con claridad demuestra que controlas tu mensaje y confías en él. Demuestra que respetas a tu público lo suficiente como para que tu discurso sea fácilmente comprensible.

Si estás hablando en un segundo idioma, una pronunciación más lenta también puede compensar cualquier deficiencia de acento y hacer que tu discurso sea más accesible para todos los presentes. Conoce cómo mejorar tu pronunciación para sonar como una persona nativa.

Practica la lectura en voz alta a un ritmo más lento. Céntrate en la pronunciación de cada sílaba. Grábate durante tus presentaciones o incluso en conversaciones informales. Volver a escuchar estas grabaciones puede abrirte los ojos y ayudarte a identificar las áreas en las que tu enunciación podría mejorar.

También puedes practicar trabalenguas, que son una forma divertida y eficaz de mejorar tu articulación, sobre todo si estás aprendiendo otro idioma.

4. Proyecta tu voz

La capacidad de proyectar la voz es algo más que hablar alto: garantiza que la voz se transmita por toda la sala para que todo el mundo pueda oírte con facilidad.

Una voz bien proyectada es señal de confianza y autoridad. Demuestra que no solo estás presente para hablar, sino para que te escuchen. En un entorno profesional, donde las ideas compiten por la atención, una voz que resuene y llame la atención tiene un valor incalculable.

¿Cómo desarrollar esta habilidad? El secreto está en no solo utilizar la garganta para hablar sino también el diafragma. Esta técnica te permite aumentar el volumen sin forzar la voz.

Practica ejercicios de respiración profunda. Concéntrate en respirar desde el diafragma y utilizar esta respiración para impulsar tu discurso. Es como llenar un globo de aire: cuanto más aire, más lejos puede llegar.

Al igual que para hablar con claridad, intenta leer un pasaje de un libro en voz alta. Concéntrate en proyectar tu voz a través de la habitación. Grábate y escucha la reproducción. Presta atención al volumen y la claridad de tu voz.

5. Practica la comunicación no verbal

El lenguaje corporal, las expresiones faciales y los gestos con las manos refuerzan los mensajes verbales. Estas señales no verbales pueden transformar una presentación estándar en una experiencia convincente y memorable para el público.

El lenguaje corporal dice mucho antes de pronunciar ni una palabra. Por ejemplo, los gestos positivos y las posturas seguras pueden aumentar significativamente el impacto de tu mensaje, haciéndolo más persuasivo y atractivo.

En un lugar de trabajo diverso, donde pueden existir barreras lingüísticas, la comunicación no verbal eficaz es aún más importante. Salva las distancias y garantiza que el mensaje no solo se oiga, sino que también se sienta.

El lenguaje corporal empieza con la postura. Mantente erguido, con los hombros hacia atrás y la cabeza alta. Esta postura transmite confianza.

Cuando hables, utiliza gestos con las manos para enfatizar los puntos clave. Pero recuerda que el objetivo es complementar tus palabras, no distraer. Practica delante de un espejo para ver cómo se alinean tus gestos con tu discurso.

Observa cómo utilizan su lenguaje corporal los ponentes más experimentados e intenta incorporar técnicas similares a tu estilo. Puedes ver las famosas charlas TED para ver cómo se expresan los grandes ponentes más allá de sus palabras.

6. Recuerda sonreír

Cuando se utiliza en los momentos adecuados durante una presentación o conversación, la sonrisa puede transformar la forma en que se recibe el mensaje. Es una herramienta sencilla pero eficaz que puede hacerte parecer más cercano, simpático y seguro/a.

La sonrisa es un signo universal de amabilidad y franqueza. En un entorno en el que te comunicas en un idioma que no es el tuyo, sonreír también salva las distancias culturales y lingüísticas. Te hace parecer más cómodo, lo que a su vez tranquiliza a tu público.

La clave está en encontrar el equilibrio: sonreír de verdad en los momentos que te parezcan naturales. Empieza con una sonrisa al saludar a tu público, ya que establece un tono positivo para la interacción.

Sonríe para acentuar los momentos más ligeros o para destacar algo positivo durante la presentación. Sonreír mientras escuchas y respondes a las preguntas también demuestra que estás escuchado de manera activa y que mantienes una actitud siempre dispuesta.

7. Usa las pausas para enfatizar

Cuando haces una pausa, das a tu público tiempo para asimilar y reflexionar sobre lo que acabas de decir. Esto es especialmente importante cuando se trata de transmitir información compleja o puntos clave.

Las pausas también te permiten ordenar tus ideas, y evita que hables demasiado rápido o te vayas por las ramas. En un contexto profesional, hablar demasiado rápido o sin pausas claras puede entenderse como signos de nerviosismo e inseguridad, lo que puede minar la confianza de los demás en tus capacidades.

Una pausa eficaz es algo más que detenerse en mitad de una frase: debe subrayar estratégicamente una idea clave o señalar una transición a otro tema. En tu próxima presentación, haz una pausa consciente después de exponer un punto importante. Esto permitirá a tu público asimilar la información y señalar su importancia.

Mientras practicas tu discurso, marca en el guion los puntos en los que una pausa sería impactante. Puede ser después de una pregunta, antes de una revelación importante o al final de una sección.

8. Trabaja la escucha activa

Escuchar activamente es algo más que oír lo que otra persona está diciendo: significa que estás plenamente involucrado con el ponente, entiendes su mensaje y puedes responder con reflexión.

Escuchar bien ayuda a responder con más eficacia y a establecer una buena relación con el público. También evita malentendidos y garantiza que todos se sientan escuchados y valorados.

La clave de la escucha activa es estar plenamente presente en la conversación y centrarse en el interlocutor sin planificar la respuesta mientras sigue hablando. Una buena forma de practicarlo es hacer un esfuerzo consciente por resumir lo que ha dicho la otra persona antes de responder. Esto demostrará que estás prestando atención y aclarará cualquier malentendido.

También puedes hacer ejercicios de escucha activa, como repetir mentalmente las últimas palabras del ponente para reforzar su mensaje.

9. Empieza con un gancho atractivo

La primera impresión en una presentación es tan decisiva como en cualquier interacción personal. Un comienzo interesante actúa como un imán, atrae la atención y la curiosidad del público hacia lo que vas a decir a continuación. Prepara el terreno para una presentación dinámica y memorable.

En primer lugar, hay que entender al público y el tema. La clave de un buen gancho es que sea relevante y relacionable. Por ejemplo, si vas a hablar de un tema técnico, un dato sorprendente o una estadística reciente pueden ser un buen comienzo.

Para temas más generales, una breve anécdota personal relacionada con el tema puede resultar muy eficaz. Prueba a empezar una reunión de equipo (artículo en inglés) con una breve anécdota de tu experiencia personal que guarde relación con el orden del día de la reunión Puede ser una experiencia anterior con un cliente o una reciente sesión de lluvia de ideas sobre un tema relacionado.

10. Incluye ejemplos concretos

Los ejemplos concretos y cercanos crean una imagen vívida en la mente del público, lo que hace que el mensaje cale hondo. Los ejemplos de la vida real o las anécdotas también hacen que tu presentación resulte más cercana, lo que fomenta una conexión más profunda con tu público.

Elige ejemplos que sean relevantes para tu tema y que tengan resonancia entre el público. He aquí algunos ejemplos:

  • Comparte una historia de éxito o un reto de tu propia cosecha, puede ser una experiencia laboral que esté en consonancia con el tema de su presentación.
  • Utiliza casos prácticos conocidos o acontecimientos de actualidad como analogías para ilustrar tus argumentos.
  • Incluye breves historias o anécdotas que pongan de relieve la aplicación práctica de tus ideas.

Entrelazar estos escenarios del mundo real ayudará a tu público a entender mejor tu presentación, y también te hará más interesante.

Cómo mejorar tu expresión oral en 5 pasos

Los consejos anteriores te ayudarán a prepararte para tu próxima gran reunión de negocios (artículo en inglés). Pero si quieres aprender a hablar con confianza en todas las conversaciones, necesitas practicar constantemente.

Hemos elaborado un sencillo plan de mejora para que ganes confianza y te sientas preparado/a para tu próxima interacción en el trabajo, aunque hables un segundo idioma.

1. Amplía tu vocabulario

Las palabras que eliges desempeñan un papel fundamental en la percepción de tu mensaje. Un vocabulario rico permite articular los pensamientos de forma más precisa y persuasiva y evitar malentendidos.

Aprender palabras y frases nuevas, interesantes e impactantes hará que tu discurso sea más impactante y memorable. Practicar frases útiles para presentaciones de negocios también te ayudará a sentirte cómodo/a con el nuevo vocabulario aprendido.

La forma más eficaz de ampliar tu léxico es leer mucho y variado, sobre todo en un idioma que no sea tu lengua materna. Los libros, artículos y revistas de su especialidad pueden enseñarte nuevos términos y frases.

Utiliza aplicaciones para aprender idiomas diseñadas para aumentar el vocabulario. Muchas de estas herramientas ofrecen formas prácticas de aprender y practicar nuevas palabras en su contexto. También puedes utilizar estas herramientas para grabar las nuevas palabras y frases que encuentres y practicarlas más tarde.

Procura hablar con hablantes nativos o colegas que dominen bien el idioma. Presta atención a sus palabras e intenta incorporar un lenguaje similar en tu próxima reunión, presentación o conversación.

2. Practica la pronunciación con expertos

En un contexto profesional, en el que cada palabra cuenta, pronunciar las palabras correctamente puede suponer una diferencia sustancial en cómo se recibe tu mensaje. También es un factor clave para ganar confianza en uno mismo, ya que reduce las posibilidades de que se produzcan errores de comunicación.

La mejor manera de practicar la pronunciación es trabajar con profesores de idiomas o logopedas que puedan darte la información y la orientación que necesitas. Estos expertos pueden ayudarte a identificar y trabajar áreas específicas de dificultad, ya sea el dominio de ciertos sonidos o la comprensión del ritmo y la entonación del idioma. Las clases de conversación en línea son una opción más asequible que sigue centrándose en la pronunciación.

También puedes practicar con aplicaciones para aprender idiomas, que ofrecen ejercicios de pronunciación. Muchas te permiten grabarte y compararte con un hablante nativo para saber en qué aspectos debes mejorar. Algunas también utilizan tecnología de reconocimiento de voz para identificar tus errores.

Practica también regularmente la conversación con hablantes nativos o mediante intercambios. Presta atención a tu pronunciación e intenta imitarla. Pídeles que te corrijan (amablemente) cuando pronuncies algo mal.

3. Pide comentarios constructivos

Tanto si está haciendo una presentación, dirigiendo una reunión o simplemente participando en conversaciones cotidianas en el lugar de trabajo, comprender cómo se percibe tu comunicación puede ser de gran ayuda. Los comentarios no solo te ayudan a identificar tus puntos fuertes, sino que también ponen de relieve las áreas en las que puedes mejorar.

Los comentarios constructivos pueden ayudarte a comprender si tu mensaje se transmite con claridad, si tu pronunciación es correcta y si tu tono es adecuado al contexto. Esto es vital si utilizas una lengua secundaria en el trabajo y no estás familiarizado/a con matices como el tono de voz y el registro formal.

Acepta los comentarios de manera abierta y constructiva para aprender. Por ejemplo, dirígete a un colega o mentor de confianza después de una presentación o reunión y pídele su opinión sincera. Sé concreto: pregunta por la claridad, el compromiso, la entrega y otros aspectos en los que estés trabajando.

Si estás en un programa de aprendizaje de idiomas, aprovecha las oportunidades de recibir comentarios constructivos de tus profesores. Participa en ejercicios diseñados para poner a prueba tus conocimientos lingüísticos y pide comentarios detallados.

Recuerda que el objetivo de pedir comentarios no es validarse, sino crecer y mejorar con las sugerencias. Se trata de un proceso continuo que, cuando se lleva a cabo, puede mejorar significativamente tus habilidades comunicativas.

4. Aprende con un profesor particular de idiomas

La enseñanza personalizada de idiomas, adaptada a tus necesidades profesionales específicas, puede acelerar considerablemente tu proceso de aprendizaje. Este enfoque específico significa que cada clase se aplica directamente a tus interacciones profesionales diarias, lo que hace que tu proceso de aprendizaje sea más eficiente y relevante.

La clave está en encontrar un profesor que no solo entienda el idioma, sino que también conozca tu sector específico. Preply cuenta con miles de profesores de idiomas en línea especializados en una amplia gama de sectores. Puedes filtrar fácilmente los profesores por precio, disponibilidad e incluso país de origen si quieres practicar un dialecto o acento específico.

Muchos profesores de Preply indican en sus perfiles su especialización en el sector, para que puedas encontrar fácilmente a alguien que entienda los matices de tu campo. Una vez que tu profesor entienda tu nivel actual y tus objetivos lingüísticos, creará un plan de aprendizaje personalizado para ayudarte a progresar rápidamente.

5. Fíjate en ponentes expertos

Analizar las técnicas de ponentes expertos puede servirte de inspiración para perfeccionar sus propias habilidades oratorias. Este enfoque es especialmente útil para los hablantes no nativos que desean aumentar su confianza a la hora de utilizar el inglés en el trabajo.

Los mejores ponentes, los que se muestran seguros y con confianza al hablar, suelen haber logrado ese nivel tras años de práctica. Pueden demostrar técnicas eficaces que no se aprenden en un aula tradicional. Si observas sus discursos o presentaciones, comprenderás mejor cómo utilizar el tono, el ritmo, el lenguaje corporal y la narración para atraer a la audiencia.

Además, los ponentes expertos pueden ofrecer ejemplos reales de cómo desenvolverse en distintas situaciones, desde presentaciones formales hasta discursos improvisados.

¿Cómo aprender de estos expertos? La mejor manera es asistir a conferencias, ponencias y demás o ver vídeos de ponentes de renombre, como las charlas TED. Fíjate en cómo empiezan sus discursos, cómo enfatizan los puntos clave y cómo se relacionan con el público. Fíjate en los estilos y métodos que más te atraigan. Por ejemplo, cómo utilizan las pausas para crear efecto, sus técnicas narrativas o cómo responden a las preguntas del público.

Intenta incorporar algunas de estas técnicas a la hora de practicar tu discurso. Por ejemplo, si un ponente utiliza con eficacia un método narrativo concreto, practica un enfoque similar en tu próxima presentación.

Aprende cómo hablar con confianza con profesores de idiomas en línea

Dominar el arte de hablar en público con confianza, especialmente en un segundo idioma, es un recorrido que requiere de mucha práctica, paciencia y los recursos adecuados. Si sigues los consejos de este artículo, podrás transformar tus habilidades comunicativas y convertirte en un líder que se comunica de manera más segura y eficaz en cualquier entorno profesional.

Tanto si deseas perfeccionar tu vocabulario de negocios, mejorar tu pronunciación o simplemente ganar más confianza al hablar, los profesores en línea de Preply pueden crear un plan de aprendizaje personalizado para ayudarte a progresar de forma rápida y eficaz.

Los profesores están disponibles de manera ininterrumpida cualquier día de la semana y en zona horaria, lo que facilita la incorporación de las clases a una apretada agenda laboral. También puedes encontrar un profesor especializado en tu sector para que puedas aplicar rápidamente lo aprendido al mundo real.

Y si quieres aprender otro idioma además del inglés, Preply cuenta con más de 30 000 profesores de 50 idiomas, así que seguro que encuentras a alguien que te ayude a alcanzar tus objetivos de aprendizaje.

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