Margarita Vasquez Montaño
EL DÍA INTERNACIONAL
DE LA
MUJER.
HISTORIA, CONMEMORACIÓN
Y CONSTANTE RESIGNIFICACIÓN
Para citar:
Vasquez Montaño, Margarita, “El Día Internacional de la Mujer.
Historia, conmemoración y constante resignificación”, Héctor
Cuauhtémoc Hernández Silva, editor y coordinador, Conmemorar,
rememorar, investigar. Las fechas-marca cívicas e históricas a inicios
del siglo XXI, México, UAM Azcapotzalco, 2022, pp. 267–276. ISBN
978-607-28-2562-8.
Portada: “Glorieta de las mujeres que luchan”, Avenida Reforma,
Ciudad de México, marzo de 2022, fotografía del editor.
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Conmemorar,
rememorar, investigar
Las fechas-marca cívicas e
históricas a inicios del siglo XXI
Colección Estudios Humanísticos
4
Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva
Editor y coordinador
Conmemorar,
rememorar, investigar
Las fechas-marca cívicas e históricas
a inicios del siglo XXI
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ÍNDICE
Introducción: La conmemoración histórica en el presente
15
Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva
I. Conmemoraciones canonizadas
La conquista de México: una reflexión a 500 años
31
Yukitaka Inoue Okubo
La patria discutida y consagrada. Vicios,
virtudes y posibilidades de las actuales
conmemoraciones independentistas
43
Rodrigo Moreno Gutiérrez
Los momentos previos a la Consumación de la independencia
55
Jaime Olveda
Agustín de Iturbide en el imaginario social y las
conmemoraciones de la Independencia de México:
Valladolid-Morelia, 1821-1921
71
Ramón Alonso Pérez Escutia
El humor en los tiempos del virus Delta
Agustín Sánchez González
95
II. Rememorar 1968-1971
1968: Un breve ejercicio de memoria histórica y un llamado
para hacer Historia
117
Cristina Gómez Álvarez
1971 no quedó atrás en el olvido…
123
Felipe I. Echenique March
1971 en 33 1/3 revoluciones
135
Agustín Azuela de la Cueva
La tradición conmemorativa en el ya centenario fútbol mexicano
159
Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva
Conmemoraciones y cultura popular. Reflexiones (im)pertinentes
para una reflexión historiográfica
Jorge Alberto Rivero Mora
181
III. Nuevas fechas,
conmemoraciones
y reflexiones
El Diario de México (1805-1817). Conmemoración y constitución
de un objeto de estudio
197
Esther Martínez Luna y Leonardo Martínez Carrizales
Revolución bolchevique y Comuna de París
207
Carlos Illades
La SEP y la educación superior: un siglo de discordancias
(1921-2021)
217
Mario Guillermo González Rubí
Jacobo Árbenz y la repatriación de sus restos durante la
conmemoración de los 50 años de la Revolución guatemalteca
233
Patricia Lepe
Medio siglo del 68: dilatada cocción en la memoria colectiva
255
Cosme Ornelas
El Día Internacional de la Mujer. Historia,
conmemoración y constante resignificación
267
Margarita Vasquez Montaño
Si viene a Hermosillo y no visita la Guardería ABC,
haga de cuenta que no vino
277
Benjamín Alonso Rascón
De huesos, bronces y catafalcos. Cultura política y
conmemoración en México, una construcción bicentenaria
281
Ricardo Teodoro Alejandrez
Conmemoraciones entre latencia y coyuntura
Silvia Pappe
301
EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
HISTORIA, CONMEMORACIÓN Y CONSTANTE RESIGNIFICACIÓN
Margarita Vasquez Montaño
El Colegio Mexiquense
Debates en torno al origen
de su conmemoración
El 8 de marzo, Día internacional de la Mujer, representa una fecha de gran importancia para
el feminismo internacional porque condensa una historia de luchas profundas por parte de
diversos movimientos por los derechos de las mujeres desde sus orígenes en el siglo xix. En
este ensayo se presentan una serie de reflexiones en torno a la historia de ese día, reconociendo la manera en la que ésta se entreteje con las conmemoraciones del presente mediante los
procesos de recuperación de la memoria y la resignificación de los espacios múltiples desde
donde se desenvuelven las protestas feministas. Lo que se plantea es que estamos ante la presencia de una apropiación de la conmemoración en las calles, es decir, fuera de los ámbitos
institucionales donde se consolidó, añadiendo sentidos distintos que desafían la memoria
colectiva y oficial, configurando al mismo tiempo nuevas formas de reivindicación.
Los orígenes del día internacional de la mujer están ligados a las movilizaciones sociales
por parte de las trabajadoras y las organizaciones socialistas de mujeres en países de Europa
y Estados Unidos a finales del xix y principios del xx. En la historiografía del feminismo
no hay un consenso sobre el inicio de esta conmemoración. Se relaciona con una protesta
por parte de trabajadoras en Nueva York, en 1857; se le vincula también con el llamado que
en ese país hicieron mujeres miembros del partido Socialista para que se declarara en 1909
un día de la mujer; se le relaciona asimismo con las movilizaciones de obreras el 8 de marzo de 1917 que iniciaron las revueltas que llevarían a la revolución socialista rusa ese mismo
año. La versión más aceptada en los últimos años es la iniciativa que promovió la socialista
Clara zetkin, en el marco de la segunda Conferencia internacional de Mujeres Socialistas
llevada a cabo el año de 1910 en Copenhague, para que se declarara un día internacional de
267
CONMEMORAR, REMEMORAR, INVESTIGAR
las mujeres trabajadoras.1 Según Allexandra Kollontai, el 19 de marzo de 1911 se comenzó a
conmemorar la fecha con manifestaciones multitudinarias en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.2 En 1913 el día fue trasladado al 8 de marzo. Fecha que tomaría una aceptación
en la mayoría de los países del mundo, unos más temprano que otros.
Un aspecto posterior por resaltar de los orígenes confusos de esta conmemoración,
como apunta Rochelle Goldberg, es que durante el contexto de la Guerra Fría hubo un especial interés por borrar ese pasado socialista y obrero del Día internacional de la Mujer,
sobre todo porque se le ligaba con la historia de la Revolución Rusa y con figuras feministas
ligadas a la izquierda internacional. Esto ocurría en un contexto de claro enfrentamiento
ideológico entre el liberalismo capitalista de Estados Unidos y el socialismo estatista de la
Unión Soviética. La supresión de estos antecedentes llevó a la configuración de una narrativa ligada a las luchas de las trabajadoras estadounidenses, siempre de la mano de la iniciativa
de socialistas y sufragistas de ese país.3 En los últimos años ha tenido lugar el rescate de
esa impronta ocultada, reconociéndose la historia de esa conmemoración en relación con
su pasado socialista, recuperando, incluso, su nombre de origen: Día internacional de la(s)
Mujer(es) trabajadora(s).
El contexto variante y complejo de los eventos que siguieron a la primera Guerra Mundial (crisis económica de 1929, lucha contra el fascismo y desarrollo de la Segunda Guerra
Mundial), “hizo que esa conmemoración quedara difuminada”.4 Además de esto, el conservadurismo promovido en occidente en la posguerra frenó el impulso feminista de las
primeras décadas del siglo xx, impulsando una recomposición de la imagen de la mujer ligada a construcciones de feminidad hegemónicas (por ejemplo, la del ama de casa moderna),
que fueron alentadas por la mercadotecnia, los medios de comunicación y la literatura. Esta
dinámica vendría a ser cuestionada, para el caso de Estados Unidos, por Betty Friedan con
su obra La mística de la feminidad en 1963, inaugurando, lo que se conoce como la segunda
ola del feminismo en Estados Unidos y en otros países, en el marco de las movilizaciones estudiantiles y de las acciones contra la guerra en Vietnam.
para el caso mexicano, la lucha de las mujeres por sus derechos está ligado a la historia
del sufragismo y a las particularidades de los procesos internos. Mientras en Europa se promovía la instauración de la conmemoración, en el país tenía lugar la Revolución mexicana,
proceso social en el cual las mujeres intervinieron de variadas formas. posteriormente, tras
el establecimiento del Estado posrevolucionario, figuras como Hermila Galindo y Elvia Ca1
2
3
4
268
Rachelle Goldberg Rutchild, “From West to East: International Women’s Day, the first decade”, Aspasia, vol. 6 (2012), p. 2.
Clara Zetkin fue una importante militante socialista y comunista alemana ligada también al movimiento sufragista y
feminista de su país y fundadora de la Internacional Socialista de Mujeres (1907). Formó parte de la República de Weimar entre 1920 y 1933, año de su muerte.
Alexandra Kollontai, “International Women’s Day”, “International Women’s Day”, 1920.
Rachelle Goldberg, op. cit., 2.
Rosario Ruiz Franco, “El valor de la celebración del 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres”, Femeris, vol 3.,
n. 2 (2018): 6.
Las fechas-marca cívicas e históricas a inicios del siglo XXI
rrillo puerto comenzaron a impulsar una agenda propia con las fundadoras e integrantes
de organizaciones como el Frente Único pro-Derechos de la Mujer en la década de 1930,
asociación nodal de la primera ola del feminismo mexicano, promotora del sufragio y una
diversidad de demandas acordes a la pluralidad de sus miembros.5 Como se sabe, el voto
femenino fue conseguido hasta 1953, gracias a la incidencia feminista de personalidades específicas como Amalia Castillo Ledón, perteneciente a la Alianza de Mujeres de México.6
1975: el Año Internacional de la Mujer
y el feminismo de la “segunda ola”
Veinte años después, el movimiento feminista tomó nuevos bríos de la mano de una nueva generación de mujeres. Esto se debió a la concomitancia de varios eventos, como la lucha
por los derechos civiles en Estados Unidos, las simpatías y apoyo al triunfo de la Revolución
cubana, las movilizaciones estudiantiles de finales de los sesenta, así como las protestas contra la guerra en Vietnam en diversos países: “la emancipación sexual y la reivindicación de
la autonomía del cuerpo femenino acompañaría el nuevo papel que las mujeres empezaron
a demandar en la sociedad, marcando una diferencia cualitativa con respecto al discurso
de los movimientos que fueron su antecedente”.7 En México y otros países se presenciaron
manifestaciones y campañas a favor del aborto, de la igualdad salarial, en contra la discriminación, la cosificación y la violencia.8
Es durante la segunda ola del feminismo cuando las mujeres entraron en un proceso de
deconstrucción auspiciada y fomentada en grupos, colectivos y organizaciones variadas desde las cuales comenzaron a acercarse a las lecturas feministas y su teoría, pero también a las
experiencias compartidas en cuanto a los dilemas de la maternidad, la discriminación, el
control del cuerpo, la violencia y el ser mujer.
Las campañas de las mujeres comenzaron a tener eco en diferentes instancias. La organización de las Naciones Unidas (oNU), por ejemplo, declaró a 1975 como el Año
internacional de la Mujer, teniendo como sede de su conferencia la Ciudad de México. En
este espacio se encontraron feministas provenientes de varios países; el encuentro suscitó diferentes reacciones y actitudes de parte de las representantes de cada nación. Se develaron las
5
6
7
8
Esperanza Tuñón Pablos, “El Frente Único Pro-Derechos de la Mujer durante el cardenismo”, Un fantasma recorre el siglo.
Luchas feministas en México. 1910-1920, (coordinado por Gisela Espinosa Damián y Ana Lau), México: UAM/El Colegio
de la Frontera Sur/Conacyt/Editorial Itaca, 2011, pp. 97-125.
Enriqueta Tuñón, “El derecho de las mujeres al sufragio”, Un fantasma recorre el siglo. Luchas feministas en México. 19101920, (coordinado por Gisela Espinosa Damián y Ana Lau), México: UAM/El Colegio de la Frontera Sur/Conacyt/Editorial
Itaca, 2011, p. 138.
Ana Lau Jaiven, “Emergencia y trascendencia del neofeminismo”, Un fantasma recorre el siglo. Luchas feministas en
México. 1910-1920, (coordinado por Gisela Espinosa Damián y Ana Lau), México: UAM/El Colegio de la Frontera Sur/
Conacyt/Editorial Itaca, 2011, p. 152.
Idem.
269
CONMEMORAR, REMEMORAR, INVESTIGAR
divergencias entre las feministas de los países desarrollados y las del tercer mundo (como se
les conocía en aquel entonces), así como los reflejos y productos de las rivalidades polarizadas por la Guerra Fría.9 No obstante lo anterior, este año fue fundamental porque marcó un
precedente sustancial para el movimiento feminista al incorporarse la agenda de las mujeres
y sus derechos a los objetivos de la oNU, permitiendo, además, una visibilidad frente a la
opinión pública, lo que coadyuvó a la incorporación de otras mujeres al movimiento a través
de organizaciones no gubernamentales de corte popular.10
1975 marcó un antes y un después en la lucha y el trabajo feminista al generar los cimientos para tomar los derechos de las mujeres y la igualdad de género como parte de los objetivos
y programas de gobiernos e instituciones internacionales. En ese sentido, 1975 representó el
comienzo de una etapa de consolidación de la conmemoración del Día internacional de la
Mujer el 8 de marzo.
En las dos últimas décadas del siglo xx comenzó un proceso de institucionalización
de una parte del feminismo al incorporarse varias mujeres a puestos burocráticos y gubernamentales, y al surgir instancias del Estado para atender las problemáticas de las mujeres.
también en este periodo surgen espacios académicos y de producción de conocimiento, que
dieron impulso a los estudios de género.11 Estas acciones se sustentaron en lo aprobado por
la plataforma de Acción de Beijín de 1995, en la cual se acordaron acciones para erradicar la
desigualdad de género por parte de los representantes de los países convocantes.
El valor de conmemorar.
Nuevos sentidos del #8M en el siglo XXI12
En la historiografía sobre el feminismo se reconoce una tercera ola que arranca, según varias
historiadoras, con la Conferencia de Beijín ya mencionada. Aunque es imposible hacer una
delimitación precisa, es viable reconocer una nueva etapa del feminismo en el que el tema de
la multiplicidad de las experiencias de ser mujer, el multiculturalismo, la diversidad sexual y
la interseccionalidad coadyuvó e impulsó a otros sectores de mujeres para promover demandas específicas como parte de la agenda feminista.13
Sin embargo, voces diversas y bastante fuertes apuntan a la idea de que estamos ante
una cuarta ola feminista, que más bien parece un “tsunami”. Este nuevo movimiento se caracteriza por promover un feminismo de mayorías, es decir, de un 99%, más radical, menos
9
10
11
12
13
270
Jocelyn Olcott, “Empires of information: media strategies for the 1975 International Women’s Year”, Journal of Women’s
History, vol. 24, n. 4, (invierno, 2012): 27.
Ana Lau, op. cit. 171.
Ibidem, p. 174.
El #8M es el hashtag que se ha utilizado en los últimos años en las convocatorias a manifestaciones y en torno a las publicaciones en redes sociales vertidas durante el 8 de marzo.
Gabriela Cano, “El feminismo y sus olas”, Letras Libres, 1 de noviembre de 2018.
Las fechas-marca cívicas e históricas a inicios del siglo XXI
liberal, y que se define anticapitalista, antirracista y transnacional. Un movimiento global
que conecta con la diversidad de experiencias de las mujeres en el mundo y que pone en el
centro de lucha antiguas demandas no resueltas como el derecho a decidir sobre el cuerpo
y la erradicación de las violencias hacia la mujer,14 siendo esto último la que más peso y significado ha tenido, ya que en sus diferentes formas cruza la vida de las mujeres en cualquier
parte del globo.
Con algunas diferencias en cuanto a su delimitación, se identifica el inicio de esta
cuarta ola en el año de 2010, en el contexto de otras movilizaciones sociales como las protestas en Grecia, la primavera Árabe, el 15M en España, el “ocupa” en Wall Street, así como
las movilizaciones estudiantiles en México (#YoSoy132) y en Chile.15 “El feminismo durante esta década está en las plazas y, al mismo tiempo, va desarrollando sus propias campañas y
movilizaciones.”.16 El 8 de marzo, junto a otros días significativos para el feminismo, como
el 25 de noviembre y el 28 de septiembre,17 ha sido el vínculo entre estas expandidas formas
de manifestación y la conmemoración como recurso para activar la memoria y al mismo
tiempo resignificarla.
El movimiento, desde el presente, se construye a partir de los límites creados frente al pasado, frente al feminismo histórico. Se reconocen continuidades, pero también se destacan
las diferencias que legitiman su devenir actual: “Las memorias del feminismo, como cualquier otra memoria política, han sido de interés, de pasiones y de disputas, tanto en el interior
del propio feminismo como también en el campo de los estudios académicos interesados en
narrar estas historias”.18 Estos aspectos se han detallado en diversos estudios del feminismo
de los setenta y su desvinculación de organizaciones y personajes feministas del pasado.19
Son los trabajos de la memoria, a los que refiere Elizabeth Jelin.20 El feminismo recurre
al pasado del movimiento para extender una línea de continua lucha por la emancipación y
liberación de las mujeres en el tiempo. por otro lado, la memoria en el feminismo se vuelve
un elemento fundamental como mecanismo para no olvidar, sobre todo en lo que tiene que
ver con las mujeres víctimas de violencia de género y en la deuda histórica que la sociedad y
sus instituciones tienen al respecto.
14 Cinzia Arruzza Tithi Bhattacharya Nancy Fraser, Manifiesto de un feminismo para el 99 %, Sin Lugar: Herder Editorial,
2019, versión digital.
15 Nuria Varela, “El tsunami feminista”, Nueva Sociedad, marzo abril 2020.
16 Ibid.
17 Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro,
respectivamente.
18 Catalina Trebisacce, “Memorias feministas en disputa y puentes rotos entre los años setenta y los años ochenta”, Mora,
n. 4 (2018): 78.
19 Ibid.
20 Elizabeth Jelin, Los trabajos de la memoria, España, Siglo XXI, 2002.
271
CONMEMORAR, REMEMORAR, INVESTIGAR
Ciberfeminismo y globalidad
En las últimas décadas la conmemoración del Día internacional de la Mujer ha tomado ese
cariz en sus objetivos de lucha. Además, la eficiencia en sus convocatorias gracias a las redes
sociales ha permitido presenciar la capacidad y globalidad del movimiento para encauzar
luchas comunes más allá de las fronteras nacionales. La experiencia del paro internacional
de mujeres en 2018 es un ejemplo. por otro lado, este ciberfeminismo, como algunas les
llaman,21 ha llevado la centralidad del tema a las redes sociales. Un claro ejemplo es el famoso Me Too, surgido de las denuncias contra acoso y violencia sexual en la industria de
Hollywood en 2017, y que ha tenido una expansión y repercusiones en distintos ámbitos
de la vida política, profesional e intelectual de muchos países.
En el tema de las redes sociales habría que señalar que estamos ante un espacio en el
que medianamente podemos reflejar parte de la realidad social y las divergencias y posturas
respecto al feminismo y lo que representa, pero en particular cuando se activa la conmemoración y/o celebración del Día internacional de la Mujer. Un estudio de Guiomar Rovira
sobre el 8 de marzo en Facebook es bastante sugerente al respecto. En un análisis que hizo
de su red social en esta plataforma, la investigadora encontró varios tipos de publicaciones
en torno al 8 de marzo. por un lado, aquellas que asumían el día como parte de una conmemoración de las luchas históricas de las mujeres y como parte de un “ritual político” en
donde constantemente se hace visible la violencia y la desigualdad de género. por otro lado,
encontró publicaciones que utilizaron el día para celebrar a la mujer, exaltando su naturaleza
femenina. Finalmente, Rovira identificó otras en donde se cuestionaba la conmemoración
por parte de hombres que “denunciaban” discriminación ante una fecha dedicada exclusivamente a las mujeres.22 Es evidente que entre quienes hacemos uso de las redes sociales
encontremos este tipo de posiciones en torno al día. Cada año las feministas se encargan,
por medio de hashtags y publicaciones, de hacer un constante recordatorio de lo que representa la fecha desde sus orígenes hasta la actualidad: “El día internacional de la mujer no se
celebra, se conmemora”.
El conmemorar implica un vínculo con la memoria y con el deseo y objetivo de no olvidar. El 8 de marzo como conmemoración permite nombrar lo que falta, en cuanto a
igualdad de derechos; al tiempo que recuerda y le pone nombre a cada una de las mujeres
víctimas de la violencia, apela a la justicia y a la no repetición.23
21 June Fernández, “Ciberfemninsmo: ¿la cuarta ola?, Pikara, 28 de diciembre de 2019.
22 Guiomar Rovira Sancho, “El 8 de marzo en Facebook: la disputa por el significado del rito del día de la mujer”, Versión de
Estudios de Comunicación y Política, n. 31, (2013): 81.
23 Estas reflexiones las he desarrollado a partir de la lectura de la propuesta de Elizabeth Jelin sobre los trabajos de la
memoria. Aunque ella se concentra principalmente en los procesos de violencia política y terrorismo de Estado en
el contexto de las dictaduras latinoamericanas, me parece sugerente reflexionar sobre el potente significado que en las
últimas décadas ha tenido la conmemoración del 8 de marzo, y otras en el calendario feminista, para hacer evidente
las pérdidas y la violencia feminicida en contra de las mujeres de América Latina, y del mundo. Me parece que los recur272
Las fechas-marca cívicas e históricas a inicios del siglo XXI
Entre la iconoclasia, la resignificación
de espacios y nuevos lugares de la memoria
El 8 de marzo también ha funcionado como catalizador para la construcción de nuevos lugares de la memoria y para la desestabilización de espacios ligados a la narrativa oficial y
nacionalista de la historia, el patrimonio y la identidad cultural mexicana. En ese sentido
aquí se entrecruzan prácticas de iconoclastia por parte de ciertos sectores del movimiento.
Sobre el tema, el debate es acalorado en los medios de comunicación y en redes sociales. La
sociedad se divide al respecto entre quienes defienden la propiedad privada y el patrimonio
cultural de la ciudad-objeto, y las personas que reconocen las causas de la “rabia” o la justificación para tales actos ante la indolencia social y de las instituciones ante la violencia de género.
Más allá del debate, vale la pena mencionar que la iconoclasia ha estado presente a lo
largo de la historia de la humanidad y responde a contextos particulares desde donde se
cuestionan los símbolos del pasado, pero también los del presente y sus estructuras económicas y políticas, según el caso. Según José Antonio zarandona, “la historia de la iconoclasia
tomó un giro a partir de 2001, cuando dejó de ser un fenómeno estudiado exclusivamente
por eruditos y académicos […] y pasó a ser parte del vocabulario utilizado en los medios. Antes, los medios se referían al fenómeno simplemente como vandalismo, término que ha sido
reemplazado por el de iconoclasia”.24
En realidad, como se puede apreciar, los medios aún promueven encabezados con la
palabra “vandalismo” para describir los actos efectuados en protestas no sólo feministas.25
Hay un contexto mucho más amplio a nivel global, donde está teniendo lugar actos iconoclastas contra figuras y símbolos materiales que representan el sostenimiento del racismo y
el colonialismo. por ejemplo, tenemos el caso de Estados Unidos con el movimiento Black
Lives Matter, o las más recientes protestas en Canadá en torno al descubrimiento de fosas
con los cuerpos de cientos jóvenes indígenas que fueron víctimas de un genocidio cultural
durante la segunda mitad del siglo xx.26 En ese sentido, hay un trasfondo más profundo que desde la historia como disciplina no pueden tomarse como simples actos contra el
patrimonio cultural. El pasado tiene sentido cuando la memoria lo apela y el presente lo
rememora o lo cuestiona. Estamos ante acciones políticas que se explican en función de
un contexto político específico en donde, como señala el historiador Enzo traverso, hay
sos en torno al uso de la memoria para traer al presente y a la lucha las voces de quienes fueron silenciadas, es un proceso
cruzado por un trabajo de memoria, de construcción de identidad colectiva en medio de la lucha; por eso la potencia de
la memoria colectiva feminista. Elizabeth Jelin, op. cit., 12.
24 José Antonio Zarandona, “De la iconoclasia como motor histórico”, Istor, n. 74 (otoño, 2018): 4.
25 Jim Morris, “Trudeau denounces church burnings, vandalism in Canadá”, AP News, 2 de julio de 2021; Jessica Xantomila, Laura Poy, Angélica Enciso, César Arellano y Rosa Elvira Vargas, “Vandalizan inmuebles y monumentos durante
marcha del 8M”, La Jornada, 8 de marzo de 2021.
26 “No Pride in Genocide”: Protests and Vigils Eschew Canada Day Celebrations”, Democracy Now, 2 de julio de 2021; “Cancel Canada Day: ‘Nothing to celebrate’ amid unmarked graves”, AlJazeera, 29 de junio de 2021.
273
CONMEMORAR, REMEMORAR, INVESTIGAR
una historia de opresión y de visibilización de actos pretéritos vinculados a la violencia y
la discriminación.27
Las acciones iconoclastas llevadas a cabo por grupos feministas se explican a partir de
posicionamientos anticapitalistas, pasando por la crítica de la construcción de la historia nacional, combinada con un hartazgo consistente ante el alza de los feminicidios y las pocas
medidas efectivas para reducirlos por parte de las autoridades; además de una banalización
de las acciones pacíficas de las mujeres por parte de la sociedad, los medios de comunicación y las instituciones.
Esta apropiación del espacio público también está reflejada en la construcción y consolidación de lugares de la memoria a través de la creación de anti-monumentos y memoriales
con una carga simbólica que ha permitido tejer una identidad colectiva sustentada en la
lucha histórica feminista (conmemora el pasado), así como un recordatorio de la latente
violencia de género, espacio en el que además se recuerda, y en algunos casos, se nombra a
las víctimas de esa violencia. En 2012, por ejemplo, se colocó la “Antimonumenta” frente al
palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México. El símbolo de venus es acompañado con
un puño arriba, acompañado por la frase “En México 9 mujeres son asesinadas al día”, claro
recordatorio de la violencia machista; asimismo lo siguen las frases “Ni una más”, lema constante durante las diversas marchas, y “Exigimos alerta de género nacional”, lo que de alguna
manera combina las demandas de justicia y la implementación de políticas públicas para la
no repetición.
Los lugares de la memoria son la combinación entre un espacio, a veces material, a veces
abstracto, que contiene significados y da sentido a la activación de la memoria colectiva.28
Algunos de estos lugares, se convierten en espacios alternativos que confrontan otros lugares, otras memorias.29 Los anti-monumentos operan en ese sentido y así, una marcha en la
Ciudad de México ya no termina en el zócalo sino en este lugar de la memoria, llenándolo
de simbolismo, perpetuando su condición de activador de memorias y como recordatorio
latente del pasado y del presente de la lucha de las mujeres.
Más allá del #8M.
Reflexiones finales
Considero este texto un sutil acercamiento al tema de la conmemoración del Día internacional de la Mujer y los usos de la memoria dentro del movimiento feminista en su etapa
actual. A partir de lo esbozado, se puede señalar que este no encaja del todo con la idea ge27 Enzo Traverso, “Derribar estatuas no borra la historia, nos hace verla con más claridad”, Nueva Sociedad, junio de 2020.
28 Eugenia Allier Montaño, “Los Lieux de mémoire: una propuesta historiográfica para el análisis de la memoria”, Historia
y Grafía, núm. 31, 2008, pp. 166-167.
29 Elizabeth Jelin, op. cit. 60-61.
274
Las fechas-marca cívicas e históricas a inicios del siglo XXI
neralizada que tenemos sobre los procesos de conmemoración en torno a fechas ligadas a
momentos históricos consolidados en el presente desde la historia oficial. El 8M y lo que representa, desde el feminismo, está más allá de actos institucionales.
La conmemoración está en las calles por un proceso de apropiación reciente que ha permitido recuperar su origen ligado a mujeres socialistas y la lucha obrera de principios de siglo
xx, pero que también ha sido el catalizador y conductor de las protestas en donde se le resignifica como un día de lucha más que de celebración de la naturaleza del ser mujer. Además,
el simbolismo del día ha propiciado la creación de estos lugares de la memoria, registros permanentes o efímeros en el contexto de las protestas (recordemos la intervención, con los
nombres de las víctimas de feminicidio, a la “Valla de la paz” que se colocó para proteger
palacio Nacional en la Ciudad de México durante las protestas del 8 de marzo de este año).
Finalmente, habría que señalar que la conmemoración del Día internacional de la Mujer
sólo es uno de otros días que el feminismo ha recuperado para su calendario conmemorativo. Lo que de alguna manera confirma el sentido de llenar de contenido al movimiento de
las mujeres por la igualdad de derechos a través de la creación de fechas conmemorativas que
activen la memoria colectiva en su relación con el pasado y con el presente de lucha.
275
CONMEMORAR, REMEMORAR, INVESTIGAR
Fuentes de consulta
Allier Montaño, Eugenia, “Los Lieux de mémoire: una propuesta historiográfica para el análisis de la memoria”, Historia y
Grafía, núm. 31, 2008, pp. 165-192.
Arruzza, Cinzia, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser, Manifiesto de un feminismo para el 99 %, Herder Editorial, 2019, versión
digital.
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