La amistad

Biblia

Amistad en la Biblia

El Señor quiere castigarme como, si algo, excepto la muerte, nos separá"(Rt 1.16 a 18). Con esta insistencia Noemi entiende Rutper era un regalo para su vida, y marcharon juntos durante su viaje.

David entona un canto cuando acaba de enterarse de la noticia del suicidio de Saúl, el primer rey de Israel, derrotado por los filisteos en las montañas de Gilboa, y del fin de su hijo Jonathan, unido a David por una profunda amistad. El que será el sucesor de Saúl se abandona al fluir de las emociones y palabras, según nos relata el segundo libro de Samuel (1.19 a 27), soy tres veces marcados por el eterno "¿Por qué?" Que el sufrimiento se eleve al cielo cuando se enfrenta a una tragedia: "¿Dónde están los violentos?" (1,19.25.27) han caído.

El Antiguo Testamento nos invita también a estar en guardia para comprobar si es que el verdadero amigo es aquel que "ama en todo tiempo, como un hermano en los días tristes" (Pr 17:17). El libro del Eclesiástico dedicado a la amistad una parte en el cap. 6, y dice: "El dulce hablar multiplica los amigos y la lengua afable es bienvenida. Antes de tener un amigo, ponlo a prueba, no confíes en él de inmediato. Un amigo fiel es refugio sólido, quien lo encuentra, ha encontrado un tesoro. Algunos son amigos cuando les conviene, pero que no se manifiestan en el día de la angustia. También el que se dice amigo se convierte en enemigo y se descubre como tal para tu deshonra en las peleas. No es el amigo el compañero en la mesa, que no se interpondrá en el día de la angustia. Un amigo fiel no tiene precio, es invalorable".

"Incluso si levantaste la espada contra un amigo, no desesperes: pueden volver a ser amigos todavía. Si has criticado a un amigo a la cara, no te preocupes porque pueden conciliar, en cambio si lo has insultado arrogantemente o traicionado sus confidencias, o los has atacado a traición, cualquier amigo en una situación así te dejará".(Sir. 22.21 a 22).

"Un amigo ama en todo momento; Él nació para ser un hermano en la adversidad". (Pr 17:17), pero "el hombre torcido da a luz la discordia y el que difama divide a los amigos". (Prv.16: 28), e incluso "El ungüento y el perfume alegran el corazón y la dulzura de un amigo consuela el alma".(Proverbios 27.8).

Aunque parezca imposible, que un hombre pueda llegar a ser amigo de Dios. Abraham lo hizo. Si Abraham sólo había actuado formalmente como hombre y Dios había actuado formalmente como Dios, los dos nunca habrían sido capaces de llegar a ser amigos. Dios lo pone a prueba cuando le pidió que sacrificara a su hijo, sin embargo, una vez superada esta prueba, Dios da su amor incondicional.

Hizo hincapié en la amistad entre David y Jonathan, que abarca el ideal del amor. Ya estamos en la revelación y comienza a tener las connotaciones del cristianismo, aunque no posean lo sobrenatural del Mesías.

"Cuando David terminó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán estaba ya tan estrechamente asociada con el alma de David, que lo amó Jonatán como a sí mismo. Jonathan llego a un acuerdo con David, porque lo amaba como a sí mismo. Jonathan se quitó el manto que llevaba y se lo dio a David, y añadió su ropa, la espada, el arco y la cinta"(1Sam.18,1; 3,4).

En Éxodo leemos cómo Moisés habló al Señor, entrando en la tienda de reunión, es decir, el lugar de su amistad, y cuando llegó el estaba envuelto por la nube de la presencia divina, que es el Espíritu Santo.

Si en el Eclesiástico: "Un amigo fiel es un refugio seguro: el que encuentra, ha encontrado un tesoro" (6:14). En Isaías 41.8 Dios llama a Abraham "Pero tú, Israel, siervo mío! Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham, mi amigo", mientras que en Éxodo 33:11 dice: "El Señor habló a Moisés cara a cara, como habla un hombre con su vecino", como el amigo con el amigo.

Un amigo ama en todo momento; es un hermano en 'la adversidad (Prov 17:17). Hay amigos nos pueden llevar a la ruina, pero hay amigos que son más cercanos que un hermano. (Proverbios 18:24).

Si has abierto su boca contra tu amigo, no temas, porque puede haber reconciliación. Sin embargo, la indignación, la arrogancia, el secreto y la traición ponen en fuga al amigo. (Sir 22:22).

Un amigo fiel no tiene precio, no existe una medida de su valor. Quien teme al Señor es cauteloso en sus amistades, como él es, así serán sus amigos.
Eclesiástico.