La amistad es un tipo de unión afectiva que se basa en la comunicación, apoyo mutuo, comprensión, afecto y armonía entre dos personas.
La amistad anima y estimula el corazón humano.
Nos hace crecer y madurar, ayudando a forjar nuestra personalidad.
Tener amigos nos sirve de refugio donde, en caso de necesidad, podemos encontrar ayuda y consuelo sin tener que dar nada a cambio.
La amistad no es posesión, ni exigencias, ni obligaciones, sino libertad y apoyo mutuo. Si no es así, quizás no sea una verdadera amistad lo que tenemos.
El amor es un sentimiento íntimamente unido a la amistad.
Todos necesitamos dar y recibir amor, es una capacidad de índole superior, a la vez que constituye una necesidad, ya que una existencia sin afecto y amor supone un vacío.
A lo largo de la vida vamos estableciendo numerosas relaciones interpersonales en las que volcamos nuestro afecto, de una forma más o menos intensa, dependiendo de la afinidad que sentimos por esas personas, de la intensidad y frecuencia de la relación y de la reciprocidad afectiva que advertimos en ellos.
De forma más o menos inconsciente, damos afecto esperando que éste obtenga cierta resonancia en la persona querida, de tal modo que esta persona también nos muestre su afecto a nosotros, lo que supone un reconocimiento, una reciprocidad y el establecimiento de un vínculo afectivo que es la amistad.
El significado de la amistad y el tener amigos es algo que se instaura en la infancia e influye en el desarrollo posterior.
Al principio el niño se relaciona básicamente con su familia más íntima (padres, hermanos...), pero poco a poco, el niño inicia su socialización entablando lazos afectivos fuera del hogar.
Descubre a otros niños de su edad, con otras características, algunas iguales y otras diferentes a él.
Aprende a compartir, a confiar y a querer a personas de su misma edad.
Hay un vínculo de doble vía de forma que la personalidad del niño influye claramente en el desarrollo de sus amistades y éstas, a su vez, también lo hacen sobre su personalidad.
La amistad, es una relación íntima de dar y recibir. Responde a las necesidades humanas de seguridad, aprobación, compañía y comprensión.
La amistad es una forma de enriquecimiento personal, aprendemos a ser generosos, pero además aprendemos de las experiencias del otro, de sus conocimientos y vivencias.
Es pues, la amistad, una condición importante y segura para el desarrollo humano, ojalá seamos buenos amigos y tengamos muy buenos amigos, es decir, nos demos la oportunidad de crecer con relaciones de amistad.
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