50 PLANTAS DE INTERIOR: Resistentes y de varios tamaños

¿Te gustan las plantas de interior?

Pues esta lista te va a encantar. 🙂

Más que nada porque es la más completa de todo Internet.

De hecho, aquí encontrarás plantas de interior de todos los tipos:

Grandes o pequeñas. Con o sin flor. Para el frío o para el calor…

¿Y lo mejor de todo? Muchas de ellas son SUPER resistentes y fáciles de cuidar. ¡Perfectas para principiantes!

Calatea (Calathea ornata)

Esta planta procedente de las selvas tropicales de Colombia y Venezuela tiene unas hojas fascinantes. Por el haz son de color verde oscuro con nerviaciones laterales de colores blancos o rosas, mientras que en el envés es de color púrpura. Son realmente originales y llamativas.

A veces se la confunde con sus prima hermana la maranta, pero las distinguirás porque la calatea es de mayor porte (hasta 60 centímetros) y sus decorativas hojas son también de mayor tamaño.

Sin embargo, los cuidados son similares, ya que ambas comparten su origen tropical. Que resumiendo son: proteger de los rayos directos del sol, mantener mucha humedad ambiental y proteger del frío.

Lengua de suegra (Sansevieria trifasciata)

¿Eres principiante en esto de las plantas? En ese caso la lengua de suegra tiene que estar en tu casa. Y es que es SUPER RESISTENTE. No le importa nada estar en un ambiente seco y caluroso, que la riegues poco, la falta de luz,… la Sansevieria trifasciata siempre sale adelante.

Lo cual es PERFECTO para principiantes…

Porque al fin y al cabo, lo más importante a la hora de cuidar bien tus plantes, es que estas no se mueran.

Y para evitar que pase esto, tienes que evitar cometer errores.

¿Cómo evitar cometer errores al cuidar tus plantas? Pues mira, lo mejor que puedes hacer es echar un ojo a mi guía sobre los 10 errores más comunes a la hora de cuidar tus plantas.

¡No te arrepentirás! 🙂

Sea como sea, la Sansevieria trifasciata, con sus hojas duras y erguidas decorará tu casa de maravilla. Y por si fuera poco, también resiste el frío (hasta 4 ºC bajo cero), con lo que la puedes tener en el exterior.

Begonia ala de ángel (Begonia maculata)

¿Has visto que fantasía de planta? No puede ser más especial. La Begonia maculata presenta unas originales hojas, por su forma y disposición parecen las alas de un ángel. Pero es que además, su decoración no tiene desperdicio: en el haz presenta lunares blancos sobre un fondo verde oscuro y el envés es púrpura.

Como digo, toda una fantasía de la naturaleza. La belleza de la begonia maculata, a diferencia de otras especies de begonias de hermosas flores, está en sus hojas, ¿no te parece?

Anturio (Anthurium andreanum)

Procede de Sudamérica y por su origen tropical se adapta perfectamente al cultivo como planta de interior. Requiere de temperaturas templadas y constantes y mucha humedad.

La recompensa son sus grandes y llamativas inflorescencias, compuestas por un espádice grande y rojo y una espata amarilla. Sus flores son duraderas (hasta 2 meses), y además con los cuidados precisos te dará flores durante todo el año.

Pero también resulta bonita por su follaje, con sus hojas acorazonadas de gran tamaño resulta muy ornamental. Te agradecerá que la rocíes con agua de vez en cuando.

Cóleo (Solenostemon sp.)

Esta planta es preciosa de verdad. Lo más impresionante del cóleo o cretona son sus bellísimas hojas, con tacto de terciopelo. Son hojas variegadas y se presentan en toda una sinfonía de colores: rojos, granates, verdes, rosas, fucsia, púrpura,… un colorido que impresiona de verdad.

Existen multitud de variedades, y todas ellas con estampación diferente. Además de bonita es muy agradecida, y con unos cuidados sencillos podrás mantener el follaje de tu cóleo sano y tupido.

Cinta (Chlorophytum comosum)

Cinta, planta araña, lazo de amor o malamadre, de todas estas maneras se llama también a esta bonita planta procedente de Sudáfrica.

Es resultona, con sus largas y estrechas hojas (hasta 75 centímetros) de color verde combinado con blancos y amarillos y ese porte colgante que tiene resulta de lo más decorativa. Y es que además es resistente y agradecida, ¡desde luego apta para principiantes! En lugares sin heladas también las podrás cultivar en el exterior.

Amor de hombre (Tradescantia nanouk)

La tradescantia es irresistible. Más que nada por sus hojas predominantemente verdes con toques rosas, púrpuras o incluso rojizos. Como guinda del pastel, te diré que es también una planta suculenta colgante y que puedes tener tanto en el interior como en el exterior de tu casa.

Recibe su curioso nombre común (amor de hombre) porque le resulta muy fácil echar raíces, reproducirse y expandirse. Así que con unos mínimos cuidados, es una planta genial para principiantes.

Árbol de jade (Crassula ovata)

A mí este arbolito me fascina. Ya tengo uno desde hace años en mi terraza. El árbol de jade es una planta suculenta, con hojas carnosas y ovaladas de un color verde intenso (como la piedra que lleva su nombre, el jade). Si le da mucho el sol, los bordes de las hojas se ponen rojizos, bonitas de verdad.

¿Qué más? Crece en forma de arbolito, es muy resistente y admite bien la poda, así que podrás controlar bien su forma y altura. ¡Ah! Y si te gustan los bonsáis, el árbol de jade también se presta a ello.

Ave del paraíso (Strelitzia reginae)

Las exóticas flores de esta planta son extraordinarias. Al final de los tallos crecen unas inflorescencias con varios sépalos naranjas y pétalos morados que se despliegan en forma de abanico, de tal manera que el conjunto recuerda la cabeza de un pájaro.

Además, como planta tropical que es, la podrás cultivar en interior y en exterior (siempre que las condiciones sean apropiadas). Decirte que la flor de la Strelitzia reignae es muy popular en arreglos florales.

Planta del agujero (Monstera obliqua)

El atractivo de esta planta tropical está en sus hojas. Y es que presentan unos agujeros naturales que casi ocupan toda la hoja, tanto que a veces solo quedan unos pequeños hilos entre los agujeros. Son hojas grandes, lanceoladas y de un verde amarillento.

De carácter trepador, lo mejor es colocarle un tutor a tu monstera para que pueda crecer en vertical, porque como planta colgante que es sus hojas se pueden romper fácilmente.

Cuidado, no confundas la Monstera obliqua con su prima hermana la Monstera Adansonii. Esta también presenta hojas agujeradas, pero los agujeros no son tan prominentes.

Hiedra (Hedera helix)

¿A que no te lo esperabas? Todos tenemos en la retina fachadas y pérgolas cubiertas por la hiedra, y es que es una trepadora muy popular. Sobre todo en exteriores… y ahora también en el interior.

Sí, en interiores podrás cultivar hiedra como planta colgante. Con sus características hojas triangulares (de 3 o 5 lóbulos) aportan frescor y elegancia a cualquier ambiente.

Rosa del desierto (Adenium obesum)

El adenio o rosa del desierto es una suculenta de lo más curiosa. Verás, su tronco es muy abultado por la base y tiene forma de botella. Además, se corona con unas cortas ramitas grises de las que salen las hojas y las coloridas flores con forma de trompeta.

Para florecer, la rosa del desierto necesita sol, luz y calor. Si cultivas tu rosa del desierto en maceta, una buena opción es que combines interior (en el mal tiempo) y exterior (en el buen tiempo).

Clivia (Clivia miniata)

Si buscas una planta con flores, la clivia es perfecta. Esta planta bulbosa, de raíces y hojas gruesas, florece cuando llega febrero-marzo y el resultado es una maravilla.

De unos largos tallos florales nacen ramilletes de flores (entre 10 y 20 flores) de color naranja-rojizo con el centro amarillo y blanco. ¿Sabes de donde viene el nombre de miniata? Pues del característico color de sus flores, el minio. Eso sí, para cuidarla como se merece, protégela del sol y de las bajas temperaturas.

Oreja de elefante (Alocasia macrorrhiza)

La alocasia u oreja de elefante es una planta de lo más EXUBERANTE. Es de origen tropical (India, Sri Lanka) y crece todo lo que puede, según el espacio que disponga. Y no solo en altura, porque sus hojas también se hacen muy grandes. Del gran tamaño de sus hojas precisamente le viene su nombre común.

Queda perfecta para decorar creando ambientes tropicales. Y si vives en una zona cálida, ¡también la podrás cultivar en exterior!

Clavel del aire (Tillandsia aeranthos)

El clavel del aire o tillandsia es una planta epífita que solo usa sus raíces para agarrase, en su medio natural a troncos, rocas y demás. Es una planta aérea y no necesita la tierra como fuente de alimento.

Posee una hojas triangulares, alargadas y curvadas, recubiertas de unas escamas grisáceas (llamados tricomas). Y es precisamente con estas escamas que toma del aire su alimento. Normalmente produce muchos hijuelos a su alrededor, formando colonias numerosas.

No requiere de grandes cuidados. Echa un ojo a mi artículo sobre la tillandsia y anímate a cultivarla.

Apidistra (Aspidistra elatior)

¿Tu casa no tiene mucha luz? Pues la apidistra es tu planta, y es que es una planta resistente a tope. La apidistra crece donde otras no pueden (por falta de luz o de humedad). Además, con sus grandes hojas verdes aporta una estética sobria y elegante, tanto que en Inglaterra en el siglo XIX era un símbolo de distinción tenerla en casa.

A poquito que la cuides, durará contigo muchos años (es muy longeva). También se la llama orejas de burro, en referencia a la forma de sus hojas, grandes y lanceoladas.

Planta del dinero (Plectranthus verticillatus)

Recibe su curioso nombre por una leyenda que dice que aquel que la cultive sana y hermosa a partir de un esqueje (no vale comprarla) es digno de tener dicha económica.

Sea cierto o no, la planta del dinero es una planta resistente y fácil de cuidar, que puedes cultivar en interior o en exterior. Con sus hojas jugosas, redondeadas y de bodes dentados quedará muy bien en una maceta colgante.

Violeta africana (Saintpaulia)

Tiene unas hojas gruesas, redondeadas o acorazonadas y recubiertas de un pelillo que le da ese aspecto aterciopelado tan bonito. Sus flores son alegres, en morado, rosa claro o intenso, blancas… con los estambres amarillos haciendo un bonito contraste.

Pero lo mejor, ¡te puede dar flores los 12 meses del año!. Con los cuidados adecuados, eso sí. Recuerda, da a tu violeta africana mucha luz y poca agua. Esta planta pequeña, sencilla y muy elegante alegrará, sin duda, cualquier rincón de tu hogar.

Pata de elefante (Beaucarnea recurvata)

Aunque parezca mentira, esta planta es una suculenta que procede de zonas desérticas de México y Guatemala. Claro, dado su origen necesita acumular agua, y la Pata de elefante lo hace en el tronco, concretamente en la base.

Por eso tiene ese tronco con forma tan característica que recuerda eso, la pata de un elefante. El conjunto acaba con unas bonitas y largas hojas que tienden a caer a los lados y a veces son rizadas.

En estado salvaje puede llegar hasta los 10 metros. Pero no te asustes, en maceta alcanzará 1,5 metros como máximo, además es un planta de crecimiento lento.

Begonia de flor (Begonia semperflorens)

También se la llama flor de azúcar, o simplemente begonia. Posee unos tallos carnosos y unas bonitas hojas redondeadas que a veces son rojizas, aunque esta especie de begonia destaca por su prolífica floración.

Las florecitas son pequeñas (unos 2 centímetros), rojas, rosa, naranjas…, y disfrutarás de ellas prácticamente todo el año. De hecho su nombre científico alude a eso, a una floración larga y abundante.

También te animará saber que tal vez sea de las begonias más fáciles de cuidar. Y si el clima es benigno, incluso la podrás cultivar en el jardín.

Maranta (Maranta leuconera)

Esta exótica planta es originaria de las selvas tropicales de Brasil, donde crece en lugares húmedos y sombríos.

Sus hojas tricolor son realmente espectaculares. Son grandes (hasta 16 centímetros) y en el haz combina los colores verde claro, verde oscuro y las nervaduras muy marcadas en rojo, mientras que el envés es rojo.

Cuando la planta es joven sus tallos están erguidos, conforme crece los tallos no tienen bastante fuerza y tienden a «desparramarse» creando un efecto semi-colgante muy bonito.

También se le llama planta de la oración, porque sus hojas se abren y extienden por el día y se repliegan por la noche para conservar la humedad.

Fitonia (Fittonia verschaffeltii)

Esta planta de pequeño tamaño se caracteriza por sus hojas verdes con muchas nervaduras muy marcadas, de colores rojos, rosas o blancos, que hacen un bonito contraste. Este contraste de colores le da un aspecto exótico y las hace muy atractivas.

Por estas nervaduras tan marcadas recibe también el nombre de planta nerviosa o planta del mosaico. Por su origen tropical, la fitonia necesita mucha humedad, así que pulverízala con frecuencia.

Crotón petra (Codiaeum variegatum)

Sus hojas son super atractivas, y es que combina muchas, pero muchas tonalidades en una sinfonía de verdes, rojizos y amarillos.

Es una planta de interior que tiene sus requerimientos de luz, calor y humedad para crecer feliz. Aunque si vives en una zona de clima cálido con inviernos suaves (15 ºC es su tope por abajo), también la podrás cultivar en el jardín.

Si quiere conocer más detalles sobre esta bonita planta, no te pierdas mi artículo sobre cuidados del crotón.

Poto (Epipremnum aureum)

El poto es la super planta. Y es que es tan sencilla de cuidar, con poco que le hagas crece y crece sin parar. Muy recomendada para principiantes. De todas forma echa un vistazo a mi artículo sobre cuidados del poto, merece la pena.

Procedente de Malasia e Indonesia, el poto desarrolla largos tallos (hasta 20 metros) con raíces aéreas que salen de los nudos y que le permiten agarrarse y trepar. Las bonitas hojas tienen forma de corazón.

En casa tienes 2 opciones: o situar la maceta en alto para dejarla como planta colgante, o colocarle tutores para que trepe.

Palmera de bambú (Chamaedorea seifrizii)

Esta elegante palmera es perfecta como planta de interior, por su porte magnífico y por ser fácil de cuidar.

La palmera de bambú se parece a su pariente, la Chamaedorea elegans, pero esta es menos común. En el caso de la palmera de bambú los tallos parecen eso, cañas de bambú, y crecen fácilmente hasta alcanzar los 3 metros.

Espatifilo (Spathiphyllum)

El espatifilo es de esas plantas que no necesita de la luz del sol, de hecho puede crecer sin demasiada luz. Así que si tu casa no es demasiado luminosa no te preocupes, el espatifilo es tu planta. Si quieres conocer más a fondo esta planta, puedes consultar mi artículo sobre los cuidados del espatifilo. ¡No te lo pierdas!

Sus hojas lanceoladas salen directamente de los rizomas, se inclinan a los lados y son de un color verde brillante. ¡Y qué decir de las flores! Flores blancas, esbeltas, elegantes… También llamado lirio de la paz o cuna de Moisés, procede de zonas tropicales de América del Sur.

Espina de cristo (Euphorbia milii)

Se caracteriza por tener unos tallos llenos de espinas, de ahí viene su nombre común. Y por sus hojas verdes ovaladas y por sus bonitas flores rojas que crecen de los tallos espinosos sin parar. En condiciones propicias te dará flores todo el año.

Podrás cultivarla tanto en interior como en exterior. Si la plantas fuera no va a tolerar las heladas. Por el contrario, si la cultivas dentro procura aportar la máxima luz, y colócala en una ventana orientada al sur.

Como todas los tipos de Euphorbia, contiene en su interior un látex que es muy irritante y también resulta tóxico para los animales domésticos. Así que toma todas las precauciones, y que no entre en contacto con piel u ojos.

Drácena (Dracaena marginata)

La drácena marginata es una de las mejores plantas para interior. Desde luego, lo tiene todo: Es muy bonita y elegante, resulta fácil de cuidar-

Procedente de zonas tropicales, como Madagascar, es una planta de crecimiento lento. Y se adapta muy bien a las condiciones habituales de nuestros hogares. Te recomiendo que consultes mi artículo sobre los cuidados de la Dracaena marginata.

Posee unas finas hojas lanceoladas, que son de color verde con los filos en tonos rojizo. Crecen en la parte superior del tronco leñoso, y conforme va creciendo van cayendo las hojas más inferiores. Todo el conjunto tiene cierto aspecto de palmera.

Tronco de Brasil (Dracaena fragans)

Esta planta de origen tropical también se la conoce como palo de agua o tronco de la felicidad. Es muy cultivada en Brasil y es otro miembro de la familia de las Dracaena.

Posee unos troncos de los que nacen unas largas hojas verdes. Se caracterizan porque presentan franjas, bien en el centro o en los laterales, en tonos amarillos, blanquecinos o de verdes más claros.

Cultivada en interior alcanza los 2 metros de altura, pero con un crecimiento vertical y los troncos despejados por abajo, queda imponente y visualmente no ocupa demasiado espacio. Además es una planta muy resistente, apta para principiantes.

Corazón de hombre (Peperomia polybotrya)

Posee un bonito follaje que la hace muy especial y atractiva. Y es que tiene unas bonitas hojas acorazonadas y terminadas en punta, de un color verde intenso con un puntito más claro en el centro de la hoja. Son hojas gruesas y carnosas que recuerdan a las suculentas.

El corazón de hombre también florece, aunque en interior es difícil de conseguir… pero no imposible. Produce una espiga de flores blancas muy aromáticas.

De mediano tamaño, resulta muy versátil y apropiada para dar ese toque verde y fresco a tu hogar. Además cuenta con propiedades beneficiosas para la salud, y es que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, alivio en procesos digestivos, resfriados, etc.

Zamioculca (Zamioculcas zamiifolia)

¿Buscas una planta realmente resistente? La zamioculca es una suculenta que procede de África oriental, y está acostumbrada a periodos de sequía. Sus voluminosas raíces y gruesas hojas acumulan agua de reserva, así que es una todoterreno.

Por otro lado, la zamioculca aporta una estética sencilla y moderna. Cuenta con unas grandes hojas que se componen de un tallo con pares de foliolos redondeados a los lados. Son gruesas y de un verde oscuro brillante. Pero ojo, ¡mucho cuidado si tienes mascotas!, ya que las hojas de la zamioculca son venenosas.

Helecho (Pteridium aquilinum)

Los helechos son unas plantas sumamente decorativas. Sus hojas largas y ligeras caen a los lados como si fueran plumas, y con su sola presencia aportan una sensación de frescor y relax.

Y es que los helechos requieren mucha humedad, así que es una planta idónea para colocar en el cuarto de baño (si cuenta con luz natural), donde otras plantas no resisten. Aun así, tendrás que pulverizar con frecuencia para refrescar sus bonitas hojas.

Filodendro (Philodendron scandens)

Hay muchas especies de filodendros (unas 480), pero si buscas tener una planta vertical el Philodendron scandens es tu planta. Posee unas bonitas hojas acorazonadas y un follaje muy abundante, ese es su atractivo. Si no le pones tutores o algo a lo que enredarse y trepar, con sus largos tallos rastreros caerá hacia los lados, consiguiendo un precioso efecto colgante.

Muchos confunden el filodendro con el poto, y en efecto, ambas son trepadoras-colgantes y tienen las hojas acorazonadas. Sin embargo, el tacto de las hojas del filodendro es más suave, y su verde más intenso.

Ficus robusta (Ficus elastica)

El Ficus elastica es elegancia pura y dura.

Con sus enormes hojas ovaladas de color verde oscuro y su porte vertical llena cualquier espacio, pero sin resultar «agobiante». Plantada en maceta puede alcanzar los 2 metros.

También se la conoce como árbol de caucho, porque al cortarla suelta una savia lechosa que recuerda a la del auténtico árbol de caucho (Hevea brasiliensis). Ojo con tocarla, puede ser irritante.

Árbol benjamín (Ficus benjamina)

Este precioso arbusto admite muchas presentaciones. A mí personalmente, me encanta el formato de pequeño arbolito con los troncos entrelazados. Pero vamos, hay muchas más, y en todas ellas el Ficus benjamina luce divino.

Aviso: ¡el árbol benjamín puede sufrir el «síndrome de la casa nueva»!. No te asustes si cuando lo llevas a su nuevo hogar pierde todas las hojas, es que se está adaptando a las nuevas condiciones lumínicas. Dale un poquito de tiempo y las hojas volverán a aparecer.

Planta china del dinero (Pilea peperomioides)

La pilea, o planta del misionero o planta china del dinero es una «recién llegada», hasta la década de los 80 apenas se conocía en Europa. ¡Pero cómo nos gusta! Con esas hojas redondas, carnosas, de un verde intenso,… y con esos largos peciolos, tiene un aire como moderno, minimalista,…

¿Y por qué es la planta china del dinero? Lo de china está muy claro. Para lo del dinero hay varias teorías: una es que sus hojitas redondas parecen monedas, otra es que se reproduce tan fácil y produce tantos hijuelos, que es símbolo de prosperidad y abundancia. ¿Tú con cual te quedas?

Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula)

En esta lista de plantas de interior no podía faltar una planta carnívora. La venus atrapamoscas es una planta carnívora de lo más curiosa e interesante.

Y es que esta planta funciona como un auténtico cepo para insectos despistados. Mediante unos pelillos en sus hojas se hacen sensibles, y en el momento preciso con un rápido movimiento activa el cierre. Y también cuenta con unas espinas que actúan como barrotes. Enfin, ¿te animas a tenerla en casa?

Cheflera (Schefflera arboricola)

Las hojas compuesta de la cheflera son muy características, seguro que las has visto un millón de veces. Se componen de grandes foliolos aovados (con forma de huevo), verdes o variegados con manchas amarillo-crema.

Además, resulta que la cheflera es una planta muy versátil. Tiene unos tallos liana muy moldeables y admite bien la poda. Así que la podrás encontrar en múltiples formatos, desde pequeños bonsáis hasta esbeltos arbustos. A mí me resulta irresistible cuando se presenta como un pequeño arbolito, con los tallos trenzados y las hojas haciendo de copa, ¡encantador!

Collar de corazones (Ceropegia woodii)

¡Pero qué bonita que es! A esta suculenta procedente de Sudáfrica también se la llama enredadera rosario o fuente de cera. No parece una suculenta, pero lo es. En sus raíces acumula agua suficiente para resistir sequías, así que te dará poquito trabajo.

Esta planta, trepadora o colgante, tiene unos largos tallos rojizos (de hasta 2 metros) y unas bonitas hojas verde-plateadas con forma de corazón. En verano florece dando unas flores muy peculiares. Tienen forma tubular y parecen de cera, de ahí el nombre científico.

Si la colocas en maceta colgante o situada en lo alto, el collar de corazones caerá a los lados como en una cascada, desplegando toda su belleza.

Diefembaquia (Dieffenbachia bowmannii)

La diefembaquia es un arma de doble filo. ¡Aiba! ¿Por qué? Pues muy sencillo… resulta que por un lado es MUY BONITA (combinando el color verde, amarillo e incluso blanco) – pero, por otro lado, tienes que andarte con ojo. Más concretamente, ojo con las mascotas y con los peques, dado que la diefembaquia es tóxica en todas sus partes.

Aún así, es una planta que yo aprecio mucho. Creo que es perfecta para interior, siendo una planta tropical que requiere poca luz y que puedes colocar en rincones oscuros donde otras no aguantan.

Aloe vera (Aloe vera)

Personalmente, yo soy super fan del aloe vera. ¿Por qué? Pues básicamente por sus propiedades medicinales, dado que la pulpa de sus hojas es MUY usada en cremas, geles y otros productos destinados a la belleza y la salud.

Por supuesto, el plantar aloe vera también sirve para decorar tu jardín, porque es una planta muy estética. También se la conoce como acibar o sábila.

Costilla de Adán (Monstera deliciosa)

Esta exótica planta que alcanza tamaños considerables tiene un origen tropical. Procede de las selvas mexicanas, donde crece sobre los troncos de los árboles (planta epífita), de ahí sus raíces aéreas.

En el salón de tu casa quedará enormemente decorativa. Y es que presenta unas características hojas de un verde intenso y brillante, que al principio nacen con forma de corazón, y que después forman unas profundas hendiduras. Recuerdan un poco a una costilla, de ahí su nombre común.

Pero si tienes un patio o una terraza a la sombra, también podrás cultivar tu costilla de Adán en el exterior. Solo ten la precaución de que no reciba el sol directo y de que la temperatura no baje de 0 ºC. ¡Crecerá estupenda!

Yuca (Yuca elephantipes)

Este arbusto procedente de Centroamérica es muy resistente y soporta bien la sequía. Con un tallo rígido y algo leñoso, de la parte alta surge un copete con muchas hojas que son gruesas, rígidas y con forma de espada.

Decirte que hay otras especies de Yuca, como la Manihot esculenta, que se cultiva con fines alimenticios. También se le llama mandioca o guacamote, de ella se aprovecha el tubérculo (tallo subterráneo engrosado) donde la planta almacena los nutrientes de reserva.

Palmera de salón (Chamaedeora elegans)

Procede de zonas tropicales de México, Guatemala y Belice. Y aunque es una planta de crecimiento lento, puede alcanzar 2 metros de altura cultivada en interior.

Los tallos son finos y nacen en grupo. Las hojas son pinnadas (hojuelas a ambos lados del eje), y constan de unas 20 hojuelas muy alargadas y estrechas (de 15 a 20 centímetros), creando un conjunto realmente esbelto y llamativo. Super elegante, esta palmera de la familia de las Arecas resulta ideal para decorar cualquier rincón. E incluso puedes cultivarla en exterior, en un porche o en el jardín.

Para saber más sobre esta planta, no te pierdas mi artículo sobre los cuidados de la Chamaedora elegans.

Kalanchoe (Kalanchoe blossfeldiana)

El kalanchoe es una suculenta muy peculiar, y es que florece a finales de invierno. Las pequeñas flores crecen agrupadas en inflorescencias tipo corimbo (todas flores a la misma altura). Las hay de muchos colores: rojos, naranja, amarillo,… En viveros y centros de jardinería consiguen floración todo el año alterando las horas de luz en su cultivo.

Gracias a sus flores tan alegres y a su pequeño tamaño, queda muy bien como centro de mesa.

Escudo persa (Strobilanthes dyerianus)

¿Te has fijado en sus hojas? Son magníficas, de un color púrpura con toques plateados en las puntas, con los bordes y nervaduras verde oscuro. Además, son grandes (hasta 20 centímetros), así que no podrás dejar de mirarlas, seguro. 😉

Eso sí, para conseguir que luzca espléndida, le tendrás que proporcionar un iluminación intensa. Pero ojo… sin luz solar directa porque podría quemar sus hojas. Y por su origen tropical (Birmania), el escudo persa también agradecerá humedad en el ambiente.

Cactus de Navidad (Schlumbergera)

Parece mentira, pero es cierto: la Schlumbergera pertenece a la familia de las Cactaceae. Esta planta, que procede de la selva tropical del Brasil, no se parece a sus primos cactus procedentes del desierto, ni en su aspecto ni en sus necesidades.

Y es que sus tallos aplanados y segmentados caen a los lados, haciendo un bonito efecto colgante. Pero lo mejor son sus flores rosas o rojas, que brotan del extremo de los tallos. Florece en invierno, precisamente de ahí le viene el nombre común, ya que en Navidad está en plena floración.

Kentia (Howea forsteriana)

Si quieres dar un toque tropical a tu hogar, ¡la palmera Kentia es para ti! Ten en cuenta que es una palmera GRANDE (en maceta puede alcanzar los 3 metros), así que necesitarás interiores espaciosos. De un tronco central nacen de 3 a 10 palmas con sus largas y estilizadas hojas. Además, es preferible que sus hojas no rocen con nada, para que no sufran.

Pero, ¿sabes lo mejor? Pues resulta que la kentia resiste el frío y el calor, soportando temperaturas desde 38 ºC hasta 4 ºC bajo cero, así como ubicaciones con no muy buena iluminación.

Jazmín de Madagascar (Stephanotis floribunda)

Estamos ante un arbusto trepador, con fama de ser el trepador más bello del mundo. Destaca por esas bellas y fragantes flores que produce sin parar desde marzo hasta septiembre. Las distinguirás fácilmente. Son blancas, de textura cerosa, con forma tubular que se abre en 5 pétalos. Una maravilla, de verdad.

Cultivada en maceta, los tallos del jazmín de Madagascar pueden llegar hasta los 5 metros. En las floristerías las suelen presentar de una forma muy original, con el tallo enrollado en forma de arco.

Guzmania (Guzmania lingulata)

La guzmania, también conocida como estrella escarlata, es una planta tropical con largas hojas que se disponen en forma de roseta, formando un vaso central que le sirve para recoger agua y otros nutrientes. Este detalle es compartido con muchas otras plantas de su familia (Bromeliaceae).

Pero lo que más destaca en la guzmania son sus coloridas inflorescencias, que se componen de un tallo y una serie de brácteas rojas (también naranjas o amarillas), entre las cuales nacen las verdaderas florecillas.

¿Sabías que…?

¿Sabías que los errores más comunes a la hora de cuidar plantas interior son EXTREMADAMENTE similares a los errores más comunes a la hora de cuidar un huerto o un jardín de exterior?

Pues sí. ¡Así es!

Y yo mismo he recopilado estos errores en un ebook de acceso gratuito para todos los visitantes de Gracias Naturaleza. Aquí tienes el enlace de descarga:

10 Errores a evitar en el cuidado de cualquier planta.

Te aconsejo descargártelo ahora mismo (porque si no, se te acabará olvidando).

Un abrazo enorme y hasta la próxima,

-Mario Angulo