Ni con diez durante más de una hora dejó escapar el Barça una oportunidad de oro, la de irse al parón por el Mundial como líder de LaLiga (1-2). Lewandowski vio la roja por dos amarillas cuando el conjunto azulgrana ya iba perdiendo, pero en la segunda parte los de Xavi tiraron de garra y también de fútbol para remontar y dejar al Real Madrid a cinco puntos. La nota curiosa la puso Piqué, siempre protagonista: empezó como suplente y al descanso protestó a Gil Manzano camino de los vestuarios con tanta insistencia que acabó expulsado en su último partido como blaugrana.

Tal y como le había pasado al Madrid el día anterior, el Barcelona salió con poca tensión a un campo tan complicado como El Sadar, y no tardó en ser castigado. Avisó Moncayola con un disparo primero y en el córner posterior, David García marcó de cabeza en una jugada en la que los culés pidieron falta previa a Alonso.

Piqué, expulsado el día de su retirada: sus constantes protestas al árbitro le dejan fuera

Buscó la reacción el conjunto blaugrana por medio de Jordi Alba, siempre incisivo en ataque por la izquierda, pero sin fortuna. Un remate de Lewandowski sin demasiada potencia fue el escaso bagaje culé hasta que llegó un momento clave: el polaco, ya con amarilla, entró al choque demasiado fuerte y con el codo por delante y el colegiado no lo dudó: otra tarjeta.

Pese a la inferioridad, siguieron amenazando los de Xavi y Ferran Torres encontró el gol tras otro centro preciso de Alba, pero el valenciano estaba en fuera de juego.

Camino de los vestuarios, Piqué dejó la imagen de la jornada. En su último partido como azulgrana, protestó con insistencia a Gil Manzano camino de los vestuarios por la roja a Lewandowski y el árbitro acabó expulsándole.

Nada más comenzar la segunda parte, golpeó el Barça para poner el empate. De nuevo Jordi Alba profundizó por su banda y el balón quedó suelto para que Pedri, con precisión, pusiera el empate.

Pese a la superioridad numérica de Osasuna, lo cierto es que el dominio fue azulgrana y la sensación era que el gol estaba más cerca del lado visitante. Xavi no se conformó y lo puso todo en el campo: primero Gavi por Christensen, después Ansu Fati y Raphinha.

Karanka, destituido del banquillo del Granada

El Barça acusó entonces el cansancio y Osasuna comenzó a llegar con peligro. Kike García tuvo la más clara en un remate cercano que no logró encontrar los tres palos y la réplica culé llegó. De Jong puso un fantástico pase a la espalda de la zaga rojilla para Raphinha, que de cabeza superó a un Aitor Fernández que se quedó a media salida para dar tres puntos y el liderato ya definitivo a los azulgranas