¿Alguna vez has tenido una piedra jade entre tus manos? Su belleza solo es comparable con el gran poder espiritual que esconde este precioso mineral. Por eso, si tienes la oportunidad de tener una en casa, no deberías pensártelo.
Hoy te vamos a contar todo sobre el jade, sus beneficios, propiedades curativas y cómo usarla para alinear tus chakras. ¿Preparada?
Y si te interesa este tema, aparte del jade, existen otras piedras preciosas como Ágata, Aguamarina, Alejandrita, Ámbar, Cuarzo, Diamante, Fluorita, Granate, Hematita, Kunzita, Labradorita, Lapislázuli, Malaquita, Ojo de tigre, Perla, Pirita, Rubí, Shungita, Topacio, Turquesa, Turmalina, Unaquita, Zafiro y Zircón, con diferentes propiedades especiales cada una.
¿Qué es el jade y para qué sirve?
El jade es una piedra preciosa compuesta por dos minerales, la nefrita y la jadeíta. La unión de estos dos minerales da lugar a una gran variedad de tonalidades, desde el pistacho, hasta el blanco, pasando por diferentes variedades del verde.
Como podrás imaginar, por tanto, lo más característico de esta piedra preciosa es su color verdoso. Además, tras el pulido se consigue con ella un brillo intenso y traslucidez. Todo esto hace que sea un mineral muy apreciado en el mundo de la joyería.
Pero ahí no acaba la cosa. Además de ser protagonista de todo tipo de joyas y ornamentaciones, el jade tiene propiedades energéticas de gran valor. En muchas culturas se utiliza como piedra medicinal, para tratar los dolores de riñones. Se debe a que contiene nefrita, cuyo nombre proviene del griego nephros, que significa riñón.
Además, se cree que esta preciosa piedra tiene propiedades calmantes, que permiten que su portador se relaje, recargando así su energía vital. Por todo esto, es muy habitual encontrar rodillos de jade, que se usan para estimular la circulación sanguínea de la piel y para dar masajes sanadores.
¿Qué poder tiene la piedra jade? Beneficios espirituales
En la cultura popular, el jade está relacionado con la pureza, la sabiduría y la buena suerte. Es por eso que muchos curanderos la recomiendan como amuleto de protección, que ayuda a conseguir el equilibrio.
Además, el jade es considerado una piedra calmante. Emite energía positiva, que consigue calmar a quien la tiene cerca, haciendo que los problemas pesen menos.
Al combinar todo esto con sus propiedades curativas, nos encontramos con una piedra íntimamente relacionada con el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Esencial para cualquiera que quiera alcanzar la paz por medio de la meditación, como te contaremos más adelante.
Otros beneficios que nos ofrece el jade se relacionan con el corazón. Se cree que esta piedra, relacionada con el chakra del corazón, puede facilitar la comunicación y la empatía, haciendo que nos resulte más sencillo conectar con otras personas.
Propiedades curativas del jade
Además de tener muchos beneficios a nivel emocional, el jade tiene una serie de propiedades que los curanderos han usado durante siglos para curar dolencias.
Recordamos que ninguna de estas prácticas puede sustituir la atención y el tratamiento de un experto.
Entre los beneficios físicos del jade, destacan los siguientes:
- Relaja el sistema nervioso, mejorando situaciones de estrés o ansiedad.
- Mejora la circulación de la sangre.
- Reduce arrugas y mejora la elasticidad de la piel.
- Estimula el sistema de drenaje linfático.
- Ayuda a eliminar toxinas.
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¿Cómo meditar con una piedra jade?
La piedra jade está relacionada con el chakra del corazón. Cuando este se encuentra bloqueado, la energía no puede fluir por nuestro cuerpo libremente. En consecuencia, podemos sentirnos solos, enfadados, desesperanzados y tristes. Por eso es importante desbloquear la energía, consiguiendo superar esa brecha que abrimos entre nosotros mismos y quienes nos rodean.
Una de las posibles prácticas para desbloquear este chakra está relacionada con el jade. Puedes meditar colocando esta piedra sobre tu pecho, concentrándote en aceptar la energía de tu entorno, y reconduciéndola por todo tu cuerpo. Respira, observa tus pensamientos y sentimientos, y acéptalos.
Cuando hayas usado el jade varias veces en estas prácticas, asegúrate de limpiarlo y recargarlo. Para ello asegúrate de sumergirlo en un cuenco con sal durante toda la noche. Al despertar, tendrás que colocarlo bajo el sol durante algunas horas. También puedes recargar el jade con la luz de la luna llena.
Tipos de jade
Aunque todos tenemos en nuestra mente un tipo de piedra muy específica cuando pensamos en el jade, este no es el único que existe. Según su color, el jade se divide en:
- Jade verde: es el más habitual, y también de los más valorados. tiene un color verde claro, con una textura suave y lisa.
- Jade blanco: es un tipo raro de conseguir, por lo que su valor suele ser muy elevado. Se considera un símbolo de pureza y armonía.
- Jade rojo: es raro de encontrar, por lo que suele ser caro en joyería. Su color es rojizo intenso, y tiene una textura suave y translúcida.
- Jade negro: este tipo de jade es raro y misterioso. Es un símbolo de fuerza en muchas culturas. Su textura suele ser lisa y brillante.
- Jade azul: es, probablemente, uno de los jades más hermosos. Tiene un color azul cielo, y una textura suave y traslúcida.
- Jade rosado: tiene un tono suave y muy dulce, que se acerca mucho al rosa.
- Jade amarillo: su color es claro, casi dorado, con tonos amarillos.
- Jade marrón: es uno de los más oscuros. Puede ser marrón, pero también puede tender hacia tonalidades grisáceas.
- Jade verde oscuro: es el más apreciado, y tiene un poderoso color verde que nos recuerda a la esmeralda.
- Jade multicolor: tiene diversas tonalidades, que combinan el verde, el rojo y el amarillo.
¿Qué significado tiene el jade?
El origen de la palabra jade tiene lugar en el español, en el siglo XVI. En aquel entonces, se utilizaba como piedra curativa para tratar el bajo vientre. De ahí que la llamaran piedra de la ijada.
Se llama ijada a la parte del cuerpo humano que se encuentra entre la última costilla y el hueso de la cadera.
Los franceses tomaron la palabra y la piedra, y de ahí surgió el nombre "jade". Es una versión francesa de la nomenclatura que se le dio en España.
¿Qué color de jade es más caro?
El jade más caro es el verde intenso. Es el más valorado, dado que es el color hegemónico que se asocia a esta piedra.
Debemos tener en cuenta que el verde es una mezcla de amarillo y azul, por lo que es habitual encontrar piedras jade que fluctúan entre estas dos tonalidades.
Pero cuando se consigue un ejemplar verde puro, su precio asciende por encima de cualquier otro tipo de jade.