El tipográfo que desafía al tiempo - Levante-EMV

El tipográfo que desafía al tiempo

Más que en el galardón, solo piensa en su nuevo proyecto con el director del Departamento de Dibujo de la Politècnica

El maestro tipográfico, con la obra premiada. | DANIEL TORTAJADA

El maestro tipográfico, con la obra premiada. | DANIEL TORTAJADA / mónica arribas. sagunt

Mónica Arribas

Mónica Arribas

A sus 85 años, el maestro tipográfico saguntino Antonio Navarro ha vuelto a ver cómo una de las obras en las que ha trabajado logra el primer Premio Nacional al Libro mejor editado, en la categoría de bibliofilia, que concede el Ministerio de Cultura y Deporte.

Como en anteriores ocasiones, todo ha sido fruto de un trabajo coral cuidado al máximo, al que Navarro ha dado forma junto al director del Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València, Antonio Alcaraz, pues ambos han codirgido y codiseñado una versión muy particular del «Lazarillo de Tormes».

Con buenas dosis de paciencia y gran habilidad, Navarro se dedicó durante casi tres años a componer todos los textos con tipos móviles de plomo, letra a letra, siguiendo la edición de Burgos de 1554. Mientras, tanto Antonio Alcaraz como otros creadores de dilatada trayectoria creaban ‘ex profeso’ la obra gráfica que lo ilustra. En esa tarea se implicaron Miriam del Saz, Amparo B. Wieden, Ana Tomás, Jonay Cogollos, Dolores Pascual, Alejandro Rodríguez, Agnieska Marcellak, Rubén Tortosa, David Heras, Fernando Evangelio y Victoria Esgueva. A ello se le sumaron las ilustraciones tipográficas de Enrique Ferré, María García, Sara Gurrea y Claudia Regueiro hasta que, después, el encuadernador mejicano Poncho Martínez le dio el toque final, siempre de forma artesana.

Tras esta suma de talentos, nació La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, el texto editado por Publicaciones de la Universitat Politècnica de València y deVera Press, de la que sólo hay 80 ejemplares numerados.

El jurado del prestigioso galardón del Ministerio ha valorado su «excelente presentación, con un papel de gran calidad» y la «importante recuperación de tipos móviles y maquinaria tradicional de imprenta». Todo esto, a su juicio, ha permitido ofrecer una «visión moderna de un clásico», según informó el mismo Ministerio tras la valoración de un jurado presidido por Mª José Gálvez Salvador, directora general del Libro y Fomento de la Lectura, e integrado por Joaquín Ramal Argudo, por la Biblioteca Nacional de España; María Esther Vilas Toledo, por el Club de Gráficos Eméritos; Francisco Molino de Lago, por la Federación de Industrias Gráficas de España; Verònica Cantó Doménech, por la Federación de Gremios de Editores de España; Vicente Pina López y Rocío Bonilla Raya, como expertos en la materia, y Almudena Hernández, por el Ministerio.

Aunque el objetivo de este premio nacional es «reconocer y estimular la labor de las editoriales en la edición de libros y obras», a Navarro no le hacen falta motivaciones externas para seguir dándolo todo de la mano de Alcaraz, en quien ha encontrado el compañero perfecto, tanto en la amistad como en estas ‘aventuras’. Como reconoce Navarro a Levante-EMV, «a mí, hacer este tipo de libros de calidad me da vida. Mi ilusión es hacer otro así, pero de un clásico», apuntaba. «Es que la literatura y los libros son una maravilla, pero hay que elegir. Muchas cosas son bazofias, pero El Quijote o El Lazarillo son otra cosa», decía en relación a la obra de Cervantes que también transformó, junto a Alcaraz, en un libro de autor ilustrado con obra gráfica original.

Nuevo galardón nacional

Ésta no es la primera vez que un trabajo con sello de Navarro y Alcaraz logra un premio oficial, a escala estatal. También ocurrió cuando «Las Fábulas literarias de Tomás de Iriarte» logró el Primer Premio Nacional 2008 al libro de bibliofilia mejor editado de España y ganó el Premio al Mejor libro valenciano de 2007-2008. «Nos conocimos hace 23 años, cuando yo contacté con él al ver la fantástica exposición que se hizo en Sagunt por el centenario de su imprenta. Entonces, en la Universidad acabábamos de comprar maquinaria antigua de imprenta, porque no queríamos que se perdiera. A partir de eso, Antonio acabó en la Facultad dando cursos de formación y desplegando su conocimiento... Luego, empezamos a hacer libros de autor, primero por divertimento y luego ya más serios, siempre con obra gráfica original. Y ahora hemos vuelto a lograr un premio nacional», contaba Alcaraz, orgulloso, mientras Navarro reconocía que todo eso le insufla vida.

Amante de «hacer las cosas bien», el maestro tipográfico admite que Alcaraz y la Universitat Politècnica son quienes ahora le permiten seguir disfrutando del mundo que más le apasiona: La imprenta tradicional.

Por eso, no sorprende que haya vuelto a optar a unos premios sin dotación económica, pero sí muy valorados por los editores «por lo que suponen de reconocimiento y prestigio a su trabajo editorial, así como por la difusión que conllevan», pues las obras galardonadas serán expuestas en las ferias internacionales del libro Liber, Fráncfort y Leipzig. Además, participarán en el concurso internacional de Libros Mejor Editados en el Mundo y quedarán como donación en el German Book and Type Museum de Leipzig.

Sin tener que esperar a eso, ahora mismo, ya se puede ver una muestra de este reconocido trabajo en la sala de exposiciones de la editorial de la Politècnica, en el Ágora de la Universidad; una muestra comisariada por Hortensia Mínguez, que se puede disfrutar hasta el 20 de septiembre.

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