"Le juro que fui yonqui:/Ande y c�mpreme el primer disco,/que le juro que fui yonqui./ Dentro del disco hay una foto/ de cuando era yonqui". En uno de sus micro-�xitos de culto, el grupo valenciano Don Julio y Los Chocolas condens� la fascinaci�n que ha sentido siempre el negocio musical hacia los consumidores de 'jaco'. El 'heroin-chic' de los 90 termin� de glorificar la tendencia, al ampliar el campo est�tico a modelos como Kate Moss. Lo malo es que, de tanto re�rles las gracias a los heroin�manos, estos se mor�an. Lo cual puede llegar a ser muy divertido para la industria y el p�blico -que s�, lo triste es que lo aplaud�an-, pero muy malo para las v�ctimas. Por eso, siempre es una feliz noticia ver c�mo una antigua estrella drogodependiente vence sus adicciones, aunque ello signifique un considerable aumento de peso. Que es lo que le ha pasado al m�sico ingl�s Pete Doherty.
El diario brit�nico 'The Sun' public� la semana pasada una exclusiva con im�genes de Doherty tomadas en su actual residencia en Normand�a, al norte de Francia. En ellas se ve al cantante y guitarrista con un aspecto muy diferente al que luc�a a comienzos de siglo, cuando su grupo The Libertines encabez� la nueva ola de pub-rock que prendi� en la angloesfera. Pete Doherty representaba al joven maldito y demacrado (frente al aspecto m�s hermoso y saludable de su compa�ero de filas, Carl Barat), seguidor de las ense�anzas de Baudelaire y con unas ojeras de color verdoso que no anunciaban nada bueno. Finalmente, acab� saliendo del grupo para montar su propia banda, The Babyshambles, donde su mala vida se acrecent�.
Fue por aquella �poca cuando empez� a salir con estrellas que ocupaban su mismo nicho ecol�gico en cuanto a jarana nocturna, como su colega Amy Winehouse y la propia Kate Moss. Con �sta �ltima vivi� un volc�nico romance que coincidi� con el esc�ndalo provocado por la grabaci�n con c�mara oculta de la modelo esnifando coca�na, que fue publicada por el 'Daily Mirror' y que provoc� que perdiese varios contratos.
Por esos a�os tambi�n se acrecentaron los esc�ndalos para Pete, con numerosas detenciones en diversos lugares del mundo por su abuso de los estupefacientes. Un comportamiento que vino acompa�ado de actuaciones err�ticas, varias de ellas en Espa�a, donde siempre gust� de viajar. Tras la muerte de Winehouse, en 2011, se dejaron escritos muchos obituarios de Pete, en previsi�n de que siguiese el mismo camino.
Los a�os pasaron y, tras reunirse con Barat para una nueva etapa con The Libertines, Doherty form� nuevos grupos, como The Puta Madres, del que formaba parte su actual pareja, Katia de Vidas. Durante todo ese tiempo, no perdi� su afici�n por tocar en la calle ni meterse en peleas, algunas de ellas con aparatosos resultados y profusi�n de sangre.
Precisamente en Francia tuvo lugar el �ltimo incidente de su trayectoria, cuando fue detenido a finales de 2019 por consumo y posesi�n de coca�na. Tras ser puesto en libertad, sali� de fiesta para celebrarlo y se vio envuelto en una pelea, por lo que volvi� a ser detenido.
Pero el Doherty de ahora tiene poco que ver con aqu�l. Seg�n la Asociaci�n estadounidense de Centros de Desintoxicaci�n, un 65% de los pacientes ganan peso tras abandonar las drogas, mientras que un 20% acaban padeciendo alg�n tipo de obesidad. Al parecer, la comida activa los mismos receptores que los psicoactivos, por lo que su uso puede ser considerado un sustitutivo en las personalidades adictivas.
'The Sun' explica que el m�sico ingl�s est� ahora limpio y que disfruta de su nueva condici�n junto a De Vidas. Aunque no ha abandonado totalmente el alcohol, ha reducido much�simo su consumo y prefiere tomar "un buen vaso de agua". En cuanto a su dieta, su oronda figura no es tanto resultado de la comida basura, pues el McDonalds m�s cercano est� a 40 minutos de viaje en autom�vil desde su actual residencia. 'The Sun' lo achaca a su afici�n por las delicias locales, como el queso comt�, que suele tomar en tostaditas.
"He dejado la hero�na y la ketamina", proclama Doherty al tabloide brit�nico. Tambi�n se�ala que ha encontrado una nueva afici�n:"Durante a�os, pod�a estar despierto durante cinco o seis d�as seguidos, y luego me met�a una panzada de dormir de 24 horas. Ahora, en cambio, me encanta dormir".
Conforme a los criterios de