El entrenador del Real Betis, el chileno Manuel Pellegrini, confesó que termina "una semana muy dura" con la eliminación en los octavos de la Copa del Rey en la tanda de penaltis ante Osasuna, que se "suma a la eliminación ante el Barcelona" en la Supercopa de España, en la que también cayó en las semifinales en la misma suerte.
Pellegrini indicó, tras el partido disputado en el estadio Benito Villamarín, que el Betis "fue mejor" porque "en los 120 minutos, Claudio Bravo", el portero chileno del conjunto sevillano, "no tuvo ninguna intervención", así que reiteró que "ha sido una semana dura y frustrante, pero hay que ser fuerte en la adversidad y competir el sábado para seguir fuertes en la Liga", en alusión al partido de LaLiga en el campo del Espanyol.
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El técnico santiaguino reiteró que "Osasuna no se acercó durante los 90 minutos" y que el Betis tuvo "el 2-0 con una jugada de Borja (Iglesias) al final, pero no se dio y en un descuido empataron. Es duro por partida doble, pero en el fútbol no hay que merecerlo, hay que conseguirlo".
Aun así, el preparador bético cree que "no se puede criticar mucho" a sus futbolistas "porque han competido de el principio hasta el final", aunque les "costó llegar y cuando hubo llegadas, no se concretaron", y recalcó que la eliminatoria "se perdió en el último minuto, en una jugada en la que se debió reventar el balón".
Para Pellegrini, esta eliminación "es un golpe físico y anímico, pero hay que asimilar lo sucedido" y se consoló pensando que "ahora" su equipo va "a estar más frescos para los próximos partidos. A ver qué jugadores están más preparados para ganarle al Espanyol", subrayó.