Pastora Soler, sobre sus dificultades para la conciliación: "Me quedan unos años difíciles"

Pastora Soler tiene pasión por la música, pero hay dos personas por las que su devoción se multiplica. La cantante muere de amor con sus hijas, Estrella y Vega, de 6 y 2 años respectivamente. Muy emocionada e ilusionada con la preparación de ‘Qué hablen de mí’, la nueva gira que comenzará el próximo mes de abril, la sevillana ha explicado cómo lleva la conciliación familiar con su trabajo y se derrite al hablar de sus pequeñas.

Luis Larrodera presentaba el día de San Valentín, el gran concierto Dial Únic@s, en Madrid, con Pastora Soler como una de las grandes protagonistas de la noche. Tan amable como siempre con la prensa, la artista explicaba que no es de celebrar este día con su pareja, Francis Viñolo, ya que viven su amor cuando sus compromisos se lo permiten: “La verdad que nosotros, como tenemos esas agendas, cuando coincidimos intentamos celebrarlo […] no tiene por qué ser 14 de febrero”.

La intérprete de ‘Quédate conmigo’, tema con el que nos representó en Eurovisión hace diez años, c asevera que es “difícil” compaginar el amor por su profesión con el amor por tu pareja o con la maternidad. “He estado hablando de eso, de lo difícil que es la conciliación. Sobre todo, al tener dos niñas pequeñas todavía. Nos quedan unos años difíciles, pero bueno, creo que con ganas e intentando tener el máximo de organización, se puede. Las mujeres somos heroínas”, asume optimista este sacrificio.

La cantante ya había recalcado previamente que compaginar trabajo y maternidad es para todo el mundo, pero después del tiempo “tan complicado” que hemos pasado, se ve con fuerzas de hacer “un esfuerzo doble” si es necesario. “Para mí lo mejor de la pandemia es que me ha dejado tiempo para disfrutar de mi bebé, mi hija pequeña, que requiere mucho mi atención”, se quedaba con lo bueno en una entrevista para ‘Diario Navarra’ realizada en 2021.

Vega ya tiene dos años, no es tan bebé e interactúa más con su hermana mayor, Estrella, con quien comparte aventuras: “Ahora empiezan a jugar juntas, que era algo de lo que tenía muchísimas ganas de ver y se me cae la baba. Yo estoy feliz con mis dos niñas, son muy buenas”, se le iluminan los ojos cada vez que habla de sus dos tesoros.