Pasaba por aquí (2022), de Babak Anvari

Toby y Jay son dos amigos, artistas urbanos graffiteros, que envían mensajes antisistema a una sociedad enferma allanando casas de gente adinerada y poco sensible con el prójimo, y dejando en las paredes escrito “I Came By”, o sea, “Pasaba por aquí”. Pero Jay acaba de enterarse de que va a ser padre, y deja en la estacada a Toby, quien actuará en solitario entrando en la casa de un juez retirado, que pese a su fama de socialmente inquieto, cree que no es trigo limpio. Para su estupor descubrirá que mantiene encerrado en su sótano a un desconocido. Cuando Toby desaparece, su inquieta madre Lizzy denuncia los hechos a la policía.

Inquietante thriller dirigido y coescrito por Babak Anvari, atrapa en su arranque, con algunos elementos originales. Pero es el clásico ejemplo de narración que no sabe llevar a buen puerto sus premisas, y finalmente acaba recurriendo con frecuencia en su desarrollo a manidos clichés, bastante previsibles: peleas y equívocos, más reacciones que desafían el sentido de la lógica y lo razonable, y que resultan difíciles de aceptar.

De todos modos acierta jugando con la idea de que cualquier personaje está en peligro y puede convertirse en víctima, un poco al estilo de cómo nos sorprendió Alfred Hitchcock en Psicosis. Y Hugh Bonneville, bien conocido por Downton Abbey cambia completamente de registro con su villano. Además da gusto ver a la siempre convincente Kelly Macdonald como sufridora madre coraje, mientras que George MacKay compone bien al retoño que se siente incomprendido y que piensa que puede cambiar el mundo un poquito con su arte urbano; más incómodo es el papel de su colega, que compone Percelle Ascott, porque se nos antoja demasiado egoísta, aunque al final no tiene más remedio que “mojarse”, no puede permanecer ajeno a lo que sucede a su alrededor, y que afecta a las personas que ama.