Ousmane Demb�l�, enemigo p�blico cul�

Ousmane Demb�l� ha pasado, en cuesti�n de meses, de ser una de las estrellas del Bar�a a convertirse en uno de los grandes villanos de la historia azulgrana. Sus dos goles en la eliminatoria, el penalti que le sac� a Cancelo y el MVP posterior del encuentro, le convirtieron en verdugo de un Bar�a cuya afici�n ya le ha se�alado como enemigo p�blico del hincha cul�.

Montju�c le recibi� con una sonora pitada y con billetes estampados con su cara en los aleda�os del estadio Ol�mpico. El malestar con el extremo franc�s era m�s que evidente. No gust� que se fuese el pasado verano a Par�s justo cuando el club m�s apoyaba su proyecto en �l, en su calidad y su recuperaci�n. Porque el Bar�a no le hab�a dado la espalda mientras acumulaba lesiones y ofrec�a una actitud indolente. Su irregularidad y escaso rendimiento fue correspondido con comprensi�n y apoyo al mosquito.

Justo cuando mejor estaba y encontraba continuidad en el juego y en sus n�meros, Demb�l� decidi� hacer las maletas. Xavi se hab�a hartado de elogiar al futbolista galo y de asegurar que era un pilar b�sico en su nuevo proyecto. De ah� que la marcha del extremo doliese especialmente en Can Bar�a.

El sorteo de cuartos fue caprichoso y emparej� al Bar�a con el PSG. Demb�l� deb�a volver a la que fue su casa durante seis temporadas. El propio mosquito se encarg� de que ese regreso se convirtiese en un recibimiento hostil cuando, tras marcar en Par�s, celebr� a lo grande el primero de sus dos goles en la eliminatoria.

Dos goles, un penalti... y MVP

Demb�l�, hasta entonces, solo hab�a marcado un gol en toda la temporada con el PSG. Pues bien, tras macar en la ida repiti� en la vuelta, con la afici�n azulgrana como testigo. Con 1-0 en el marcador, el mosquito empuj� a la red un centro de Barcola al filo del descanso.

Por si no fuera suficiente castigo, el extremo franc�s le sac� el penalti del 1-3 a Cancelo. Dos acciones defensivas que le permitieron ganar el MVP del partido. Su cara, con una amplia sonrisa en el banquillo al finalizar el partido, fue la imagen que m�s doli� al aficionado cul�. Ousmane Demb�l� es ya el enemigo p�blico n�mero uno en Barcelona. El Figo contempor�neo, el mosquito m�s molesto. El f�tbol, en casos como este, s� tiene memoria.