A continuación aparece una instantánea de la página web tal y como aparecía en
22/3/2024 (la última vez que nuestro rastreador la visitó). Esta es la versión de la página que se usó para la clasificación de los resultados de búsqueda. Puede que la página haya cambiado desde la última vez que la guardamos en caché. Para ver lo que puede haber cambiado (sin la información destacada),
ve a la página actual.
Aimara Language
Entigrecidos por el arte
--La forja en la inclemencia de los elementos--
Por Gonzalo Valdivia Dávila.
Texto del poema:
Orgullo Aymara
============ ==
"Soy un indio fornido de treinta años de acero,
"forjado sobre el yunque de la meseta andina,
"con los martillos fúlgidos del relámpago
herrero
"y en la, del sol, entraña de su fragua divina.
"El lago Titikaka templó mi cuerpo fiero
"en los pañales tibios de su agua cristalina,
"me amamantó la ubre de un torvo ventisquero
"y fue mi cuna blanda la más pétrea colina.
"Las montañas membrudas educaron mis músculos,
"me dio la tierra mía su roqueña cultura,
"alegría las albas y murria los crepúsculos.
"Cuando surja mi raza que es la raza más rara,
"nacerá el superhombre de progenie más pura,
para que sepa el mundo lo que vale el aymara."
(Dante Nava)
Publicado en Dante Nava, el poeta del lago (1990)
a cargo de Nina Nava Costa de Marco.
Análisis y comentario:
Este breve poema de la peruanidad, limpio, puro y fresco como el aire serrano deja un buen sabor tras la lectura. Me fue recomendado por mi amigo Pablo Sálazar Calderón Galliani, poeta y colega de literatura.
El texto artístico posee carácter fundacional para el pueblo aymara en la literatura, pues lo pone en la mira del panorama de las letras.
"El lago Titikaka templó mi cuerpo fiero
en los pañales tibios de su agua cristalina,"
Este par de versos corroboran el aspecto mítico de la etnia aymara, aquel tópico fundacional que se pierde en la noche de los tiempos, ya que filólogos y lingüistas consideran que existió un tronco común a las lenguas aymara y quechua.
"Las montañas membrudas educaron mis músculos,", este verso reconoce que la tierra agreste de Puno, con su inclemencia forjó a un nativo indómito, estoico y heroico, consagrado al trabajo del campo y la pesca fluvial en el Titicaca, herencia cultural de los mitos de Manco Cápac y Mama Ocllo, o de los hermanos Ayar.
"nacerá el superhombre de progenie más pura,
para que sepa el mundo lo que vale el aymara."
Este aymara que se presenta en edad laboral, como parte de la población económicamente activa se hace un súper hombre en un terreno pobre de clima extremo. Su trabajo permite que se apropie del terruño, del lago, de los pastizales, y con esa constatación puede vaticinar que su raza entrará al espacio del mundo y saldrá de su confinamiento geográfico, cuando los seres humanos reconozcan el valor de ese tezón para la subsistencia de estas comunidades.
Como en el poema "Matinas" de Churata, toda la vida del indio aymara es trabajo, y si descansa lo hace con nostalgia ("murria los crepúsculos") por una existencia que tiene razón de ser en la abnegada y sacrificada agricultura, artesanía o pesca que le ocupan totalmente.
En el alba está alegre porque el trabajo une a los campesinos, los cohesiona, los afirma de tal forma que Carlos Dante Nava les ha prestado su voz solidaria en reconocimiento a las duras faenas de labranza que los ennoblecen.