Hablamos con Nikolai von Bismarck, el sobrino fotógrafo de Gunilla que ha enamorado a Kate Moss

"Soy muy privado, algo especialmente difícil en la era de las redes sociales”, confiesa. “Sin embargo, la privacidad es algo que debemos respetar y mantener a toda costa".

La modelo Kate Moss.

Nikolai Von Bismarck

Una stripper fue la protagonista, hace 10 años, de una de sus primeras sesiones de fotos. Nikolai von Bismarck (Londres, 1986) se llevó una de las instantáneas que Richard Avedon le tomó a Marilyn Monroe como referencia. Sin mediar palabra con la retratada y con la música de Leonard Cohen de fondo, se puso a disparar la cámara. “Su aspecto era trágico. Era el que solía tener entre las actuaciones. Quise recrear esa sensación. Se desnudaba para pagarse los estudios en la universidad. Después, mantuvimos una conversación interesante. Compartimos muchas risas”, me cuenta.

Cuando tenía 14 años, Von Bismarck tuvo “la suerte” de viajar a Kenia con su familia —es hijo del conde Leopold “Bolle” von Bismarck-Schönhausen; su madre, Debonnaire, desciende de los barones de Monson y tiene “el mejor nombre toff de la historia”, según Tatler—. Lo hizo armado con la Polaroid que le habían regalado por Navidad. Ahí nació su pasión por la fotografía. “Abordé a varios ancianos de las tribus masái y kikuyu que llevaban unas joyas increíbles, una cosa que no había visto jamás. Les pregunté si podría inmortalizarlos a cambio de la Polaroid. Mi propuesta los desarmó por completo. Así supe que sacar fotos puede ser un intercambio inspirador entre autor y modelo”, reflexiona el autor de The Dior Sessions (Rizzoli), un libro de retratos prologado por Alexander Fury que conmemora el primer aniversario del diseñador Kim Jones al frente de la división masculina de la casa, y para el que Von Bismarck ha retratado a personalidades de la industria de la moda, el cine, el deporte y la cultura vestidos de Dior Men. También a tres de sus “héroes”: sus colegas de profesión Paolo Roversi, David Bailey y Don McCullin, “un mentor para mí”, sentencia sobre el foto-periodista británico.

Nikolai von Bismarck.

Paolo Roversi

Kim Jones, director artístico de Dior Homme.

Nikolai von Bismarck

Von Bismarck estudió Fotografía en la sede de la Escuela Parsons de París. Poco después de graduarse, empezó a trabajar con Mario Testino, de quien aprendió "a crear la atmósfera adecuada a base de bromas, música, bailes y diversión. Así, todo se relaja”, o con Annie Leibovitz. “Para hacer un retrato de dos personajes en un tren, tuve que leer decenas de libros de fotografía, ver películas como Extraños en un tren, estudiar los diferentes tipos de ferrocarriles, de los de vapor al tren bala... ¡Hasta escuché canciones de blues sobre el asunto!

"Colaborar con Annie fue toda una educación”, asegura. Gracias a Leibovitz supo también cómo planificar exhaustivamente cada sesión. Von Bismarck sabe exactamente qué cámara, qué película, qué luz quiere usar, cómo encuadrar la imagen y qué pose exigir al retratado. “Dependiendo del día y del sujeto puedo introducir cambios, pero ir preparado me permite adaptarme mejor a las circunstancias”, dice este admirador de pintores como Max Beckmann, Egon Schiele o John Singer Sargent, tres de sus múltiples “y extremadamente aspiracionales” referencias. “Acabo de ver la exposición de Dorothea Tanning en la Tate Modern. De hecho, uno de mis fotógrafos favoritos, Irving Penn, tomó un retrato extraordinario de ella con Max Ernst”.

Robert Pattinson.

Nikolai von Bismarck

Naomi Campbell.

Nikolai von Bismarck

Además de en las páginas de revistas de moda como Vogue, la obra de Von Bismarck ha suscitado el interés de los periódicos The Times y The Daily Telegraph. En 2015, una galería londinense exhibió una serie de instantáneas de la tribu omo que tomó durante otro de sus viajes a Etiopía. Para realizarlas, el artista desayunó sangre de vaca y se lavó en el río durante nueve meses. Poco que ver con el proyecto con Dior, salvo por un detalle: “La intensidad”. Para las imágenes en blanco y negro que ilustran The Dior Sessions, Von Bismarck se entregó a jornadas de “16-18 horas” de trabajo.

En la presentación del libro, el pasado 2 de octubre en la boutique de Dior en Londres, el fotógrafo estuvo arropado por royals —sus íntimas, las princesas Eugenia y Beatriz de York, con quien se fue de año sabático a Perú en 2008—, aristócratas —lady Mary Charteris—, Bobby Gillespie, líder de Primal Scream, o Jade Jagger y, naturalmente, su pareja desde 2015: Kate Moss. Von Bismarck esquiva las preguntas personales y se define como alguien “muy privado, algo especialmente difícil en la era de las redes sociales”, admite. “Sin embargo, la privacidad es algo que debemos respetar y mantener a toda costa”.

El lanzamiento de su coffee table book —cuyos beneficios se destinarán a la organización Teenage Cancer Trust— o los desfiles de Dior Homme son dos de las contadísimas ocasiones en las que se prodiga en público. “Prefiero estar detrás de los focos. Cuando lo retraté para el libro, Paolo Roversi cogió la cámara y me hizo dos fotos. En ambas miro hacia abajo. De verdad, no me gusta que me fotografíen”, insiste.

David Beckham.

Nikolai von Bismarck

A quienes ignorasen la faceta profesional de Nikolai von Bismarck o, incluso, su noviazgo con Kate Moss, seguro que hay algo que les resulta familiar: su apellido. Nikolai desciende del Canciller de Hierro y, por ende, está emparentado con el icono social español por excelencia: Gunilla von Bismarck. Viaja con frecuencia a España desde niño. De hecho, en la boda de su primo Francisco Ortiz von Bismarck en Tenerife coincidió con una de las redactoras de esta revista. “Dale saludos a Vera de mi parte”, me dice entusiasmado. “Mis mejores recuerdos están ligados a España. Amo su historia, su arquitectura, la comida, las siestas, el fútbol, los paisajes. Pero, sobre todo, me fascina el arte: Goya, el Greco, Picasso y Dalí. Todos ejercen una enorme influencia en mí”.

El rapero A$ap Rocky.

Nikolai von Bismarck.